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Lunes, 17 de agosto de 2009

TENIS › A DEL POTRO EL ESFUERZO LE PASó LA FACTURA

No tuvo gas, se apagó su luz

Andy Murray le ganó la final del Masters 1000 de Montreal en el tercer set, cuando el tandilense se quedó sin pilas. Después de dos primeros sets muy parejos definidos en tie-break, el número 6 del mundo se desmoronó en el parcial decisivo.

Cuando Marcelo Bielsa dejó su cargo en la Selección Argentina, la frase que eligió para fundamentar su decisión fue que se había quedado “sin energía”. Para explicar la derrota de Juan Martín del Potro ante el escocés Andy Murray, flamante número dos del mundo, en la final del Masters 1000 de Montreal vale la analogía: el tandilense se quedó sin energía y cayó 6-7 (4-7), 7-6 (7-3), 6-1 en un partido que en términos reales concluyó con el tie-break del segundo set, más allá de las 2 horas 45 minutos por el que se extendió.

En el momento en que Murray forzó el tie-break en el segundo parcial, la sensación que quedaba era que la única chance de victoria para el tandilense pasaba por quedarse con ese desempate. La tensión propia de un juego cerradísimo, el cansancio acumulado, una molestia en la espalda que le demandó atención médica un game antes y las horas de tenis que traía encima eran demasiados factores en contra como para ilusionarse con una victoria en el tercer parcial. Por eso, el set decisivo se transformó en un mero trámite para que el escocés festejara su segundo lugar en el ranking con su cuarto título en un Masters 1000 y el decimotercero de su carrera.

Desde el comienzo, Del Potro mostró síntomas de agotamiento, tras la extenuante victoria ante Andy Roddick de la semifinal. Sin embargo, con su poderoso servicio se las ingenió para mantenerse parejo en el marcador, por más que el escocés lucía más sólido y ganaba sus juegos de saque con más comodidad. Incluso fue el único que dispuso un punto de quiebre, pero el argentino logró salvarlo para más tarde llegar al tie break. Allí la paridad se mantuvo hasta el 4-4, cuando Del Potro se jugó con una devolución de revés sobre el segundo saque de Murray que le permitió conseguir la diferencia que resultó decisiva para llevarse el set.

Para Del Potro, el impacto anímico que significó quedarse con el parcial se contrarrestó con sus cada vez mas evidentes síntomas de agotamiento. Por eso perdió de arranque su servicio, aunque una desconcentración de Murray, a esa altura con más fuerza pero muy enojado, le permitió quebrar en el game siguiente. De esa manera, el desarrollo se asemejó al del primer set, con los dos sosteniendo sus respectivos saques, más allá de que las pocas oportunidades de quiebre eran para el escocés.

Fue entonces cuando se llegó al decisivo tie-break del segundo set. Allí, un smash de Del Potro sin demasiada potencia que Murray pudo neutralizar comenzó a marcar una tendencia. Y todo se terminó de desmoronar cuando el argentino no pudo mantener ninguno de sus dos servicios al momento de sacar 3-4. Con el segundo set en el bolsillo, el europeo supo que el partido estaba en sus manos. “Jugué mal en los momentos importantes”, fue el análisis del argentino, que le restó importancia a la molestia que sufrió en el hombro: “Es normal por la acumulación de partidos”.

El último set fue un monólogo de Murray. Como un boxeador que sabe que en las tarjetas no tiene chances, Del Potro apostaba todo a un golpe. Y como casi siempre llegaba mal pisado y desbalanceado, el posible winner terminaba en un seguro error no forzado. Así, Murray se adelantó muy rápido 4-0 y ni siquiera dudó cuando Del Potro esbozó una reacción cuando le quebró el saque en el quinto game. Con su inteligencia habitual, buscando muchos ángulos y moviendo a su rival, Murray cerró el partido y se quedó con el título.

Para el argentino, la semana dejó un balance altamente positivo. Llegó por primera vez a una final de un Masters 1000, sumó una nueva victoria ante Rafael Nadal y casi no perdió terreno ante el estadounidense Andy Roddick en el ranking, pese a que hoy se le irán, por el desfasaje del calendario del año pasado por los Juegos Olímpicos, los 350 puntos por el título de Washington 2008. En definitiva, con 5405 puntos, quedará a 395 del estadounidense, que no tuvo actividad en esta fecha del año pasado y por eso se le alejó un poco.

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La expresión lo dice todo: Del Potro acaba de dejar una bola importante en la red en el segundo tie-break.
Imagen: EFE
 
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