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Lunes, 24 de julio de 2006

AUTOMOVILISMO Y MOTORES

Prueba de manejo: Peugeot 307

 Por Pablo Vignone
Desde Jujuy

Por el paraje Barcena, pasando la mitad del camino entre San Salvador y Purmamarca, la trepada se vuelve, pese a los amplios curvones de asfalto, salvaje de tan empinada. Ya habían advertido: el 1.6 naftero de 90CV podía sentir el esfuerzo, pero la caja manual compensa, seguramente mucho mejor que la automática Tiptronic de rigor, la incomodidad. Pero luego, en esas extensas lomadas rectas que discurren la Quebrada de Humahuaca, el comportamiento dinámico del nuevo Peugeot 307 sedan deja su sello. En el faldeo que lleva a las Termas de Reyes las curvas se hilvanan una a una sin perder el ritmo. No es el coche para batir records: su target para padres de familia numerosa lo proscribe. Pero el andar es ágil (el centro de gravedad es un centímetro más bajo que el de su gama) sin perder confort, aunque parezca que tenga algunos kilitos de más...

El 307 sedan es una gran apuesta de la casa francesa para la Argentina: se fabrica en la planta de El Palomar con un alto porcentaje de autopiezas nacionales, al punto que el 40 por ciento de la producción total de la marca corresponde al flamante modelo, que se destaca por su prominente baúl de 506 dm3, la gran diferencia con el resto de la familia. Tan importante resulta que Jujuy es sede del lanzamiento internacional del vehículo, con la convocatoria de casi 400 periodistas de 22 países.

Vistos de perfil, cualquier tricuerpo parece poco agraciado, pero a este 307 lo ayudan la inclinación del parabrisas y la hermosa trompa agresiva que heredó del 406, y que el 307 bicuerpo también luce. Se presenta básicamente en tres versiones: el 1.6 naftero de 110 CV (que con caja manual cuesta 57.800 pesos), el 2.0 de 143 CV (una posibilidad rabiosa que trepa hasta los 69.700 pesos con caja manual y 80 mil con caja automática), y una tradicional operación HDi, de dos litros y 90 CV, que arranca desde los 64.900 pesos.

El 307 sedan recupera una tradición de Peugeot en la Argentina, la de los medianos tricuerpo, una historia que han defendido con criterio el 403, el 404, el 504 (¡30 años fabricándose en el país!), el 505, el 405 y el 306. Habrá que ver si el flamante modelo encuentra allí su lugar.

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