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Lunes, 13 de diciembre de 2010

FúTBOL › DIEZ RAZONES DE LA CONSAGRACIóN DE ESTUDIANTES COMO CAMPEóN DEL APERTURA 2010

Le sobró reacción para superar las adversidades

Lesiones y suspensiones lo privaron de varios de sus futbolistas durante buena parte del certamen, pero le sobró funcionamiento con los suplentes, y la eliminación de la Sudamericana operó como un gran aliciente para acelerar rumbo al título.

 Por Ariel Greco

1 Siempre se dice que la columna vertebral de un gran equipo la conforman el arquero, un zaguero, un volante central, un armador y un centrodelantero: el 1, el 2, el 5, el 10 y el 9. Sin tener exactamente esas características, el Estudiantes campeón puede llenar ese formulario con Orion, Desábato, Braña, Verón y Gastón Fernández. Con esa base, más el aporte complementario del resto, el conjunto platense construyó su sueño de campeón.

2 Durante el torneo, las lesiones y suspensiones le privaron al entrenador Sabella de contar con muchas figuras a lo largo de varias fechas. Orion, Braña, Verón, Desábato, Gastón Fernández, Hernán Rodrigo López y Enzo Pérez, entre las piezas más importantes, se perdieron más de un partido. Sin embargo, con el aporte de juveniles como Hoyos, Rojo y Fede Fernández, o piezas de recambio como Stefanatto, Leandro González o Juan Pablo Pereyra, el DT se las ingenió para disimular las ausencias y que el rendimiento no se resintiera.

3 Los problemas que tuvo Estudiantes con las bajas obligaron a su entrenador a cambiar el esquema en varias ocasiones. Por ese motivo, Sabella utilizó, indistintamente, línea de tres o línea de cinco para defender; jugó con un solo delantero, con dos atacantes o con dos media punta; superpobló el mediocampo. En definitiva, esa versatilidad táctica le sirvió para disimular carencias y potenciar sus virtudes, para superar a sus ocasionales rivales. Allí radica otra parte del mérito de Sabella.

4 Pese a haber dejado de lado su localía habitual en el estadio Ciudad de La Plata por las remodelaciones para la Copa América, Estudiantes igual se hizo muy fuerte jugando en esa condición en la cancha de Quilmes. Los nueve partidos que disputó en el Centenario, entre ellos el que jugó ante el propio dueño de casa, los ganó con autoridad. Y de los nueve rivales, sólo Argentinos le pudo convertir un gol cuando Ciro Rius puso el 1-0 parcial, aunque luego lo pudo revertir y terminó imponiéndose 3-1. Con esa fenomenal cosecha como local, con 27 puntos, construyó una campaña extraordinaria, que luego completó con una buena aceptable sumatoria también como visitante.

5 Estudiantes supo administrar la ventaja que acumuló en la primera mitad del torneo y llegó con lo justo a quedarse con el título, pese al envión final de Vélez. Para ello fue clave el partido entre ambos, en la fecha 12ª, que finalizó 0-0 en Liniers, cuando el ahora campeón llevaba tres puntos de ventaja. En un encuentro feo, casi sin situaciones de gol, pero jugado como propuso Estudiantes, el equipo de Sabella superó el examen y mantuvo la diferencia. La otra gran mano, paradójicamente, la recibió de Gimnasia, que en la fecha 15ª le sacó los únicos puntos que perdió el conjunto de Ricardo Gareca en las últimas siete fechas, cuando cosechó seis triunfos y esa igualdad.

6 Sin los tantos que garantizaba un goleador como Mauro Boselli, la cuota anotadora para ser el segundo ataque más efectivo del torneo, Estudiantes la compensó con conquistas desde todas las posiciones. Salvo Ré y Orion, el resto de los habituales titulares consiguió tantos. En total, 15 jugadores lograron convertir al menos un gol, además del que hizo Dutari en contra en el triunfo ante Godoy Cruz. Gastón Fernández, con apenas seis tantos, fue el máximo goleador del campeón, en el que ocho jugadores hicieron su aporte de un gol, para llegar a los 32 totales. Por el contrario, Vélez, el más efectivo, concentró 29 de sus 33 tantos en cuatro jugadores (Silva, Martínez, Cristaldo y Moralez).

7 El bloque defensivo fue fundamental para la obtención del título. En 19 partidos, Estudiantes apenas recibió ocho goles, lo que entrega un magnífico promedio de 0,42 tanto por partido, para tener la valla menos vencida del certamen. Lo curioso es que cuatro de esos goles los sufrió ante All Boys y Tigre, en los dos partidos que perdió en el certamen. Además, en trece compromisos consiguió mantener su arco invicto. En ese sentido, el aporte de Orion fue importante, aunque lo más significativo pasó por la labor colectiva, ya que Taborda, el arquero suplente, también participó en cuatro encuentros.

8 A lo largo del certamen no le pesaron los partidos ante los equipos grandes. En la sexta fecha venció 2-0 a Racing, en la octava derrotó 1-0 a Boca, en la novena superó como visitante 1-0 a San Lorenzo, cuando se consolidó como puntero; en la decimosexta batió 2-1 a Independiente en un duelo clave, y en la penúltima goleó 4-0 a River en el Monumental. Además se sacó de encima el clásico (2-0) ante Gimnasia con mucha solvencia.

9 La prematura eliminación en la Copa Sudamericana a manos de Newell’s terminó siendo beneficiosa. De otra manera hubiese sido muy difícil mantener el ritmo de dos competencias, teniendo en cuenta la racha de lesiones que atravesó a lo largo del campeonato. Sin otro motivo para distraerse, Estudiantes se pudo focalizar en el Apertura y dosificar sus esfuerzos en un solo frente. Los resultados están a la vista.

10 El click del campeón se produjo después de la séptima fecha, cuando perdió como visitante ante All Boys. Esa misma semana había quedado afuera de la Sudamericana y Juan Sebastián Verón lanzó una dura advertencia, en la que pidió mayor compromiso para algunos de sus compañeros. “En el plantel tenemos varios remolones”, disparó el capitán, que dio el ejemplo con su actitud. “Sería más fácil tirarme en una camilla y verlo de afuera”, dijo en aquel momento, aquejado por una molestia. Tras esas palabras, Estudiantes superó 1-0 a Boca, 2-0 a Gimnasia en un postergado y 1-0 a San Lorenzo como visitante, todo en una semana. Con esos puntos llegó a la cima y ya nunca más la abandonó: Vélez sólo llegó a emparejarlo en la jornada 14ª.


Estadio: Quilmes.

Arbitro: Pablo Lunati.

Goles: 74m y 87m H.R. López (E).

Cambios: 59m H.R. LOPEZ (8) por Verón (E); 61m Esmerado por Ortiz (A); 75m Alustiza por Mosca (A); 83m M. Sánchez por G. Fernández (E); 89m Roncaglia por Braña (E).

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La Gata Gastón Fernández, con el trofeo del Clausura 2010, llevado en andas por los hinchas durante la vuelta olìmpica en cancha de Quilmes.
Imagen: Télam
 
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