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Lunes, 20 de junio de 2016

ANDRéS MONTENEGRO, EMBLEMA DEL EQUIPO DE JáUREGUI QUE ASCENDIó A LA B NACIONAL

“Para los hinchas, Flandria es la misa del domingo”

El delantero destacó el convencimiento que hubo en la intimidad del club para conseguir el ansiado título, que le permitirá jugar por primera vez en su historia en la segunda categoría del fútbol argentino.

“Don Julio: hay una cosa que yo ni el General podemos perdonarle, y es que usted hizo peronismo antes que Perón”, le dijo Evita a Julio Steverlynck. El belga había arribado a nuestro país en 1924, y dos años después, en Jáuregui, instaló la Algodonera Sudamericana Flandria S.A. La frase de Evita se debió a que Steverlynck le otorgó a sus obreros, en su mayoría inmigrantes, una serie de beneficios inéditos para la época: jornada de ocho horas diarias, licencia por casamiento, vacaciones pagas, aguinaldo, premios por producción, y en el pueblo construyó viviendas y clubes, donde el valor más importante era la familia.

Don Julio, como lo llaman los hinchas de Flandria, les permitió a sus trabajadores que jugaran al fútbol en sus ratos libres, en la cancha que habían armado en el sector de hilandería, para fomentar el deporte y el trabajo en equipo. El pueblo se fue desarrollando al ritmo de la fábrica.

Se inauguró la primera iglesia, la biblioteca, el colegio, y el campo de deportes “el Chano”. Allí, en 1940, los empleados utilizaron ese espacio para jugar al fútbol. Unos meses después, conformaron un equipo al que denominaron Flandria, y comenzaron a participar en el torneo de la Liga Lujanense, representados por los colores amarillo y negro. Y el 9 de febrero de 1941, se fundó el Club Social y Deportivo Flandria, a cargo de varios vecinos de Jáuregui. En 1947 se afilió a la AFA e inició su participación en la tercera división del ascenso. Desde esa fecha, hasta hoy, el club transitó tres temporadas en la Primera D, 43 en la Primera C, y 25 en la Primera B.

El 12 de junio último, empató sin goles con Atlanta, de visitante, y se coronó campeón de la Primera B Metropolitana. Debido a eso, disputará la próxima temporada en la B Nacional, por primera vez en su historia.

Andrés Montenegro, emblema de Flandria, en diálogo con Líbero explicó la clave del título: “Hubo un convencimiento entre jugadores y cuerpo técnico en relación al objetivo que nos habíamos propuesto de ser protagonistas. Si bien había equipos con presupuestos altos, que son los candidatos de siempre, a medida que iban transcurriendo las fechas, se nos iban dando los resultados, y veíamos que el resto tenía altibajos, ahí empezamos a creer verdaderamente de que se podía. Y se dio lo que pensamos desde un principio que era el ascenso”.

El conjunto de Jáuregui recibió solo nueve goles en 19 partidos, y estuvo 616 minutos con el arco invicto. “Fuimos un equipo sólido, en el que todos corríamos para recuperar la pelota, y el sacrificio que realizábamos en cada partido fue el factor fundamental de la consagración. Sabíamos que hacíamos un gol y era muy difícil que nos convirtieran”, explicó el delantero del Canario.

Para el jugador surgido en Vélez, la institución tiene un significado muy especial en su vida: “Flandria es mi segunda casa. Es un club que quiero mucho y con el que me siento muy identificado. Es el lugar en el que he pasado momentos malos, y he regresado en el peor momento. Eso demuestra que es un club que amo”. Pero no solo para él tiene esa significación. “Para la gente, Flandria es la misa del domingo. El pueblo espera el domingo para ir todos a la cancha. Se respira y se habla del club en el pueblo. La gente está pendiente todo el tiempo de lo que pasa en la institución. Todo eso me consume y me responsabiliza aún mas cuando sé que todos están pendientes del resultado”, reconoció el ex jugador de Deportivo Aucas.

Y agregó: “Mi hija va al colegio y los profesores son hinchas de Flandria. Voy al supermercado y sucede lo mismo. En el comercio o lugar donde uno está, la conversación gira en torno al club. Constantemente el pueblo está pendiente de lo que sucede”.

Montenegro está hoy disfrutando de uno de los mejores momentos de la historia del club. Pero hace unos años, el panorama era completamente diferente. “Cuando estábamos transitando la instancia final del torneo de la C, se produjeron las inundaciones. No podíamos entrenar en nuestra cancha porque estaba bajo agua. La gente sufrió muchas pérdidas en sus casas. Nosotros no teníamos un espacio en donde practicar, entonces teníamos que recurrir a un colegio que nos prestaba un sitio con césped, en el que con conos hacíamos los arcos y la cancha imaginaria”, contó el goleador.

Y sostuvo: “Todo eso nos fortaleció. Con humildad, hicimos un esfuerzo enorme para suplir las falencias que teníamos, entrenando en esos espacios. No había lugar para dejar la ropa, tampoco la podíamos lavar. Teníamos que bañarnos incómodos, en un baño de dos duchas, con el frío. Se hizo un sacrificio enorme entre dirigentes, jugadores y cuerpo técnico, que hoy se está premiando con el ascenso del club”. Asimismo, desde su lugar, aporta con lo que tenga a su alcance. “Trato de ayudar dentro del vestuario, o brindar una opinión sobre algo que se necesite. En mi rol de jugador, trato de aconsejar a los más chicos y de ser respetuoso con mis compañeros. Eso hacemos los referentes de la institución. Trabajamos con armonía y responsabilidad, y los jóvenes entienden los mensajes de los grandes”, afirmó el Lobo.

Además de celebrar lo logrado, el ex jugador de Chicago ya se trazó metas: “Cumplí un gran sueño: estar en el Nacional B. Lo que me queda es disfrutar de este momento. Y en los últimos años de mi carrera, trabajar para que Flandria permanezca en la categoría, que se pueda consolidar”. Su anhelo es despedirse de este deporte con la camiseta del club de sus amores. “La última vez que llegué al club, dije que volvía para retirarme con esta camiseta. No me importa en qué categoría esté el club, deseo finalizar mi carrera con esta camiseta que amo”, indicó Montenegro.

Al gran momento deportivo que está atravesando, hay que agregarle su felicidad personal: “Futbolísticamente, es el momento más especial de mi carrera. En lo personal, estoy muy feliz por mi tercera hija que nació hace pocos días, antes del último partido. Ese fin de semana tuve muchas emociones”.

Entrevista: Pedro Ruiz de Galarreta.

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Montenegro y Griffo sostienen la Copa por el campeonato.
Imagen: Prensa Flandria
 
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