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Lunes, 25 de mayo de 2015

FúTBOL › CON UN GOL DE SU CAPITáN, MILITO, RACING SE QUEDó CON EL CLáSICO

Una de príncipes en el Cilindro

La estrella del equipo de Diego Cocca definió con alma y vida su remate desde los doce pasos para entregarles a los hinchas un triunfo claro ante Independiente, que sirve para tomar envión pensando en la revancha copera frente a Guaraní.

“Milito hay uno solo”, gritaba enfervorizada la hinchada de Racing antes de que la pelota comenzara a rodar. Y el canto se hizo mucho más fuerte cuando el capitán del equipo no perdonó desde los doce pasos y convirtió el penal que le permitió al último campeón del fútbol argentino quedarse con el clásico de Avellaneda frente a Independiente. Además, el conjunto local estiró su invicto a doce fechas en el torneo y se sumó al lote de los de arriba, mientras que sigue soñando con estirar su aventura copera frente a Guaraní, de Paraguay, el próximo jueves. El equipo dirigido por Jorge Almirón, por su parte, no gana desde la sexta fecha y nuevamente contó con la expulsión de Federico Mancuello, quien había jugado por el artículo 225 tras la ausencia de Rodrigo Moreira, convocado para participar del Mundial juvenil con la Selección Sub-20.

A pesar de la derrota en Paraguay, que torna imprescindible un triunfo ante Guaraní, Diego Cocca apostó por un equipo con mayoría de titulares. Se destacaba la vuelta de Luciano Aued, quien por su nivel no pareció haber estado ausentado dos meses por una molestia muscular. En el Rojo el que se ganó un lugar, en busca de hacer más combativo el mediocampo, fue Emiliano Papa. Y las apuestas de cada entrenador se reflejaron en el campo. Porque Racing, el equipo más afianzado, con todo el apoyo de su gente, salió a buscar el partido bien cerca de Diego Rodríguez. Aued, a los tres minutos, probó desde afuera del área, al ratito lo tuvo Acuña pero se resbaló al momento de la definición y a los 16 minutos, tras un grave error de Toledo, lo tuvo mano a mano Bou, quien no pudo con el arquero.

Frente a esta marea albiceleste, y a diferencia de otros encuentros, Independiente esperaba y buscaba salir de contraataque. Mancuello intentaba manejar los hilos del equipo juntándose con Pisano, quien se hacía difícil de contener con su buena técnica y su constante movilidad. Fue justamente el ex jugador de Chacarita el que probó por primera vez a Saja, a los 12 minutos, tras una buena subida de Papa. Y en ese escenario en el que cada uno intentaba hacer pesar su juego, fue el dueño de casa el que sacó mejores dividendos. Porque Gustavo Bou, la figura de la cancha, tuvo una intervención decisiva para pivotear de primera y encontrar a Acuña. Cuesta lo barrió innecesariamente en el área y Diego Milito pateó el penal con la seguridad que demuestran los grandes en los momentos decisivos. La desventaja pareció despabilar a Independiente, que llevó peligro dos veces con Lucas Albertengo y con un cabezazo de Tagliafico.

A Racing le costaba salir con prolijidad del fondo, así que no se complicaba: se le daba a Saja y el zurdo revoleaba para los puntas. Pudo ampliar la diferencia en el complemento, pero Romero no eligió bien en la zona de definición. Mientras que Independiente inquietaba con disparos desde lejos de Mancuello y con la insistencia de Albertengo, que a pesar de su soledad se las rebuscó para generarse sus chances. Tanto Toledo como Tagliafico, que en Banfield eran salida constante por los laterales, no pesaron en ofensiva e incluso les costó en lo defensivo. Una situación similar atravesó Emiliano Papa, quien no terminó de tener claro su guión en el partido. En los minutos finales, Bou se hizo más incontenible utilizando su potencia. A los 80, el atacante entrerriano dejó solo a Milito, pero el ex Inter, visiblemente cansado, lo falló tras intentar eludir al arquero. La patada final de Mancuello, cuando el partido se acababa, fue la demostración de impotencia de un equipo que no consigue resultados. Y ayer, tampoco buen juego.

Informe: Leonel Lenga.


Estadio: Racing.

Arbitro: Germán Delfino.

Gol: 23 m, D. Milito.

Cambios: 56 m, Camacho (6) por O. Romero (R); 59 m, Cerro (5) por Videla (R); 64 m, Riaño por M. Benítez (I; 76 m, Bellocq por Méndez (I); 77 m, G. Díaz por Aued (R) y Pizzini por Papa (I).

Incidencia: 89 m, expulsado Mancuello (I).

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n Diego Milito se besa el escudo de Racing tras convertir el penal que sentenció el clásico de Avellaneda.
Imagen: Julio Martín Mancini
 
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