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Lunes, 25 de mayo de 2009

TENIS

Un sueño que duró dos horas

Gastón Gaudio se dio el gusto de volver a jugar en Roland Garros, aunque no pudo pasar de la primera ronda, en la que cayó ante el checo Radek Stepanek. También perdieron Calleri y Chela. Sólo Gisela Dulko tuvo un debut feliz.

Cinco años después de su más grande triunfo en el mundo del tenis, y gracias a una invitación concedida por los organizadores después de varias semanas de gestiones, Gastón Gaudio pudo disputar la primera ronda del Abierto de Roland Garros, el mismo que ganara en 2004. Lástima que el sueño sólo duró, después de tanto tiempo de incubación, menos de dos horas. A pesar de la derrota ante el checo Radek Stepanek, el argentino salió con la frente en alto.

El escenario de este regreso fue el court número uno del complejo de la parisina Porte d’Auteuil. En la tercera cancha en importancia se vieron las caras los actuales 359° y 19º del ranking ATP, lo que en principio podía interpretarse como un paseo para el último, aunque no fue así. Como era previsible, se impuso la lógica y el tenista de Karvina ganó por 6-3, 6-4, 6-1 en 1 hora y 52 minutos de partido.

“Es una derrota más, no me sentí mal –matizó el tenista de Adrogué–. Este es un comienzo y hay que seguir adelante. Estamos en el camino de tratar de volver. Me siento bien, muy contento de haber vuelto a jugar aquí. Ya pasó mucho tiempo (en referencia a su triunfo). Estoy en otra sintonía con respecto a hace cinco años”, añadió.

En el primer set, Gaudio, de 30 años, intentó jugar con absoluta soltura, con tiros angulados y reveses que complicaban a su rival, de la misma edad pero con otra continuidad en el circuito profesional. Lo que parecía un mano a mano se esfumó cuando el checo logró el break en el sexto juego, y así siguió hasta cerrar el set en 6-3 en 35 minutos.

El segundo parcial fue mucho más reñido: en el séptimo game, Stepanek logró la primera inflexión y birló el servicio a Gaudio (4-3), que le devolvió la atención en el juego siguiente. Pero, el centroeuropeo repitió, se puso 5-4 y 6-4 con su saque en 50 largos minutos.

“Hubo situaciones que no tendría que haber dejado pasar, como en el 4-4, cuando lo quebré. Pero son cosas que debo mejorar, a las que estás desacostumbrado y tenés que recuperar. Me doy cuenta ahora y no estoy mal”, explicó Gaudio.

Ya en el tercer set, el argentino se veía cansado y su rival logró el break de entrada, en el primer y tercer set (3-0), llegando a 4-0 en 18 minutos. En ese momento el partido se acabó; no obstante, el argentino puede irse contento con su desempeño.

“Hoy está en un nivel superior a mí. El jugó mejor que yo y a mí me falta mejorar. Me he ido peor en partidos que gané. No es que me guste perder, pero...”, reconoció.

Gaudio siempre tuvo un gran talento, enorme, pero también le faltó un componente psicológico. Desde aquella extraña final ganada a su compatriota Guillermo Coria, otro jugador precozmente desaparecido del circuito, su carrera ha sido muy intermitente. Ayer perdió bien, pero demostró que “el que tuvo, retuvo”. Ahora volverá al país para preparar un nuevo salto a Europa un poco más adelante.

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