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Lunes, 11 de julio de 2011

FúTBOL › EL CLUB DE NúñEZ AFRONTA UNA INéDITA ETAPA EN SU VIDA INSTITUCIONAL, A PUNTO DE JUGAR LA B NACIONAL

En la AFA se discute qué hacer para auxiliar a River

Fuentes de la entidad aseguran a Líbero que el club de Núñez recibirá de alguna manera los 30 millones de pesos que cobró en la última temporada, pese a haber perdido la categoría.

 Por Gustavo Veiga

Crisis y cambio suelen ir de la mano. Si por el descenso de River se entiende que marca una ruptura –krisis, del griego, significa eso–, el fútbol nacional no debería desperdiciar esta nueva oportunidad. Un paradigma (que ninguno de los dos equipos más grandes podía bajar a la B) acaba de derrumbarse, y ya se discuten la futura organización, economía y expectativas de nuevos y viejos torneos de cabotaje. Se viene la Copa Argentina. El mapa –salvadas las distancias del caso– parece el de la post-Guerra Fría. Una superpotencia perdió la categoría, hay otras que no alcanzan a discutirle la supremacía a Boca (hegemónico en títulos internacionales durante la década anterior), el Ascenso siempre ninguneado se revalorizó a la fuerza y, como en la monumental obra de León Gieco, De Ushuaia a La Quiaca, parecemos dispuestos a dar vueltas por el país con la pelota a cuestas. La Copa América postergó los grandes debates que se avecinan, pero en el ambiente donde se toman las decisiones de peso, en el interior o muy cerca del despacho de Julio Grondona, se habla de cómo evitar que el club de Núñez pierda sus históricos ingresos, cómo pilotear la Selección Nacional si se precipita una eliminación inesperada o, lo que es lo mismo, cómo sacar al fútbol argentino de un umbral parecido al que nos llevó hacia el Mundial del ’58, también conocido como el Desastre de Suecia. ¿Será para tanto? ¿Quién lo sabe? ¿O acaso alguien podía vaticinar la debacle deportiva de River sin temor a equivocarse?

Hoy se sabrá si la Argentina continúa en la Copa América, un dilema existencial que jamás se le hubiera ocurrido plantear al menos optimista de los hinchas en la primera fase. Embargado el futuro de la Selección hasta la medianoche (a esa hora se sabrá el resultado con Costa Rica), el tema omnipresente en todos los medios es la situación del gigante descendido. No sólo porque fue tapa desde el mismo instante en que se produjo: también porque abrió las páginas de los diarios durante varios días y desplazó hacia atrás a las noticias políticas.

En la AFA se discute por lo bajo de qué manera auxiliar a River a pesar de su alto endeudamiento. José María Aguilar percibió por adelantado derechos televisivos con los cuales no pudo contar su sucesor apenas asumió. Passarella hizo lo mismo en 2010 para paliar las deudas que le dejó el peor presidente de la historia. La casa del fútbol, como si fuera el FMI, fomentó ese endeudamiento irresponsable. Resultado: pese a la bravata con que se despachó contra Grondona después del superclásico, el Káiser será auxiliado nuevamente como si nada hubiera pasado. “Le van a dar por debajo de la mesa unos 30 palos”, le confió una fuente de la AFA a este periodista. ¿Qué puede importarles a los dirigentes en general si son muy pocos los que no deben?

Vicente Celio, el presidente de Chacarita, dijo en TyC Sports que no tendría problemas si le pagaran a River más dinero que al resto de los diecinueve clubes de la B Nacional. Sólo puso una condición: que los demás reciban un aumento sobre los 70 millones de pesos anuales que cobran de Fútbol para Todos, lo que equivale a 3,5 millones por cada institución. No habría quórum para que se levante la prohibición de concurrencia que rige en el Ascenso, a pesar de las millonarias recaudaciones que generarían las visitas del equipo que dirigirá Matías Almeyda. Se teme a los Borrachos del Tablón y los incidentes que pudieran causar.

La salvación deportiva que River no consiguió en las canchas hasta el último minuto que estuvo en Primera comienza a vislumbrarse en su tesorería. Ya empezó a ganar este partido. Passarella había dicho en un reportaje reciente que en la B Nacional sería más fácil sanear al club. Con la venta del pibe Erik Lamela a la Roma de Italia (12 millones de euros) acaba de dar el primer paso. No se colocaba a un futbolista en una cifra de ese calibre desde diciembre de 2006, cuando Gonzalo Higuaín pasó al Real Madrid en 18 millones de dólares. En ese momento, al club le quedaron 10,5 millones. El resto fue a parar a los bolsillos de un grupo inversor liderado por Pinhas Zahavi, un empresario israelí al que Aguilar siempre consideró con esmero en sus operaciones.

La economía devastada con que se encontró Passarella a poco de asumir no pudo haberlo sorprendido. Varios dirigentes que lo acompañan trabajaron en River durante una o las dos gestiones de Aguilar: Diego Turnes, Daniel Bravo, Luis Renzi, Federico Aurelio y Hugo Carreras, entre otros. El primero, su actual vicepresidente, integraba la Comisión Fiscalizadora.

Los denuestos que acapara a su paso el ex presidente dejaron de ser noticia por lo reiterativos, pero no el respaldo que le dio Grondona durante la semana que pasó. En una entrevista que le realizó Cadena 3 de Córdoba, le tendió un puente a Aguilar: “Hizo un gran trabajo y fue un pilar para nosotros, para que no nos sacaran la bendita prórroga y para que no desmantelaran al fútbol argentino de todo el patrimonio de los jugadores”. Corroboró los dichos del viejo conductor de la AFA el ex presidente de un club de Primera. “Cuando a fines de 2005 hubo un embate de los clubes europeos para llevarse a futbolistas juveniles con el apoyo de la Federación Internacional de Jugadores Profesionales (Fifpro), su aporte sirvió para advertir que podían levantarse las banderas en defensa del fútbol sudamericano.” Quien habla compartió más de un viaje a la FIFA con Aguilar antes de que su imagen cayera demolida a mazazos.

Cuando Passarella declaró que no se iría del club “como un presidente chorro”, aunque no mencionó a quién se refería, Aguilar se dio por aludido. A través de sus abogados le mandó una carta documento que finaliza así: “Queda legalmente intimado a que en el plazo de 24 horas proceda a rectificar sus dichos; aclarando la cuestión por las mismas vías en que profirió las expresiones que se consideran agraviantes para con el honor de nuestro representado, calificando al doctor Aguilar, entre otras cosas, de ‘chorro’. De lo contrario, tenemos instrucciones de promover de inmediato las respectivas acciones judiciales en el ámbito penal y civil contra su persona”.

El peor presidente de la historia, hoy un cadáver político (aunque a ciertos funcionarios los seducía la idea de postularlo como candidato a jefe de Gobierno porteño), inició una contraofensiva que se compadece con los trámites judiciales que lo requieren. River opacó a Boca por presencia en los medios y las tribulaciones del doctor Aguilar ocupan un porcentaje no despreciable de sus páginas.

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n Daniel Passarella encara la temporada de River en la B Nacional con un puñado de buenas noticias.
Imagen: Télam
 
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