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Lunes, 23 de mayo de 2011

FúTBOL › EMPATE DE ARSENAL Y BOCA, CON RIVER COMO REFERENCIA

No fue chicha ni limonada

Dos veces ganaba Arsenal. Dos veces empató Boca, que casi lo ganó sobre la hora con un cabezazo de Palermo que salvó Campestrini. Obolo y López, los goles del local; Viatri y Mouche, los de la visita.

 Por Juan José Panno

Boca fue a menos –pueden pensar hinchas de Boca envenenados por el sentimiento anti River y pueden exhibir como pruebas los errores repetidos de la defensa en los centros aéreos; la poca marca a Obolo cada vez que la pelota caía cerca del punto del penal; las patadas de Insaurralde que le valieron una amarilla que pudieron ser dos porque Pezotta se hizo el gil en una; el grave error de Luchetti en el segundo gol, cuando fue a buscar lejos del arco un pelotazo frontal que no entrañaba ningún peligro; las desatenciones de Monzón, incapaz de darse cuenta nunca si un delantero aparecía a sus espaldas–.

Pero por la cabeza de ningún jugador de Boca pasa la idea de beneficiar a Arsenal con la intención de perjudicar a River con el meneado asunto de la Promoción porque:

- Boca no está para regalarle puntos a nadie.

- Tiene que sumar, ya que el promedio para el próximo torneo es muy bajo.

- Está buscando un lugar en la Copa Sudamericana, dado que hace rato se lo ve lejísimo de la Libertadores.

Boca fue al frente y basta con ver cómo buscó en el último tramo del partido, con un remate fenomenal de Chávez que salvó Campestrini y luego con un cabezazo de Palermo que también cubrió el arquero junto a un palo.

Que Boca tenga altibajos es otra cuestión. De a ratos parece convencido de la necesidad de poner la pelota contra el piso y juntar a los que más saben para progresar en el toque; de a ratos es puro pelotazo sin sentido. Arsenal padeció los pocos buenos momentos de su rival y se benefició de su incapacidad para responder a los centros que llovían desde diferentes lugares. Con un centro desde el costado, el equipo local marcó el 1-0, con un centro frontal, el 2-1. El recurso, no por repetido, dejó de resultarles útil a los muchachos de Gustavo Alfaro.

Boca jugó mejor en el segundo tiempo con el ingreso de Viatri (metió el primer empate de cabeza, error del arquero) y especialmente en el último segmento, cuando entró el Burrito Rivero por Erviti y se aprovechó del cansancio generalizado.

En líneas generales, el partido fue malo, confuso, embarullado, pero tuvo momentos de mucha tensión desde la media hora del segundo tiempo y hasta la pitada final. En ese lapso llegó el segundo gol de Boca, el empate definitivo, marcado por Mouche en una jugada en la que había offside (y no pasivo porque la pelota iba hacia él) de Palermo. Antes hubo un gol mal anulado a Insaurralde, como para compensar.

El empate terminó conformando a todos.


Estadio: Arsenal.

Arbitro: Sergio Pezzotta.

Goles: 22m Obolo (A); 53m Viatri (B), 60m López (A), 81m Mouche (B).

Cambios: 46m Viatri por Colazo (B), 68m Mosca por Caffa (A), 69m Rivero por Erviti (B), 83m Franzoia por González (A).

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Mouche lucha por la posesión de la pelota con Lisandro López.
Imagen: Télam
 
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