libero

Lunes, 28 de marzo de 2016

FúTBOL › POR LA DIFERENCIA DE POTENCIAL, EL TRIUNFO ASOMA COMO UNA OBLIGACIóN

Argentina ante un partido incómodo

El equipo de Gerardo Martino tendrá el martes ante Bolivia la oportunidad para seguir sumando resultados que consoliden su posición en las Eliminatorias Sudamericanas y también para mejorar el nivel de juego mostrado en Chile.

 Por Juan José Panno

Los números de Argentina en las Eliminatorias Sudamericanas mejoraron con la victoria ante Chile y pueden empezar a cerrar si, como se espera, se consigue un nuevo triunfo ante los bolivianos en el partido de mañana en Córdoba. Todo lleva a pensar que el equipo de Martino sumará tres puntos más, aunque, naturalmente, a nadie del plantel se le ocurriría hacer declaraciones públicas al respecto.

“Todos los rivales son difíciles”, suele decirse en estos casos, aunque nadie desconoce las diferencias entre jugar de local con Bolivia y medirse con Uruguay en el Centenario o con Brasil en el Maracaná. El potencial colectivo de Argentina es ampliamente superior; en la comparación jugador por jugador la falta de equivalencias es notable, y como si esto fuera poco, los bolivianos atraviesan una situación de crisis institucional que los enfrenta con su federación. Y un dato más: Bolivia viene de perder con Colombia en la altura de La Paz, mientras que Argentina en su última presentación le ganó a Chile.

Pocos argumentos le quedan al Tata Martino para convencer a sus dirigidos de que la cosa no está “cocinada”, que no hay que subestimar al rival y que hay que jugarlo como si se tratara de una final. Puede recurrir, por ejemplo, a este dato: en las eliminatorias para el Mundial de 2014, en la cancha de River, empataron 1 a 1, poco antes de que en la Copa América también igualaran con el mismo marcador. Demichelis, que jugó el encuentro de las eliminatorias (de un error suyo llegó el gol de los bolivianos), puede dar fe de lo que sufrió Argentina ese día. Las estadísticas dicen que la selección nacional ganó 12 de 14 encuentros y hubo 2 empates. No hay registro de derrotas, pero a esos dos encuentros igualados se los vivió como un traspié. Y lo mismo ocurriría ahora si Messi y compañía no ganan en Córdoba. En definitiva, no hay mucho para ganar y sí hay mucho más para perder. Si se gana se dirá que no se le ganó a nadie y si no se gana se dirá que el equipo es un desastre, que los jugadores no transpiran la camiseta y que se cuidan para lo que se les viene en sus respectivas ligas.

Al respecto no se les puede reprochar falta de entrega a los futbolistas que le ganaron a Chile en Santiago. Sí, en todo caso, que no jugaron bien, que retrocedieron algunos casilleros en comparación con el fútbol mostrado ante Colombia. Se aprovecharon las pocas oportunidades de que se dispuso, pero no hubo mucha elaboración de juego. No hubo casi combinaciones del trío Di María-Messi-Agüero, hubo poco marca en el medio (a Kranevitter se lo vio desbordado) y una triplicación de tarea de los centrales. Mañana no va a jugar Kranevitter (vuelve Mascherano) y tampoco los centrales (suspendidos, serán reemplazados por Demichelis y Pinola) y es probable un cambio más (el de Higuaín por Agüero).

Más allá de los nombres, el cambio que se necesita tiene que ver con el juego. Hay que hacer circular la pelota, hacerla llegar redonda hasta Messi en posiciones ofensivas sin obligarlo a tirarse muchos metros atrás, hay que abrir bien la cancha, sorprender con la subida de los laterales y sobre todo hay que atacar y defender en bloque, achicando los espacios entre cada una de las líneas. Si se logra un funcionamiento medianamente aceitado y Messi responde en un sesenta o setenta por ciento de sus reales posibilidades se podrá construir una nueva victoria.

La escasa talla del rival, que experimenta dificultades físicas cuando tiene que bajar al llano, es otro elemento que juega a favor de Argentina.

Un triunfo permitirá una excelente ubicación en la tabla, en zona de clasificación. Pero si además se juega bien el rédito será mucho más amplio. Y de eso se trata.

Compartir: 

Twitter

Martín Demichelis volvería al centro de la escena, esta vez para ocupar el lugar del suspendido Nicolás Otamendi.
Imagen: Fotobaires
 
LIBERO
 indice

Logo de Página/12

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados

Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.