libero

Lunes, 14 de diciembre de 2009

FúTBOL › EN UN TORNEO DE BAJO NIVEL, LOS DE FALCIONI FUERON LOS MáS EFICACES

Era la gloria vestida de verde y blanco

Pese a caer ante Boca por 2 a 0 (dos goles de Palermo), Banfield se consagró campeón del Apertura. Mantuvo los dos puntos de ventaja sobre Newell’s, que cayó en el Parque Independencia ante San Lorenzo.

 Por Daniel Guiñazú

Banfield vive la hora más gloriosa de sus 113 años de historia. Es campeón de Primera por primera vez. Más de 4500 hinchas banfileños lloraron lágrimas felices en el tercer piso de la tribuna visitante de la Bombonera. Y más de 30.000 sintieron la emoción más intensa e inmensa de sus vidas en las tribunas del renovado estadio de Peña y Arenales, allá en el sur. Banfield perdió 2 a 0 ante el mismo Boca de siempre e igualmente celebró. Los méritos para dar la vuelta olímpica no los hizo ayer. Los hizo en las 18 fechas anteriores. Si el equipo de Julio César Falcioni fuera evaluado sólo por la actuación que tuvo en La Boca, nada bueno habría para decir sobre la calidad de los campeones y del fútbol que, casi todos los días, se juega en la Argentina.

A los 2 minutos del primer tiempo, llegó desde Rosario la noticia del primer gol de San Lorenzo. A los 7, Barraza le cometió una torpe infracción a Gaitán, pateando pelota y cara dentro del área, Palermo rompió su racha negativa con un tiro fuerte y recto, y ni siquiera ese 0-1 movilizó a Banfield. Sabía que aun con la derrota le alcanzaba para salir campeón y actuó en consecuencia. Sin el juego y sin el fuego que, se supone, se debería poner cuando se está a noventa minutos de cumplir el sueño más grande.

Le costó media hora exacta a Erviti y James Rodríguez que la pelota les corriese como les había corrido hasta ayer y eso lo pagaron muy caro Silva y Sebastián Fernández, que no fueron abastecidos como lo necesitaban para seguir siendo los delanteros que habían sido. Recién en el último cuarto de hora Banfield pudo controlar el juego y arrimarse al arco de Abbondanzieri. Antes, nunca había podido ser más o igual que otra versión del Boca lavado e inexpresivo que tanto decepcionó en el campeonato.

Ese Boca, en el segundo tiempo, se tiró atrás y lo dejó venir a Banfield. Y Banfield empezó a apuntarle sus pelotazos a la cabeza de Silva a la espera de que el uruguayo resolviera por arriba lo que no podía solucionarse por abajo. En los primeros nueve minutos de la etapa, Víctor López en dos ocasiones y Silva en la restante, ganaron en lo alto del fondo boquense. Daba la impresión de que a los empujones, el Taladro podía llegar al empate. Pero el segundo gol de Palermo y, sobre todo, el segundo de San Lorenzo en el Parque Independencia convencieron a Banfield de que no tenía sentido hacer ningún esfuerzo adicional para descontar o igualar. Todo lo habían hecho Newell’s y su mediocridad.

Si el campeón del Apertura no fue capaz de ganarle a la peor versión de Boca de los últimos diez años, ¿estamos en presencia del peor campeón también de la última década?. Los números, al menos, le cierran a Banfield: ganó más que nadie (14 partidos de 19), perdió menos que nadie (2 partidos) y estuvo 15 fechas invicto. Tuvo la valla menos vencida (11 goles en contra) y al goleador del campeonato (Santiago Silva con 14). Pero, más allá de los números y de la eficacia que ellos demuestran, en el fútbol valen las sensaciones. Y queda claro, entonces, que más allá de la limpia emoción de su gente por el éxito, este Banfield no dejará una huella profunda en la historia.

Falcioni armó el equipo a su imagen y semejanza. Este Banfield fue austero, serio y ordenado. Entregó fútbol cada vez que la pelota pasó por los pies de Erviti y James Rodríguez y tuvo el plus de un goleador inspirado como fue Silva. En un campeonato en el que los chicos mandaron, los grandes bajaron la cabeza, y los mejores (Estudiantes y Vélez) les apuntaron a otras metas, Banfield fue el mejor, sin dudas. Ahora, que con ese poco le haya alcanzado para dar la vuelta olímpica es todo un comentario del estado de las cosas del fútbol argentino en este diciembre de 2009.


Estadio: Boca.

Arbitro: D. Abal.

Goles: 7m de penal y 59m Palermo (Bo).

Cambios: 61m Marchant por Quinteros (Ba), 63m Mouche por Palermo (Bo), 65m C. García por J. Rodríguez (Ba), 72m Ladino por Barraza (Ba), 77m Krupoviesa por Marino (Bo) y 87m Araujo por Gaitán (Bo).

Compartir: 

Twitter

n Julio César Falcioni domina la escena. El festejo de Banfield por el merecido título.
Imagen: Julio Martín Mancini
 
LIBERO
 indice

Logo de Página/12

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados

Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.