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Lunes, 18 de diciembre de 2006

CONTRATAPA

Porteño y de Estudiantes

 Por Humberto Costantini *

Uno vivió humillado y ofendido,

se sintió negro, paria,

risible minoría,

adventista, croata,

o bicho raro.

Uno aguantó silencios,

miradas bocayunior,

sonrisas riverplei

y condolencias.

Uno sufrió, mintió,

dijo no es nada,

se congeló el amor en un descenso,

honestamente quiso sacudir su carga.

Uno debió explicar con voz de tío

que había una vez un Lauri,

y había un Guaita,

y había una delantera,

y había un sueño dragón y una princesa

y había un rey Estudiantes de La Plata.

Uno dejó colgada durante veinte años

la foto de Zozaya,

porque sí, porque bueno, por costumbre,

porque le daba no sé qué sacarla.

Y un día la sacó

como se sacan

los relojes viejos,

el diploma de sexto,

o las nostalgias

(estaba desteñida y amarilla,

y en la pared quedó como una marca

o un fantasma).

Uno se fue,

se rechifló del fútbol,

por despecho

se volvió criticón y sociológico;

se dedicó al latín, al mus, a la política,

al ajedrez, al sánscrito, a la siesta,

a la literatura, a Beethoven,

o simplemente a nada.

Y se indignó

y habló del opio de los pueblos

y la revolución

que se vacía en el vicio de las canchas.

Y aguantó como un hombre,

y vio a su hijo colgar la foto de Rattín

(justo en aquella marca)

y lo vio bostezar

de tanto cuento viejo y tanto Lauri,

tanta caperucita y príncipe encantado

y tanto rey Estudiantes de La Plata.

Uno vivió humillado y ofendido,

se sintió negro, paria,

risible minoría,

adventista o croata.

Entonces,

¿se dan cuenta

por qué ando así,

bastante bien últimamente,

con sonrisa de obispo

y con dos alas?

* Veterinario, vendedor, ceramista, investigador y, más que nada, poeta y escritor. Cacho Costantini nació el 8 de abril de 1924 y murió a los 63 años, el 7 de junio de 1987, después de haber sobrellevado en México 7 años 7 meses y 7 días de exilio en los negros tiempos de la última dictadura militar. Consecuente militante de izquierda, conjugó su compromiso social con originales técnicas narrativas. Escribió novelas, cuentos, poemas y obras de teatro que fueron traducidas a varios idiomas. Las obras más conocidas son De por aquí nomás y De dioses, hombrecitos y policías. Pincha desde la cuna, escribió este poema –que hoy recobra vigencia– poco después de que Estudiantes de La Plata se consagrara campeón intercontinental, en 1968.

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