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Lunes, 7 de febrero de 2011

FúTBOL › CON ESTUDIANTES HERIDO, VéLEZ EN LA COPA, RIVER MIRANDO LOS PROMEDIOS...

Boca busca lustrar la chapa de candidato

Trajo técnico nuevo, contrató buenos refuerzos y apuesta a la solidez del medio hacia atrás como carta de triunfo en el Clausura 2011, que arranca el viernes. Racing y San Lorenzo asoman como posibles enemigos, sin distracciones continentales.

 Por Daniel Guiñazú

Otra vez, ante la inminencia de un campeonato, Boca vuelve a aparecer como el gran candidato. Pasó lo mismo en el Apertura y ya sabe cómo terminó la historia, con Claudio Borghi eyectado antes de tiempo de su cargo de técnico y el equipo otra vez envuelto en la mediocridad. Ahora que el Clausura está al alcance de la mano, la trama vuelve a repetirse pero con protagonistas diferentes.

Llegó Julio César Falcioni como nuevo entrenador para sentarse en un banco que más que banco parece una silla eléctrica. Y le sirvieron con cuchara grande. Le trajeron todo lo que pidió o casi. Como para que no le quede escapatoria a la hora de armar un equipo que salga campeón. Si conseguir refuerzos de jerarquía es casi imposible para la mayoría de los clubes, Boca no tuvo problemas: obtuvo a Walter Erviti, Leandro Somoza y Diego Rivero, todos titulares en sus anteriores equipos, para potenciar la mitad de cancha. Y va por más. Falcioni pidió un delantero externo para alternarlo con Pablo Mouche y es posible que los dirigentes esta semana le terminen dando el gusto.

Estas incorporaciones, sumadas a Juan Román Riquelme (¿cuántos partidos le permitirán jugar su maltrecha rodilla izquierda y sus músculos sobrecargados?), Martín Palermo (¿recorrerá el último semestre de su asombrosa aventura como goleador?) y Sebastián Battaglia le conceden a Boca un nítido perfil de candidato que el fútbol del verano se encargó de delinear: ganó tres partidos (Independiente, River y San Lorenzo), igualó con River en Mendoza y alzó dos copas a base de un estilo a cara de perro forjado a imagen y semejanza de Falcioni.

Es todo un dato que Boca renovará su apuesta histórica a la solidez, el despliegue intenso y la eficacia. Resultará difícil ganarle. El reto, en todo caso, pasará por adosarle buen juego y cierto condimento estético. Si Erviti sintoniza rápido la onda con Riquelme y Battaglia y Somoza hacen pie firme en el medio, Boca será cosa seria: tendrá presencia y gran generación de fútbol para abastecer a Mouche y a Palermo, aun si Riquelme jugara salteado y Erviti debiera hacerse cargo del armado. Ahora, si vuelve a suceder lo mismo del Apertura, los nuevos no fraguan, los históricos sienten el ajetreo de los años y Falcioni no puede controlar la interna caliente del vestuario entre Riquelme, Palermo y los suyos, el peso de la decepción será inmenso. Boca es el favorito de todos, acaso más que otras veces, y costará encontrarle explicaciones a un nuevo fracaso en medio de tantos en los últimos dos años.

Mucho más si se tiene en cuenta que, a priori, no aparecen grandes enemigos a la vista. Racing y San Lorenzo pueden llegar a serlo: no tienen que jugar la Copa y el Clausura y se han reforzado convenientemente aunque todo dependerá de cómo arranquen y de la onda que se vaya armando alrededor. Racing recuperó la fogosidad de Franco Zuculini en el medio y consiguió a Teófilo Gutiérrez, un goleador colombiano que puede dar que hablar, complementando la calidad y la inteligencia de Gio Moreno. San Lorenzo fue el que más movió el mercado luego de su pésimo 2010. Hizo una gran incorporación con Néstor Ortigoza, llegado desde Argentinos para darle a su media cancha todo el juego que no tuvo y también a jugadores (el peruano Carmona, el paraguayo Velázquez, el uruguayo Salgueiro, el defensor Jonathan Ferrari) que habrá que ver si satisfacen o no el ojo exigente de Ramón Díaz.

Independiente, con seguridad, volcará sus pocas fichas a la Copa Libertadores, y Estudiantes, Vélez y Godoy Cruz, los tres mejores del año pasado, también estarán dedicados a la competencia continental, más allá de que se declare que se apostará por los dos frentes. Sólo en caso de una rápida eliminación en la Copa, estos equipos devolverán la atención al torneo local buscando recuperar en casa el terreno perdido.

Además, ninguno de este trío es lo que fue dos meses atrás. La abrupta partida de Alejandro Sabella y la llegada como nuevo técnico de Eduardo Berizzo sacudieron a Estudiantes, que deberá empezar de nuevo en medio de una incógnita: ¿irá Berizzo a La Plata a aplicar la idea futbolística de Marcelo Bielsa, de quien fue principal asistente en el seleccionado chileno? Vélez, por su parte, mantuvo intacta la base que peleó el título del Apertura, trajo a David Ramírez, uno de los mejores jugadores del torneo anterior, y repatrió al correntino-mexicano Guillermo Franco, pero perdió casi todo lo que jugó en el verano. Y Godoy Cruz no retuvo a su técnico, Omar Asad (el uruguayo Jorge Da Silva tomó su lugar), se desmembró del medio hacia delante con las idas de Ramírez, Jairo Castillo y César Carranza y no parece haberse reforzado como para soportar el peso de la doble competencia.

Pero más allá de lo que depare la lucha por el campeonato, el Clausura tendrá otro foco de atención: la pelea por la permanencia. Y como por allí andará River, los reflectores apuntarán todo el tiempo a esta discusión. Los millonarios tuvieron un mal verano: no ganaron ninguno de los cuatro partidos que jugaron, incluidos los dos superclásicos, y sólo se reforzaron con Fabián Bordagaray en lo que pareció más una devolución de gentilezas que una contratación con real sentido futbolístico.

La lesión de Juan Pablo Carrizo, vital en la campaña del Apertura tanto en la cancha como en el vestuario, sumó otro motivo de preocupación en el mundo millonario que mirará con lupa lo que haga en el arco su joven reemplazante, Leandro Chichizola. No parece tener mal equipo River y hasta es posible que al final termine haciendo mejor campaña que lo pensado. Pero el escaso volumen de juego del verano, la soledad en la que se debatió arriba Mariano Pavone, la inexperiencia de chicos que, como Erik Lamela y Manuel Lanzini, prometen muchísimo, pero todavía están tiernos para ponerse la ropa de salvadores y cierta inconsistencia anímica, han encendido las alarmas rojas en sus hinchas. El técnico, Juan José López, por las dudas, se curó en salud: “Con 33 o 34 puntos, estoy conforme”, dijo para avisar que no tiene con qué pelear el campeonato, pero sí para ponerse holgadamente a resguardo de la Promoción.

En esa pulseada por zafar de las fatídicas cuatro últimas plazas de la tabla de promedios, también estarán involucrados Olimpo, Quilmes (los dos más comprometidos), Gimnasia (que por tercer año consecutivo en esta situación, apostó muy fuerte con el regreso de su ídolo, Guillermo Barros Schelotto y con Angel Cappa como DT y quedó muy golpeado tras el 0-3 del sábado en el Bosque ante Banfield), Huracán y Tigre (con el debut de Rodolfo Arruabarrena como DT). All Boys mirará todo desde más lejos con un capital de 26 puntos que lo ponen en una posición más aliviada, y con Ariel Ortega como atracción especial.

Es posible que el Burrito juegue en All Boys sus últimos partidos como profesional. Y éste será también uno de los atractivos del campeonato que arranca este viernes. Varios ídolos y referentes del fútbol argentino de los últimos quince años anuncian su retiro tras este certamen. Que Martín Palermo, Matías Almeyda, Juan Sebastián Verón y Guillermo Barros Schelotto hayan dicho que éste será el último torneo de sus brillantes carreras, le da cierto toque melancólico a un Torneo Clausura que se espera con la ansiedad futbolera de siempre y con la esperanza de que aburra menos y sea mejor que un Apertura que a veces, resultó difícil de soportar.

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Acaso más que en otras oportunidades, Boca es el más favorito, después de lo hecho en el verano.
 
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