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Lunes, 18 de noviembre de 2002

FúTBOL

Entre el tobogán y el sube y baja

Por Facundo Martínez
y Ariel Greco

1 Independiente es, claramente, el mejor equipo del torneo. Nadie jugó tantos partidos en gran nivel y ningún conjunto mostró tanta contundencia a lo largo del torneo. Goleó a rivales complicados como Chacarita y Colón, se quedó con el clásico ante Racing con solvencia y se pudo recuperar a tiempo de una injusta caída ante River. Sin embargo, la excelente producción de los primeros partidos parece haber quedado en el olvido. Para colmo, ya no sólo no golea sino que ni siquiera gana. Hace tres fechas le llevaba ocho puntos a Boca. Hoy apenas tiene tres de ventaja. Por eso, si recupera la memoria, no tendría que tener problemas para quedarse con el título. Pero si repite las últimas actuaciones, la catástrofe se puede concretar.

2 Gallego encontró un gran equipo muy rápido, pero está quedando clara la diferencia que existe entre los titulares y los suplentes. La jerarquía del plantel es bastante inferior a la del equipo. Por eso, cada una de las ausencias tiene un peso demasiado importante. Ayer faltaron Franco y Federico Domínguez, y sus reemplazantes, Villavicencio y Pernía, no estuvieron a la altura. Además, la fragilidad física que viene mostrando Montenegro es otro impacto que a Independiente le cuesta asimilar. No pudo terminar los últimos partidos, ayer sólo aguantó 25 minutos y seguramente estará en duda hasta último momento ante Boca. Para colmo, Milito –otro irreemplazable– tiene cuatro amarillas, por lo que una amonestación ante Boca lo podría dejar afuera del último partido.

3 A falta del fútbol brillante de las primeras jornadas, Independiente encontró un nuevo argumento que le permite creer más en sus posibilidades. Luego de un comienzo flojo, Leo Díaz le está empezando a brindar seguridad a sus defensores. En los triunfos ante Central y Unión, y ayer ante Banfield, el ex arquero de Colón se transformó en figura. Cuando el equipo jugaba bien, Díaz era cuestionado. Ahora es uno de los puntales. El otro referente para mantener intactas las ilusiones es Milito. El zaguero es el mejor defensor del torneo y lo demuestra en cada partido. Quita, marca, juega, grita, ordena, empuja... un todo terreno. El tercer argumento para sostener las esperanzas es Silvera. A pesar de desperdiciar dos chances ante Banfield, el goleador del campeonato es una amenaza constante para las defensas rivales.

4 El condimento psicológico cuenta y mucho. Independiente ya era campeón hace varias fechas, justo cuando Boca lo sacó de carrera a River. Sin embargo, ahora tiene que revalidar su título justo ante Boca. Y el equipo de Tabárez ya estaba muerto, pero una racha de cinco triunfos consecutivos lo depositó en una posición bastante favorable, incluso mejor a la que soñaban sus propios jugadores. Ante ese panorama, es lógico que el escolta llegue agrandado, sin nada que perder y con todo por ganar. En cambio, para el líder surgen todos los temores de dejar escapar un campeonato imposible.

5 Más allá de que Boca se vaya acercando en las últimas jornadas, Independiente todavía cuenta con una ventaja numérica más que interesante. Si le gana a Boca es campeón, y hasta se puede dar el lujo de festejar con dos empates. En el peor de los casos, que pierda con los de Tabárez, igual mantendría su chance intacta, ya que un triunfo ante San Lorenzo en la última jornada le permitiría llegar a un desempate. Para Boca, la opción es ganar en Avellaneda para alcanzar la punta. En la última jornada, el escolta recibe a Central, a priori un partido más sencillo que San Lorenzo de visitante.

6 Marcelo Delgado se destapó y se convirtió en el protagonista exclusivo de la seguidilla de cinco triunfos consecutivos que le permitió a Bocallegar a las últimas dos fechas con chances propias de obtener el título que parecía destinado a Independiente. Buscando siempre la pelota, ordenando, desbordando y aportando velocidad y precisión en los últimos metros y, por supuesto, goles, el Chelo fue responsable, por contagio, del alza en el nivel de juego de sus compañeros. Fue el héroe frente a River, con dos golazos, después anotó el primero frente a Huracán, marcó el tanto de la victoria frente a Arsenal y ayer volvió a aparecer con remate de zurda que también significó el triunfo boquense. Si Delgado mantiene esta excelente racha y sus compañeros se le suman –el Mellizo parece estar siempre ahí, alternando malas con muy buenas, y Tevez, quien venía de sufrir un bajón importante en su producción, reapareció ayer con todas sus armas–, el hincha puede soñar con el triunfo frente a los punteros, que emparejaría totalmente la tabla de posiciones.

7 Tabárez encontró cierto equilibrio en la zona de volantes con el aporte de Ibarra y de Clemente Rodríguez, quienes eventualmente se alternan como defensores laterales por sus respectivas franjas. Por su parte, Alfredo Cascini, que había arrancado el torneo muy impreciso, se fue metiendo en la estructura del equipo y ahora, además de cortar el juego de los rivales, se las ingenia para hacer circular la pelota por sus huestes y para distribuir con destino más seguro. También apareció Matías Donnet -ayer jugó por el suspendido Battaglia, jugador clave en el mediocampo–, quien le aporta dinámica al equipo y tiene prácticamente asegurado el ingreso frente a Independiente en el lugar de Ibarra, expulsado.

8 Boca cambió y mejoró en el fondo con el ingreso de Schiavi, que permitió el desplazamiento de Burdisso más hacia la derecha y el de Diego Crosa hacia la izquierda, y el adelantamiento de los habituales laterales, Ibarra y Clemente. Acierto indiscutible de Tabárez, en las últimas presentaciones, la última línea abandonó el nerviosismo de las primeras actuaciones y se afirmó, llevándole tranquilidad a Abbondanzieri, otro de los que atraviesa un buen momento.

9 Lo que le puede preocupar a Boca en lo que queda del torneo es si podrá o no mantener intacta la efectividad encontrada. Y si tiene resto para seguir mejorando su juego. Porque, a pesar de los buenos resultados, parece costarle demasiado mantener durante los desarrollos el dominio con el que comienza los encuentros. Son muchos, y muchas veces largos, los baches de desconcierto en lo que suele caer el equipo, algo que pueden aprovechar tanto Independiente como Central, sus últimos contrincantes. Ayer, contra Talleres, Boca disminuyó notablemente su rendimiento y pudo haber empatado un partido que se le presentaba fácil.

10 Desde la llegada de Tabárez, a Boca no le fue bien en los clásicos. En este torneo empató de local frente a San Lorenzo, que se había puesto en ventaja por 2-0, luego perdió increíblemente frente a Racing 4-3, también en la Bombonera, tras haber estado dos goles arriba. Lo que ya parecía una constante de la era Tabárez cambió para bien con la victoria por 2-1 frente a River en el Monumental y queda esperar el próximo domingo para corroborar la inversión. No será fácil, ya que los de Américo Gallego han hecho méritos suficientes como para quedarse con todo.

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