Un grupo de futbolistas de Argentinos quiso ingresar al vestuario de San Lorenzo, tras el partido, presumiblemente molestos por supuestas cargadas del volante Pablo Barrientos y del preparador físico Guillermo Cinquetti. El presidente de Argentinos, Luis Segura, dijo que “un integrante del banco de San Lorenzo provocó” a sus jugadores. Torrico, Caruzzo, Escudero, Ortigoza y Pavlovich fueron los que quisieron ingresar a la fuerza y le dieron fuertes golpes a las puertas de chapa del vestuario; el arquero Orion fue quien calmó los ánimos.