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Lunes, 15 de marzo de 2010

FúTBOL › UNA SEMANA ANTES DEL SUPERCLáSICO, RIVER SUMó UNA VICTORIA PELEADA CONTRA HURACáN

El resultado es lo único que no dejó dudas

El 2-0 del final, con goles de Filipetto en contra y Canales, dejó en segundo plano la discreta actuación del equipo de Astrada. Una rápida ventaja no le impidió jugar con irregularidad y tardó demasiado en asegurar el triunfo.

 Por Adrián De Benedictis

El desahogo que River tuvo ayer no sólo significó volver al éxito en este torneo sino que sirvió de impulso para lo que viene el domingo próximo: Boca. Como la irregularidad es la que domina a este plantel, una actuación apenas discreta como ante Huracán alcanza para aferrarse y esperar un futuro más auspicioso. El equipo se asemeja a ese estudiante universitario que reúne las condiciones para hacer una gran carrera, pero sus propias dudas son las que no le permiten acceder a los objetivos con firmeza y convicción.

Esas incógnitas son las que aparecen a lo largo de un mismo partido, y así las materias resultan más difíciles de aprobar. ¿Vega es el arquero confiable y seguro que sacó por arriba del arco un tiro de Peralta y otro de Toranzo con gran elasticidad, o es ése que no transmitió seguridad cuando salió a cortar los envíos aéreos y dejó a los delanteros visitantes en buena posición para que puedan definir?

¿Ferrero es el del primer tiempo, que controló con facilidad a Laurito y cerró a las espaldas de sus compañeros, o el de la segunda parte, que perdió la marca en varias jugadas de pelota detenida, donde Huracán estuvo cerca de convertir? ¿Juan Manuel Díaz es el lateral que casi no pasó al campo rival y se complicó en la marca de Clara durante la primera parte, o es el que exhibió tranquilidad para quitar la pelota y pasó al ataque lanzando la pelota al área para que Canales convierta el segundo gol?

¿Rojas es el volante que se asoció bien con Gallardo para generar el mejor juego de River, o es quien se perdió en su propia confusión durante el segundo período y casi no tuvo incidencia en la mitad de la cancha? ¿Pereyra es el volante capaz de controlar a Leandro Díaz y descargar rápido la pelota a sus compañeros, o es el que no gravitó en el complemento y dejó que su rival atacara con frecuencia por esa franja?

¿Funes Mori es el delantero que intimida con su presencia para provocar el error de Filipetto que desembocó en el primer gol del partido, o es ese que perdió en el mano a mano con Monzón en una gran oportunidad para desnivelar? ¿Canales es el que anticipó a Domínguez en el primer palo para marcar de cabeza, o es quien llegó por derecha y definió desviado cuando se encontraba sin marca ante el arquero?

¿Gallardo seguirá siendo el estratega que condujo a su equipo con su capacidad técnica para habilitar con precisión a sus compañeros, a pesar de sus inconvenientes físicos? ¿Ahumada seguirá controlando la zona central durante varios minutos, o perderá su posición para causar problemas de coordinación junto a Sánchez en ese sector de la defensa? ¿Ferrari aportará salida permanente por la derecha o se complicará como cuando intentó cortar los circuitos de Huracán en la mitad de la cancha?

Con estos interrogantes arribará River al superclásico. Y por lo que ofrece, para recibirse todavía le falta un tiempo.


Estadio: River.

Arbitro: Javier Collado.

Goles: 1m, Filipetto (H) en contra; 75m, Canales (R).

Cambios: 46m Balvorín (5) por Laurito (H); 67m, L. Nieto por L. Díaz (H); 68m, Rosales por Funes Mori (R); 78m, Affranchino por Gallardo (R); 81m, Benegas por Peralta (H); 87m, M. Díaz por Canales (R).

Recaudación: 660.032 pesos.

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Canales, el autor del segundo gol de River, contra Domínguez en el área de Huracán.
Imagen: Julio Martin Mancini
 
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