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Lunes, 4 de febrero de 2013

TENIS › EL EQUIPO ARGENTINO DE COPA DAVIS CERRó LA SERIE ANTE ALEMANIA CON OTROS DOS TRIUNFOS

La clave del éxito fue la fuerza de la unión

Mónaco venció a Kamke y Berlocq hizo lo propio frente al doblista Kas, quien reemplazó a Mayer, que no jugó debido a un cuadro de vómitos, y así Argentina terminó su hazaña con un contundente 5-0. Para los protagonistas, el buen clima grupal fue fundamental.

 Por Facundo Martínez

La serie estaba definida. Argentina había logrado el sábado su pasaje a los octavos de final en una serie que a priori se presentaba muy pareja, pero que en los papeles se inclinaba levemente para el lado de la visita. Pero eso no le importó ayer al público argentino, que volvió a acompañar a su equipo como en los primeras jornadas y obtuvo a cambio dos victorias más de los capitaneados por Martín Jaite, que así cerraron con cuenta con un contundente 5-0, que superó todos los pronósticos. En el primer turno de la jornada, Juan Mónaco superó, Tobias Kamke y, en el último, en el día de su cumpleaños número 30, Carlos Berlocq se impuso casi sin despeinarse ante Christopher Kas, ambos en sets corridos.

El público parecía estar extasiado por la manera en que Argentina superó el primer obstáculo en su camino de la presente edición de Copa Davis. Es que las victorias de Berlocq frente a Philip Kohlschreiber y de Mónaco ante Florian Mayer, y luego el triunfo en el dobles de David Nalbandian y Horacio Zeballos sobre Mayer y Kas le habían asegurado al equipo nacional su pasaje a los cuartos de final. Y, además, un año más de permanencia en el Grupo Mundial, al que accedió en 2001 y desde entonces jamás perdió en primera ronda, por lo que evitó disputar los repechajes correspondientes. Pese a que no había prácticamente nada en juego, acudió al estadio Mary Terán de Weiss con las mismas ganas que en la primeras dos jornadas. De eso dieron cuenta los protagonistas, que salieron a jugar los últimos dos puntos, aunque seguramente más relajados, con las mismas ganas con las que lo había hecho el viernes pasado.

Debió sufrir más Mónaco (número 12 del mundo) para asegurarle el cuarto punto a la Argentina frente a Kamke (93), que por momentos lo exigió y lo complicó con peloteos largos e intensos, y hasta quiebres que a priori pocos imaginaban posibles. Pero con la clasificación cerrada, el equipo nacional se fijó el objetivo de terminar la serie con puntaje ideal y eso hizo que, pese a la oposición que le presentaba Kamke, Mónaco sacase a relucir su tenis y, acompañado por el aliento constante del público, que lo instaba a no bajar los brazos, a vencer, se terminó imponiendo por 6-4 y 7-6. El último set fue duro para el tandilense, porque arrancó perdiendo su servicio, luego lo recuperó y volvió a quebrar al alemán para ponerse 5-3 arriba y cerrar el set con su saque, pero volvió a sufrir el ataque del alemán y no pudo cerrar el partido ahí. Recién lo hizo en tie break, donde fue su claro dominador (7-2).

El público, agradecido, revoleaba remeras y gorritos mientras cantaba eso de “oh, la Argentina, es un sentimiento, no puedo parar”. Y desde el court, Mónaco les agradecía el apoyo y soltaba otra frase para la polémica. “La prioridad es la Copa Davis, todo el tiempo”. No se trata precisamente de una frase ingenua, ya que en la jornada del sábado el festejo en el vestuario (ver aparte) tuvo al ausente Juan Martín Del Potro como blanco de descarga.

“La serie fue mejor de lo que esperábamos. Por el resultado, implicó que hicimos las cosas demasiado bien”, dijo luego, en la sala de conferencias de prensa del estadio. “Estamos contentos porque hicimos un gran trabajo. Fueron diez días que los pasamos muy bien y pudimos compartir momentos para unir al grupo. Todos teníamos un objetivo en común y lo pudimos lograr”, agregó Mónaco, quien esta semana jugará el torneo de Viña del Mar y hasta se dará el gusto de jugar el cuadro de dobles junto a su amigo del circuito, el ex número uno del mundo, el español Rafael Nadal, quien se prepara para regresar a la competencia. Por último, en el turno de los agradecimientos, Pico apuntó: “Quiero agradecer primero a mis compañeros de equipo y al cuerpo técnico. No queríamos jugar un descenso y luchamos para que eso no sucediera. También tengo que agradecerle al público, que nos acompañó los tres días sin importarle el calor”.

Mientras Mónaco atendía una ronda extra de prensa y se peleaba con un periodista, que lo interrogaba acerca de los cánticos contra Del Potro en los festejos del vestuario tras el 3-0 del sábado (ver aparte), Berlocq atendía en la cancha con soltura al doblista Kas (69 del ranking dobles y sin clasificación en singles). Kas salió a jugar el quinto punto de la serie en lugar de Mayer quien, con un cuadro de vómitos, debió ser llevado a un centro de atención médica. Fue un trámite, no más. El chascomusense, héroe principal de esta serie ante Alemania, lo liquidó por un claro 6-2 y 6-4. “Fue el mejor cumpleaños de mi vida, la verdad pasé una semana increíble. Todo salió como nosotros lo esperábamos”, comentó Berlocq tras la obtención del quinto punto. “Era una serie muy difícil, le pusimos mucha fuerza y sacamos a relucir la garra argentina”, agregó, y, para cerrar, sentenció: “Está claro que con unión y trabajo se puede salir adelante”.

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Berlocq sopla una vela por su cumpleaños, con todo el equipo detrás. “Fue un festejo perfecto”, dijo.
Imagen: Télam
 
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