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Lunes, 20 de noviembre de 2006

AUTOMOVILISMO Y MOTORES › CAMPEON DE TC LUEGO DE QUE DESCLASIFICARON A AVENTIN

Fontana entró por el aro

El arrecifeño ganó en La Plata cuando encontraron una irregularidad en el motor del piloto de Morón.

Casi diez años después de su debut en la Fórmula 1, a cuatro temporadas de su título en TC 2000, el arrecifeño Norberto Fontana se consagró inesperadamente campeón de Turismo Carretera después de que el ganador de la carrera de La Plata, Diego Aventín, fuera desclasificado por una irregularidad en los aros de pistón de su motor Ford. Fontana, que había terminado segundo en la carrera, resultó finalmente el ganador, ampliando su ventaja a 35 puntos, indescontables por el piloto de Morón cuando resta una sola carrera para terminar el torneo y 26 puntos en juego.

Aventín accedió a la punta luego de que, tras dos interrupciones de la carrera con el pace-car, los relanzamientos le permitieran superar a Fontana, primero, y al pigüense Sergio Alaux –puntero de la carrera en 20 de las 25 vueltas– después. El arrecifeño se hizo con el segundo lugar a dos giros del final e intentó un par de maniobras para superar al de Morón, que motivaron una discusión entre ellos en el podio.

–No me toqués más porque no sabés lo que te va a pasar –le recriminó Aventín, hasta ahí ganador.

–No me digas eso. ¡Si fue una carrera limpia! –reaccionó Fontana, luego campeón–. Ayer me denunciaste el auto y yo me la comí, no dije nada.

“No pasó nada, no sé por qué se molestó Fontana, no hice nada –dijo Aventín más tarde–. Lo único que le dije fue que cuando faltaban tres vueltas había aceite en la pista y en todas me tocaba, nada más que eso. Yo no puedo amenazar a nadie, sólo me divierto arriba de un auto de carrera.”

“Eso no me gustó, pero ya está –replicó el piloto de Arrecifes–. Yo fui a felicitarlo y me encontré con esa respuesta. Pensándolo más tranquilo, no deja de ser una pavada. Lo entiendo porque fue un momento de calentura, pero a mí no me gustan las amenazas, ni las guerras verbales, prefiero dejar todo en la pista.”

Pero no quedó todo allí. Siguió en el recinto de la verificación técnica. ¿Cómo? Cuando se midió el primer aro de pistón del motor que prepara Marcelo Esteban en Lincoln, se encontró que medía 2,2 milímetros de espesor cuando el reglamento estipula que debe medir 2,5 mm. Las 3 décimas de milímetro faltantes suponen una menor fricción contra la pared del cilindro, lo que redunda en ventaja motriz.

“Diego iba muy rápido por lo derecho y nosotros podíamos contrarrestar doblando. Intentamos, pero no alcanzó”, había dicho Fontana.

“No tuve nada que hacer cuando me superó Aventín porque me sacó medio auto con mucho resto; era el miedo que teníamos”, aceptó Alaux después de la carrera, antes de subir del cuarto al tercer puesto por la desclasificación de Aventín.

Fontana fue el segundo campeón coronado ayer en La Plata: Juan Bautista De Benedictis (Ford Falcon) se adjudicó el título del TC Pista.



Promedio del ganador: 144,050 km/h.

Record de vuelta: Alaux, en la 2, 1m30s447, a 160,455 km/h.

Campeonato: Fontana, 210 puntos; P. Di Palma, 173,50; Aventín, 166,50.

Ultima carrera: 10 de diciembre, en Río Gallegos.

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El Dodge de Fontana, delante del Ford de Aventín.
 
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