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Lunes, 7 de diciembre de 2015

FúTBOL › EL ACEITADO CIRCUITO DE LOS SOBORNOS PAGADOS EN LA MáXIMA ENTIDAD

Hijos y entenados en el escándalo de la FIFA

Los dirigentes del fútbol y empresarios de medios que los coimeaban siguen cayendo. Los banqueros que permitieron sus maniobras con dinero sucio todavía están a resguardo.

 Por Gustavo Veiga

Caen dirigentes, caen empresarios de medios, cae hasta un ex presidente de Honduras, pero no cae ningún banquero y mucho menos un banco. El escándalo de la FIFA sigue una línea de continuidad donde las reputaciones personales se derrumban, pero las corporativas siguen disfrutando de un beneficio de inventario, al menos en este caso. El jefe de investigaciones criminales del Servicio Interno de Renta norteamericano (IRS, por sus siglas en inglés), Richard Webber, acaba de decir que “los sospechosos se encontraban en 20 países y vigilamos sus cuentas al menos en 40 estados”. Latinoamérica tiene hoy la densidad más alta de coimeros en el fútbol por metro cuadrado, pero ese índice no se compadece con la difusión de una lista de bancos donde hayan depositado las coimas cobradas. La única organización que denunció esta asimetría se llama Jubilee USA. Su director, Eric LeCompte, ya lo había declarado hace cinco meses: “Este grado de corrupción sólo fue posible con la complicidad del sistema bancario internacional”.

Habría que repasar lo que sostenía otro estadounidense, el sociólogo James Petras en 2001, un agudo crítico del capitalismo, cuando los sobornos ya iban y venían entre los dirigentes de la FIFA: “Washington y los medios de comunicación pintan a Estados Unidos en la vanguardia de la lucha contra el narcotráfico, el lavado de dinero proveniente de las drogas y la corrupción política. La imagen es de limpias manos blancas luchando contra el ‘dinero sucio’ proveniente del Tercer Mundo (o de los países ex comunistas). La verdad es exactamente la opuesta. Los bancos de Estados Unidos han desarrollado un bien elaborado sistema de políticas para transferir fondos a Estados Unidos e invertir esos fondos en negocios lícitos o en bonos del gobierno norteamericano y, de este modo, legitimarlos”.

La nómina de dirigentes con pedido de extradición o detenidos por el largo brazo del Departamento de Justicia de EE.UU. contiene a dos argentinos más –José Luis Meiszner y Eduardo Deluca–, pero también, a un ex presidente centroamericano: el hondureño Rafael Callejas, que gobernó su país entre 1990 y 1994. Se lo acusa de recibir un soborno de 600 mil dólares para ceder los derechos de comercialización y televisión de la Selección Nacional de Honduras.

Esa suma la habría compartido con Alfredo Hawit, hoy detenido en Suiza y presidente de la Concacaf, la Federación Nacional de Fútbol (Fenafuth) y uno de las vicepresidentes de la FIFA. Callejas también pasó por la presidencia y la secretaría general de la federación centroamericana y fue miembro de la Comisión de Televisión y Marketing de la FIFA. Ahora trata de evitar su extradición a Estados Unidos desde Honduras. Su paso por la primera magistratura de su país le valió diversas acusaciones de corrupción de las que zafó después de quince años de extensos procesos judiciales.

Roger Huguet y Fabio Tordin, dos empleados jerárquicos del grupo Media World, transfirieron la primera parte de las coimas a los dos hondureños desde una cuenta del Bank of América en Miami, Florida, a otra del Citibank en la ciudad de Panamá. Ambos se declararon culpables ante el FBI de los cargos de conspiración para cometer fraude electrónico y blanqueo de capitales y están colaborando con la fiscalía que investiga la ruta de los sobornos en EE.UU. Ya fueron separados de sus cargos en la empresa que pertenece al grupo audiovisual español Imagina. Esta compañía, a su vez, depende de los gigantes Mediapro y Globomedia que poseen el 51,3 de sus acciones.

Webber, el jefe de investigaciones criminales del IRS en Estados Unidos, calificó los escándalos de corrupción en la FIFA como una verdadera “Copa del Mundo del fraude”. Sin embargo, las conductas criminales que se les atribuyen a los 41 dirigentes del fútbol y empresarios de medios implicados hasta ahora, no hubieran sido posibles sin el corrupto sistema financiero de EE.UU. De ahí que este país se arroga la atribución de perseguir a quien fuera más allá de sus fronteras. En cambio, hasta hoy, casi nada se sabe de las pruebas que incriminarían a sus bancos. Sí se conocen más detalles del circuito de las coimas en la banca suiza, por ejemplo.

El UBS y el grupo Credit Suisse, los dos principales bancos suizos, están siendo requeridos por el Poder Judicial de Estados Unidos. En sus informes de resultados financieros los dos reconocieron que están bajo sospecha. El segundo difundió que “las autoridades estadounidenses y suizas están investigando si varias instituciones financieras, entre ellas Credit Suisse, permitieron el procesamiento de transacciones sospechosas o de otra forma incorrectas, o si no cumplieron con las leyes y normas en contra del lavado de dinero, con respecto a las cuentas de ciertas personas y entidades relacionadas con la FIFA”.

El aceitado circuito de los sobornos pagados en el FIFA Gate también alcanza a bancos de Estados Unidos, como el JP Morgan Chase, Bank of América y Citibank, más el principal europeo, el británico HSBC. Con la FIFA casi descabezada, varios de sus dirigentes bajo proceso, ocho acusados que se declararon culpables y están aportando pruebas sustanciales a la fiscal Loretta Lynch y una lista de 41 implicados que parece camino a incrementarse, resta saber más del papel que cumplió la banca en el blanqueo de los sobornos.

La funcionaria judicial de EE.UU. y su equipo de trabajo evalúan que los más altos directivos del fútbol mundial cobraron unos 150 millones de dólares en coimas desde los años 1990. Ya sea para conceder derechos televisivos en torneos como la Copa América o permitir que Rusia y Qatar fueran elegidos en votación simultánea para organizar los próximos dos mundiales.

Según Jubilee USA, la ONG que denunció en junio la complicidad del sistema financiero internacional en las maniobras, son 26 los bancos involucrados en el acta de acusación que lleva adelante la fiscal Lynch. “Hay solo un caso en el que un banco rechazó una operación que consideró sospechosa”, subrayó la organización en un comunicado difundido en junio pasado. Por lo que concluyó que la corrupción fue “protegida” por el sistema financiero de Estados Unidos. Y eso, si no se toma en cuenta que en determinados estados de la Unión, como Delawere, las sociedades pantalla para lavar activos son moneda corriente.

Ahí tiene su sede DirecTV, uno de los propietarios de la productora Torneos y Competencias, cuyo ex CEO, Alejandro Burzaco, está detenido con prisión domiciliaria en Estados Unidos.

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Foto EFE

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Imagen: AFP
 
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