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Lunes, 1 de diciembre de 2008

FúTBOL › CON DIFICULTADES Y CON DOS GOLES DE RIQUELME, BOCA VENCIó A RACING POR 2 A 1

Premio grande, sufrimiento enorme

En un partido electrizante por la rapidez de la cancha, el ida y vuelta y la sensación de peligro que rondó los dos arcos, Boca superó a Racing y mantiene la ventaja sobre sus perseguidores. Riquelme, la figura de la cancha, hizo los dos goles de Boca. Sosa, el de Racing.

 Por Juan José Panno

Racing jugó sus mejores partidos contra equipos grandes. A San Lorenzo lo pasó por arriba; a River lo tuvo al borde del nocaut tres veces en el Monumental; a Independiente le creó un montón de situaciones de gol e igualó sobre el final un clásico que pudo liquidar mucho antes; y contra Boca perdió con una uña un encuentro que –dudoso penal cobrado por Lunati, mediante– pudo ser empate.

Boca, que no la pasó bien en algunos de los partidos que jugó en la Bombonera (de local, se recuerda, cayó ante Tigre, Estudiantes y Vélez), no la tuvo nada fácil ante Racing y por eso su gente explotó en un grito de desahogo cuando el árbitro señaló el final y quedó estampada la chapa del 2 a 1.

El sufrimiento fue tan grande como la recompensa de una victoria que le permite mantener la luz de dos puntos sobre Tigre y le mete presión a San Lorenzo que, por ahora, quedó muy lejos.

A la hora de responder por qué Boca está donde está y por qué le ganó a Racing, todos los caminos conducen como primera explicación a Juan Román Riquelme. Como gran jugador que es –y a pesar de que no está en su plenitud física–, el diez de Boca aparece en los momentos en que más lo necesita el equipo. Hizo el gol contra San Lorenzo, clavó un espectacular tiro libre contra Arsenal, metió un pase genial a Figueroa contra San Martín de Tucumán y ayer convirtió los dos goles con los que Boca resolvió el clásico ante Racing.

En el primero le metió una gran pelota en cortada a Luciano Figueroa. Migliore (estiró el brazo), Figueroa (se dejó caer) y Lunati (compró) se confabularon para producir el penal. Lo tiró Riquelme, muy bien, colocando la pelota contra el poste derecho del arquero, que había ido hacia ese lado. En el segundo gol reaccionó con la rapidez mental que le sobra para capturar un rebote y pegarle como venía, anticipándose a Sosa, que lo quiso tapar. Cuando Migliore se dio cuenta del tremendo latigazo, la pelota ya se le había metido contra el primer palo. En la producción del crack de Boca hay que anotar por lo menos tres pases de gol a Viatri y otro a Dátolo. Si Viatri y Dátolo hubieran estado un poco más derechos para el arco, Boca podría haberse evitado tanta angustia en el final, cuando Racing lo apretó en la búsqueda del empate.

Riquelme, el abanderado del importantísimo triunfo boquense, tuvo varios escoltas: Figueroa, Forlín, Ibarra y Vargas. Del otro lado, la bandera la tuvo Moralez, cada día más jugador (le pegaron muchísimo e increíblemente lo amonestaron por protestar), pero hubo varios que cumplieron: Shaffer, Lucero, Yacob (entró en el segundo tiempo) y Franco Sosa, el autor del único gol de su equipo. La jugada incluyó dos cabezazos. En el primero exigió a García, que sacó la pelota al corner cuando se le metía en un ángulo. El segundo fue tras el lanzamiento desde la esquina de Moralez: Sosa le ganó en el salto a Vargas y la puso de pique contra el palo derecho de García.

El partido tuvo un ritmo infernal en el segundo tiempo porque la cancha, como consecuencia de la lluvia del sábado, estaba muy rápida; porque Lunati, tal vez culposo por el penal, no cobró muchas de las faltas de los defensores visitantes; y porque Boca no lograba ponerle freno en el medio al vértigo que imprimían los pibes de Racing (¿no demoró demasiado Ischia el cambio de Alvaro González por Dátolo?).

La vocación ofensiva de Moralez y compañía y los contraataques de Boca provocaron un ida y vuelta muy intenso y varias situaciones de gol. Parecía que Racing llegaba más por la presión que ejercía, pero las más claras fueron para Boca. Pudo ser 3-1 o 4-1 y también pudo ser empate. Los locales quedaron locos de contento; los racinguistas, satisfechos por el digno papel cumplido.


Estadio: Boca.

Arbitro: Pablo Lunati.

Goles: 40m Riquelme (B), de penal; 45m Sosa (R); 59m Riquelme (B).

Cambios: 45m Yacob (6) por Mercado (R); 68m Cavallero por Lugüercio (R); 73m A. González por Dátolo (B); 75m Mouche por Figueroa (B); 78m Prichoda por Zuculini (R); 83m Calvo por Morel Rodríguez (B).

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Figueroa no puede pasar ante la marca de Mercado. El delantero provocó el penal que luego convirtió Riquelme.
Imagen: Fotobaires
 
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