El único refuerzo que sumó Boca hasta el momento, el mediocampista Matías Giménez, afirmó que fue recibido “de la mejor manera” por el plantel, y remarcó que luchó mucho para llegar a jugar en el club del que es hincha “desde chiquitito”. “Vengo a aportar lo mío y estoy dispuesto a jugar en el puesto que sea, donde me pida (Alfio) Basile, para poder ser parte de este gran plantel y aportarle mis virtudes al grupo, ya que hace mucho que no juego y sinceramente tengo muchas ganas de debutar con esta camiseta”, dijo ayer el ex Tigre.

En la tranquilidad de Tandil, Giménez indicó: “Estoy trabajando duro en esta pretemporada, la ansiedad ya me pasó y la verdad es que deseaba mucho este momento”. Giménez, nacido en la localidad de Apóstoles, en la provincia de Misiones, se inició futbolísticamente en las Inferiores de Tigre, donde debutó el 16 de agosto de 2003 cuando el conjunto de Victoria le ganó 3-0 a Talleres de Remedios de Escalada. “De Tigre tengo gratos recuerdos y también ingratos”, remarcó, refiriéndose a que el año pasado sufrió amenazas de la barra brava y admitió que “quería cambiar de aire” por esa triste situación vivida.

El volante contó que antes de llegar a Boca recibió ofertas de varios clubes de la Argentina, pero priorizó al equipo que dirige Basile porque es hincha de Boca “desde chiquitito”. “No solamente Boca se interesó por mí sino que varios otros clubes querían contar con mis servicios. Boca se decidió, fue, me buscó y gracias a Dios se resolvió todo rápido”, afirmó Giménez. Cuando fue consultado sobre qué piensa del grupo que ahora integra, respondió: “Los jugadores de Boca son futbolistas de excelente nivel. El objetivo es pelear el título, obviamente. Pienso que hay material suficiente para luchar por el torneo y seguramente vamos a estar peleando, no me cabe duda”, aclaró el jugador.