Lewis Hamilton se impuso ayer en el Gran Premio de Fórmula 1 de Brasil, que estuvo marcado por las interrupciones por lluvia, las banderas rojas y la presencia del auto de seguridad, e incrementó la presión sobre Nico Rosberg, segundo en San Pablo. El piloto británico logró su tercer triunfo seguido en el campeonato, el primero de su carrera en Brasil y achicó de 19 a 12 puntos la ventaja de Rosberg en la clasificación general. Al alemán, de todas formas, le alcanzará un tercer puesto en la carrera final en Abu Dabi, que se disputará a fines de noviembre, para ser campeón. Detrás de los Mercedes se ubicó el holandés Max Verstappen, de Red Bull, quien le arrebató el tercer lugar en el final al mexicano Sergio “Checo” Pérez, a bordo de Force India. 
El Gran Premio de Brasil estuvo lleno de contratiempos. Incluso, se temió que no se pudiera completar debido a la lluvia, lo que hubiera provocado que se repartiera la mitad de los puntos si no se llegaba al 75 por ciento de la prueba. Dos interrupciones con bandera roja, cinco presencias del safety car, un inicio con retraso y los abucheos del público tras la segunda suspensión dieron forma a una carrera que fue un auténtico caos. La competencia comenzó con diez minutos de retraso, después de que Romain Grosjean perdiera el control de su Haas cuando se dirigía a la parrilla de salida e impactara contra las barreras. El piloto francés tuvo que abandonar así antes de comenzar.
Durante las primeras ocho vueltas, los pilotos giraron con el coche de seguridad. Pero una vez que se retiró, los incidentes continuaron. El sueco Marcus Ericsson tuvo que abandonar con su Sauber apenas reiniciada la carrera y luego fue el turno del finlandés Kimi Raikkonen, que hizo aquaplaning y dio varias vueltas con su Ferrari. Poco antes, su compañero Vettel había sufrido un trompo, aunque el alemán pudo evitar daños y tras dirigirse a boxes logró continuar.
El abandono de Raikkonen decidió a las autoridades a poner un freno a la accidentada carrera dadas las peligrosas condiciones del circuito paulista. Tras la primera interrupción, que se produjo cuando se habían disputado 20 vueltas y duró 35 minutos, los pilotos volvieron a salir a la pista con el safety car como compañía permanente. Pero las autoridades decidieron volver a interrumpir la prueba en la vuelta 29. Poco después, los pilotos volvieron a salir a la pista con el coche de seguridad. En medio del desconcierto, Hamilton logró mantenerse firme y sostener la primera posición lograda en la clasificación. Y Rosberg pudo salvar el segundo lugar pese a la fuerte presión de Verstappen, que terminó pagando la mala estrategia de su equipo. Ahora, todo se definirá en Abu Dabi.