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Lunes, 12 de mayo de 2014

FúTBOL › LOS HINCHAS DE BOCA FALLARON CLARAMENTE EN SU FAVOR

Riquelme fue amo y señor de la Bombonera

Pudo haber sido su último partido en el estadio de Boca si los dirigentes no le renuevan el contrato, pero la gente pidió de manera masiva por su continuidad y lo disfrutó en la cancha.

 Por Facundo Martínez

La tarde fue completa para Juan Román Riquelme, el ídolo cuyo futuro en Boca sólo parece ser puesto en duda por la dirigencia y la barra brava, en otra sintonía con respecto a los deseos de la gran mayoría de hinchas que ayer asistieron a la cancha para alentar la continuidad del volante. “¿De qué dudan? Román es Boca”, decía una de las tantas banderas que los hinchas le dedicaron al volante, que de no renovar su vínculo habría jugado ayer su último encuentro con la camiseta de Boca en la Bombonera. El futuro es incierto, pero el presente no deja espacio para las especulaciones. Los hinchas y los socios de Boca volvieron a pedir por Riquelme porque, a todas luces, no quieren que se vaya.

“Román, puro sentimiento bostero”, rezaba otra bandera colgada atrás del arco que da al Riachuelo. Los hinchas no esperaron la salida del Diez para comenzar a pedir por él, por la renovación. “Riquelme es de Boca, de Boca no se va”, se escuchó, y una vez que el volante asomó desde el túnel, su nombre fue coreado en todos los rincones del estadio, salvo en los espacios ocupados por los violentos, que a las claras jugaban su propio partido, e incluso mandaban a callar.

Sin embargo, los cánticos e insultos contra el presidente de Boca, Daniel Angelici, a quien los hinchas señalan como máximo responsable por la extraña situación de Riquelme, se escucharon fuertes y claros.

En la cancha, Riquelme jugaba y hacía jugar a sus compañeros. Era dueño de los tiempos del encuentro y se lucía a pesar del estado del campo. Festejado, aplaudido y reconocido, Riquelme parecía ser cada vez más grande. Hubo reconocimiento y aplausos constantes. Y una ovación tremenda cuando después de un forcejeo con Ortiz, quien lo había tomado del brazo y de la camiseta, Riquelme levantó la pelota con la mano y se la ofreció como diciéndole: “¿La querés? Acá la tenés?”.

“Dirigentes, dirigentes/ no se lo decimos más/ si de acá se va Riquelme/ qué quilombo se va armar.” La voz de la Bombonera, como aquella vez contra Julio Falcioni, era nítida y más poderosa que las canciones con las que la barra intentaba tapar los reclamos. Para colmo, Riquelme seguía mandando y ordenando a sus propios compañeros. Así llegaron los goles y otra vez la contundencia de Boca, que por nada del mundo parecía querer dejar pasar la oportunidad. Riquelme seguía creciendo en la cancha y la gente lo agrandaba todavía más. La victoria, clara y justa, no hizo más que confirmar lo que la gran mayoría de los hinchas xeneizes percibe sin ningún tipo de confusión: Boca está encontrando la regularidad necesaria para pelear cosas importantes. Con Riquelme, por supuesto; y con Carlos Bianchi a la cabeza.


Estadio: Boca.

Arbitro: Andrés Merlos.

Goles: 51m Gigliotti (B); 55m Silva (L), 56m Colazo (B), 71m Riaño (B).

Cambios: 41m Cubas por Erbes (B); 57m Ayala por González y Benítez por Valdez Chamorro (L); 67m Riaño por Gigliotti (B); 76m Blanco por Astina (L); 89m Sánchez Miño por Riquelme (B).

Incidencia: 90m expulsado D. Díaz (B).

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Riquelme, imparable. Ayer volvió a ser figura y se llevó el reconocimiento y la ovación de los hinchas que no quieren que se vaya de Boca.
Imagen: DyN
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