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Lunes, 24 de septiembre de 2012

FúTBOL › EN UN PARTIDO LLENO DE PARADOJAS NO SE DIO LA PATERNIDAD HISTóRICA DEL CLáSICO

Centro de River, gol de Racing

Mucho clima afuera y poco juego adentro, en el encuentro que Racing ganó con un poco de suerte, sin merecerlo, con un cabezazo de Cahais.

 Por Juan José Panno

River le suele ganar a Racing con la camiseta. La de la banda, la del Torino, la negra... la rayada, la que no tenía publicidad, las de Carta Credencial, Sevel, Peugeot, Quilmes, Petrobras, BBVA, Fate y siguen las firmas,.. Hasta ayer al mediodía en 181 partidos jugados se habían dado 90 victorias de River, 48 empates y sólo 43 triunfos de Racing. Con camiseta de manga larga o corta, con camisa o con remera de cuellito redondo o escote en V, siempre arriba los de Núñez. En 89 partidos en el Monumental, 51 triunfos de River, 28 empates y apenas 10 victorias de Racing.

Ayer estaba todo dado para que se escribiera un nuevo capítulo de la paternidad desde el mismo momento en que los dos encararon el partido como si el resultado estuviera predestinado: River se propuso ir siempre al frente tal vez pensando que inexorablemente por el peso de sus avances iba a llegar al gol y consecuentemente al triunfo mientras que Racing acomodó sus piezas como para arañar el empate. Y como Racing jugó a nada o casi nada y River intentó mucho y generó más bien poco, el partido fue malísimo, calificativo que surge como promedio de un primer tiempo espantoso y un segundo malo.

Pasó muchas veces que con la simple fórmula de darle para adelante frente a un rival apichonado, River liquidó a Racing. Esta vez no alcanzó. Porque es el indudable padre de Racing, pero en estos tiempos es hijo de sus fantasmas, de las sombras que lo persiguen. Tal vez por todo esto se dio la gran paradoja de que perdió por un cabezazo en un partido en el que tiró centenares de centros. El fútbol tiene estas cosas. Y en esa línea ocurrió que hubo un impresionante colorido en las tribunas mientras todo lo que pasaba sobre la cancha era gris.

Los hinchas de River terminaron estallando de bronca por la nueva frustración, mientras los de Racing deliraban de entusiasmo, pero pudo ser exactamente al revés si Trezeguet le hubiera embocado al arco al recoger uno de los tantos centros lanzados, sobre la mitad del segundo tiempo. “Movete//deja de joder”, cantaron los de Racing cuando creyeron que se venía la noche. “Movete//deja de joder” cantaron unos minutos más tarde los de River luego del cabezazo de Cahais.

Entre las perlas que dejó un partido tan malo como curioso hay que anotar las declaraciones del entrenador de Racing, Luis Zubeldía,

Dijo cosas como éstas:

- “Ellos tenían que atacar, nosotros teníamos que sumar”

- “No nos alcanzaba para defender y atacar”

- “Racing necesita un colchón de puntos”

- “Nos convenía que River tirara centros porque nuestros defensores estaban bien parados”

- “Si salía mal, no lo iba a poder explicar”

Todo esto lo expresó en tono de analista profundo, como si estuviera hablando de física nuclear. También pudo haber dicho: “Estos nos tienen de hijos y nos ganan con la camiseta y nosotros, que no tenemos nada, hacemos lo que podemos. Tuvimos suerte y se nos dio, aunque los dos técnicos deberíamos pedirle perdón a la gente porque el partido fue muy malo”. Pero no, no dijo nada de eso. Y si lo dijo en la intimidad, su voz fue tapada por el grito de los eufóricos fanas racinguistas. Así estamos.

epigrafe

Estadio: River.

Arbitro: Pablo Lunati.

Gol: 69m Cahais (RC).

Cambios: 8m Affranchino (6) por Maidana (RP); 53m Mora (5) por Sánchez (RP); 56m Lanzini (6) por Aguirre (RP); 58m Camoranesi (5) por Sand (RC); 71m Corvalán por Villar (RC); 84m Aued por Centurión (RC).

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Imagen: DyN
 
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