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Lunes, 10 de marzo de 2008

FúTBOL › EL EQUIPO DE ISCHIA FUE SUPERIOR, PESE A JUGAR MáS DE UN TIEMPO CON UNO MENOS

Boca puso el pecho, Independiente fue frío

El clásico terminó igualado uno a uno. El paraguayo Cáceres, en contra, hizo el gol de Independiente en el arranque del partido y Riquelme, con un soberbio derechazo, clavó el empate a los 9 minutos del segundo tiempo. El cuadro de Ischia jugó más de un tiempo con uno menos por la expulsión de Paletta, pero dio la sensación de que el que jugaba con menos era el rival.

 Por Juan José Panno

Independiente fue un equipo small, mínimo, pequeño, mini, ínfimo, xs, diminuto, microscópico, o lo que es más claro, en términos futboleros, un equipo chico. El hiriente y previsible canto de los hinchas de Boca al final del partido y el avergonzado silencio de la tribuna más alta del Riachuelo subrayó la impresión generalizada: Independiente no tuvo grandeza para ganar el partido o al menos para plantearlo de igual a igual a pesar de haber jugado más de un tiempo en superioridad numérica.

La satisfacción masiva de los de Boca tiene más relación con la actitud de los jugadores que con el rendimiento futbolístico o con el resultado. Después de todo, Boca empató en su cancha porque, entre otras cosas, no supo resolver las distintas situaciones de gol de que dispuso en el segundo período.

La crisis de autoestima que sufren los jugadores de Independiente a pesar de los desesperados intentos de Pedro Troglio por levantarles la moral quedó claramente expuesta en la Bombonera, pero no en el arranque del partido. Todas las imágenes de los primeros diez minutos viraban hacia el rojo matizado por la camiseta turquesa de Caranta. A los 6 minutos Paletta perdió una pelota aparentemente fácil, Montenegro le dio un pase a lo Riquelme a Machín, el rubiecito tiró un buscapié y cerró el paragua Cáceres: mojó Independiente. Gol en contra. Uno a cero.

Enseguida pudo aumentar Fredes y en la jugada siguiente Montenegro. Era el tiempo en el que los visitantes desequilibraban la presión de Boca con precisión en el toque. La luz de un fósforo fue. Como si no se la creyera, acaso esperando que todo se terminara ahí mismo, Independiente empezó a encogerse de a poquito mientras Boca comenzaba a adueñarse de la pelota con más voluntad que juego. Así siguió todo casi hasta el final. Lo curioso es que en el medio el árbitro Baldassi lo echó a Paletta por una falta violenta contra Grisales e Independiente siguió igual, sin hacer notar en ningún momento la superioridad numérica. Tal vez se pueda tomar como atenuante que el equipo de Troglio entró al segundo tiempo con los cuatro del fondo amonestados y con el temor de que el árbitro expulsara ante cualquier infracción de los defensores.

Achicado, temeroso, no se propuso devolver golpe por golpe y encima empezó a padecer la levantada de Riquelme que coloreó en el segundo tiempo el pálido desempeñó del primero. La hinchada de Boca se dio cuenta –acaso antes que los jugadores– de que el empate era posible y el aliento hizo que la pelota prácticamente no saliera del área visitante. Riquelme metió un pase de billar, Boselli hizo de banda y el 10 clavó un exacto chanfle contra el palo derecho de Assman. Riquelme ya era la figura de la cancha cuando metió un tiro libre que sacó espectacularmente el arquero; cuando lo dejó solo a Palacio que se brió y no pudo definir o cuando le dio un buen pase a Boselli que sacó un tremendo disparo que hizo lucir otra vez a Assman.

Recién en los últimos minutos, cuando el esfuerzo había minado la resistencia física de los locales (y cuando hacía un rato que Ischia había vuelto a armar la línea de cuatro haciendo entrar a Monzón por Datolo) Independiente se decidió a atacar un poco y puso en aprietos a Caranta en un par de jugadas de flipper. Pudo ganarlo, pero no hubiera sido justo. Boca por presencia, por actitud y por espíritu combativo había sido más. No supo ganarlo, pero ésa es otra cuestión.


Estadio: Boca.

Arbitro: Héctor Baldassi.

Goles: 6m Cáceres (B), en contra; 54m Riquelme (B). Cambios: 55m Oyola (4) por Fredes (I), 59m Sosa (4) por Grisales (I), 62m Monzón por Dátolo (B), 70m Vargas por Battaglia (B), 74m Pusineri por Machín (I), 88m Mouche por Boselli (B).

Incidencias: 43m expulsado Paletta (B).

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Riquelme engancha ante la presencia de Herrón. El de Boca volvió a destacarse con un gran gol en el segundo tiempo.
Imagen: Fotobaires
 
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