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Lunes, 21 de febrero de 2011

FúTBOL › UNA VICTORIA CON ESCASO RELIEVE DE ESTUDIANTES

Para salir de terapia intensiva

Después de la paliza humillante que recibió en Brasil por la Copa Libertadores ante el Cruzeiro, el equipo de La Plata precisaba una inyección de confianza. Lo consiguió con Quilmes, aunque el fútbol estuvo ausente.

 Por Daniel Guiñazú

Después de la patinada copera de la semana en Brasil, Estudiantes tenía que ganar para dar una prueba de carácter. Y ganó. Y no mucho más que eso. Es cierto que pudo haber estirado el resultado mucho más allá del 1-0 final. De hecho, estrelló tres pelotas en los palos de Quilmes y desperdició varios contraataques propicios en el segundo tiempo. Pero, dejando de lado el resultado y la punta compartida con Olimpo, la victoria no le hizo demasiadas concesiones al optimismo. Jugando así le será difícil sostener una marcha triunfal en la Copa y en el Clausura.

Fue tan malo su primer tiempo que su única llegada fue el gol de Mercado a los 45 minutos. Después se enredó con la pelota tanto como ante Cruzeiro. Leandro Benítez volvió a pasársela más a los contrarios que a los compañeros, Barrientos mostró sólo un par de toques delicados de zurda, Enzo Pérez se empeñó en la maniobra individual y a Hernán Rodrigo López el juego le llegó poco, mal y generalmente de espaldas. Quilmes se quedó con un hombre menos por la expulsión de Kalinski a los 32 minutos. Y en esos trece minutos restantes, en verdad en toda la tarde, no fue posible advertir cuál de los dos equipos tenía once jugadores en la cancha y cuál diez.

En el segundo tiempo, al menos Estudiantes recobró aquella vieja solidez defensiva. Eso sí: puso ocho hombres por detrás de la línea de la pelota para aguantar las voluntariosas embestidas sin ideas de Quilmes. Y salió de contraataque a partir de las corridas de Enzo Pérez y de Leandro González (entró por el uruguayo López cuando Berizzo entrevió que el partido se daba de esta manera). Con los espacios a favor, Estudiantes tuvo todas las situaciones que antes le habían faltado. Desábato estrelló un cabezazo en el travesaño, Leandro González, solo frente al arco, otro en el palo y el mismo González, luego, pegó otro remate en un poste. Mientras tanto, Quilmes (Madelón quemó sus cambios a los cinco minutos de la etapa final) chocó sin futuro hasta complicar su endeble situación en la tabla de los promedios más de lo mucho que ya está.

Si la medida era la noche negra de la Copa, Estudiantes asomó la cabeza. Claro: ante Cruzeiro jugó tan mal que poco le bastaba para mejorar. Pero al campeón del fútbol argentino se le debe exigir mucho más. Tiene con qué satisfacer la demanda. El tema es que al equipo se lo ve trabado. La abrupta partida de Alejandro Sabella de la dirección técnica fue un golpe demasiado grande. Y da toda la impresión de que el impacto todavía no ha sido asimilado.


Estadio: Quilmes.

Arbitro: Sergio Pezzotta.

Gol: 45m, Mercado (E).

Cambios: 36m, Coronel (4) por Varela (Q); 46m, Cauteruccio (3) por Garnier (Q); 50m, Caneo (4) por Raymonda (Q); 54m, L. González (5) por H.R. López (E); 57m, Roncaglia (5) por Ré (E); 82m, M. Núñez por E. Pérez (E).

Incidencia: 35m, expulsado Kalinski (Q).

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Gabriel Mercado, el autor del único tanto del partido.
Imagen: Fotobaires
 
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