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Lunes, 8 de abril de 2013

TENIS › TENIS HEROICA VICTORIA ANTE FRANCIA EN LA DAVIS

Charly y la fábrica de semifinales

Berlocq logró el punto definitivo ante Simon y metió a la Argentina por cuarto año consecutivo en la semifinal de la Copa, la novena ocasión en las últimas trece ediciones. El 3-2 final fue premio a la fe.

Argentina está en semifinales de Copa Davis. Por cuarto año consecutivo, por novena vez en las últimas trece ediciones. Difícil hubiera sido animarse a realizar tamaño pronóstico en la previa del duelo de cuartos de final, ante Francia, que ostentaba un historial invicto (cinco victorias, ninguna derrota) ante el equipo nacional, y que presentaba un plantel con tres tenistas entre los mejores 15 del mundo. Pero el conjunto conducido por Martín Jaite revalidó, en la cancha, la confianza que había demostrado en la semana previa, tras ponerse 2-1 arriba, en la tarde del sábado, y llegar a la última instancia con buenas chances de conseguir lo impensado. En el tercer día de competencia, Argentina rompió con todos los pronósticos de la mano de Carlos Berlocq, que vivió su gran jornada tenística y venció 6-4, 5-7, 6-4, 6-4 a Gilles Simon en el encuentro definitorio, y avanzó a las semifinales del Grupo Mundial. Allí aguarda República Checa, vigente campeón y verdugo argentino en la misma instancia que los volverá a encontrar, a mediados de septiembre. Por la mañana, Jo-Wilfried Tsonga había igualado la serie con un arrasador triunfo en sets corridos por 6-3, 6-3, 6-0 sobre Juan Mónaco.

Minutos antes del encuentro que marcaría el inicio de la tercera y última jornada, las inmediaciones del estadio Mary Terán de Weiss lucían con un clima notablemente distinto al sombrío panorama que reinó en los dos días anteriores. Esta vez, el público, que en su mayoría llegó sobre la hora, se abarrotaba en los ingresos y en el sector dispuesto para la venta de entradas, que presentaba una extensa cola. La diferencia conseguida por el dobles pareció haber llenado de confianza a la gente que, ya en las tribunas, se hizo notar con sus clásicos cantos, mientras esperaba, con ansias, a los dos primeros protagonistas: el local y número 19 en el ranking, Mónaco, frente a Tsonga, octavo en el escalafón.

Rápidamente, el tenista galo número uno se encargó de contrarrestar toda la euforia local con un juego sólido, y una derecha potente que le permitieron llevarse los dos primeros parciales con resultados idénticos y una notable superioridad sobre el argentino. A Tsonga le alcanzó con mantener su saque y quebrar el de su contrincante una vez en el primer set, y dos veces en el segundo para ponerse a tiro de una victoria lógica desde los papeles. Aunque ni el más pesimista imaginó un desempeño tan bajo del tenista mejor rankeado del elenco nacional. El tandilense, que había ido de menos a más pese a la derrota parcial, se derrumbó en la tercera manga. Allí se mostró notablemente fastidioso ante un rival que pisó el acelerador y se lo llevó por delante. Mónaco tan sólo logró cuatro puntos en todo el tercer game, un dato esclarecedor que sirve para entender la diferencia entre uno y otro dentro del court. Fue una victoria sin discusiones.

Con la presión a cuestas, un rato más tarde, Berlocq (71º) salió a jugar el quinto y definitivo punto ante Simon (13º). Los dos singlistas menos rankeados de cada equipo, ambos derrotados en la primera jornada, fueron a la búsqueda de las semis. Dentro del cuadrado de juego, el oriundo de Chascomús –que entre el encuentro del viernes y el de ayer superó las ocho horas de juego– le hizo honor a su apodo. Como buen gladiador dejó de lado las tensiones y los papeles, y se dispuso a luchar en el campo de batalla. Simon sorprendió de entrada con un quiebre al argentino, que supo reaccionar a tiempo y consiguió llevarse la primera manga. En el segundo y el tercer set, las cosas fueron más equiparadas. Ninguno consiguió hacer valer su saque, situación que conformó una inusual estadística: un total de ocho quiebres, cuatro para cada uno en dos juegos que fueron repartidos.

Berlocq hizo vibrar al estadio que transitó de la euforia de la primera manga a la bronca de la segunda, y de la esperanza de la tercera al festejo de un cuarto y sufrido set. Tras desaprovechar cinco match point, el chascomusense finalmente pudo celebrar tras un error no forzado de su rival, que con un derechazo envió la pelota afuera y desató la explosión de todo el estadio. Y Berlocq celebró su trabajado y merecido triunfo con un festejo ya patentado. Se rasgó las vestiduras, se arrancó la remera para quedar en cueros frente a la gente que ovacionaba su nombre de pie. Todavía en éxtasis, Berlocq continuó su alegría en el suelo, donde terminó revolcado con las piernas para arriba, mientras sus compañeros hacían flamear una larga bandera celeste y blanca. El gladiador, que ayer por la tarde lució de la mejor manera su traje de héroe, también saludó al derrotado, Simon, que a esa altura ya estaba desconsolado, y continuó la celebración a los saltos con sus compañeros, mientras el público bramaba su apodo. Incluso Jaite se llevó buena parte del reconocimiento del público con un canto futbolero adoptado para la ocasión: “Que de la mano de Martín Jaite, todos la vuelta vamos a dar”. Argentina, que ganó once series sobre 12 en Parque Roca, está en semifinales y vale repetirlo una y otra vez. Ahora será el turno de una dura República Checa; aunque habrá tiempo para pensar en ello: por ahora, el equipo nacional debe disfrutar una victoria, con un dulce sabor a hazaña.

Informe: Pablo Ribera.

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Imagen: Alejandro Leiva
 
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