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Lunes, 12 de enero de 2004

EN MEDIO DE UNA REALIDAD TORMENTOSA

El vóleibol argentino se sacó un pasaje para viajar rumbo a Atenas

Al vencer categóricamente 3-0 a Venezuela en Caracas, la selección de Fabián Armoa se clasificó para los Juegos Olímpicos.

 Por Adrián De Benedictis

A pesar de todas las miserias que continúa padeciendo el vóleibol argentino, una vez más el orgullo y el esfuerzo individual de los jugadores marcaron un nuevo capítulo para la historia. El seleccionado nacional se aseguró ayer un lugar en los próximos Juegos Olímpicos de Atenas, después de vencer categóricamente 3-0 a Venezuela, en Caracas. El plantel conducido por Fabián Armoa se adjudicó el Preolímpico disputado en aquélla ciudad sin ceder un solo set en todo el certamen. De esta manera, el equipo demostró que pudo sobreponerse a todos los obstáculos internos, que dejaron en claro que el vóleibol local sigue demasiado lejos de las máximas potencias.
Sin llegar con la preparación ideal, y hasta con la chance de no viajar hasta último momento por no poseer seguros ante un eventual accidente (físico) de trabajo, Argentina arribó a este torneo en medio de la incertidumbre. Después del sexto puesto logrado en el Mundial 2002, el seleccionado dio un paso atrás el año pasado, al no poder participar de la Liga Mundial, los Juegos Panamericanos y la Copa del Mundo. Esa ausencia se debió a la suspensión que Argentina sufrió de parte de la Federación Internacional (FIVB), luego de la denuncia del ex presidente de la Federación Argentina (FAV) Mario Goijman, hacia el titular de la FIVB, Rubén Acosta, por administración fraudulenta.
La falta de competencia, pero sobre todo la falta de una entidad que pueda encaminar los destinos de esta actividad, provocaron que la Selección pierda terreno en el plano internacional. Inclusive, el equipo tuvo un director técnico, Claudio Cuello, que ni siquiera llegó a debutar oficialmente. En ese marco, el denominado “Grupo de Trabajo”, quien fue designado por la FIVB para conducir el vóley argentino, en ningún momento pareció comprender cuáles son las pautas para revertir la crisis.
Una figura emblemático que dio el vóley, Hugo Conte, quien sigue jugando a los 40 años en la Liga Argentina, analizó ayer las causas de este nuevo logro argentino: “En los últimos 25 años hemos estado muy pocas veces acompañados por dirigentes. Pero por suerte siempre tuvimos cuerpos técnicos y jugadores que salimos adelante por la camiseta”. Y agregó: “Todo lo que se consiguió en este tiempo fue siempre por esa pasión. Cuando nos íbamos afuera nos mataban con los pases internacionales, y la plata iba para un montón de gente a la que no correspondía. Por eso estas cosas se valorizan más.”
De esta forma, sólo con el empuje pasional, Argentina estará en Atenas 2004 y así podrá volver a mezclarse con los mejores equipos. El tiempo determinará si esto sirvió para que el despegue sea verdaderamente definitivo.

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