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Lunes, 29 de agosto de 2005

“Siempre voy a sentir un gran orgullo”

A un año de la conquista de la medalla dorada en los Juegos Olímpicos de Atenas, Rubén Magnano, entrenador de la Selección de básquetbol que logró aquella hazaña, recordó con emoción cada uno de los momentos clave del certamen.

Se cumplió un año de uno de los hitos del deporte argentino. Luego de 52 años sin medallas doradas en los Juegos Olímpicos, el mismo día, la Selección de fútbol que dirigía Marcelo Bielsa obtenía el primer lugar tras ganarle 1-0 a Paraguay, mientras que el equipo de básquetbol, unas horas más tarde, lograba el mismo objetivo al vencer a Italia en la final. El entrenador de ese conjunto, Rubén Magnano, remarcó que siempre se sentirá orgulloso por aquel logro.
El actual técnico del Varese de la Liga italiana se mostró asombrado por lo rápido que pasó el tiempo, teniendo en cuenta que tiene el recuerdo muy fresco en su memoria. “Un año de esa conquista memorable para el básquetbol y para todo el deporte argentino ha pasado muy pronto. Siempre voy a sentir un gran orgullo por esa medalla”, señaló Magnano en declaraciones a FM Palermo. El cordobés no prefirió destacar una virtud en particular de su equipo, pero sí resaltó la unión y el esfuerzo del grupo. “Es una suma de variables lo que hace que un equipo pueda alcanzar un logro de este tipo, pero quiero destacar el grado de compromiso de todos los jugadores hacia un objetivo. No se nos dio en el Mundial de Indianápolis y después se nos dio en Grecia. Con gente comprometida como ésta, el objetivo queda más al alcance de la mano”, indicó el entrenador argentino.
En cuanto a un momento determinante en el certamen, Magnano se volcó al triunfo en cuartos de final ante Grecia, que significó la chance de pelear por una medalla. “Para mí, el momento clave del torneo fue el primer juego del cruce, contra el local Grecia, porque ese partido te tira para arriba o para abajo, a jugar por la medalla o por el quinto puesto. Anímicamente te impulsa a esperar el rival que sea, sin ningún tapujo y sin ningún temor”, sostuvo el ex técnico de Atenas. Sin embargo, el instante más especial del campeonato para el entrenador tuvo que ver con lo sentimental y no tanto por lo deportivo: “El partido contra Serbia y Montenegro tuvo un sabor especial. En mi vida festejé un triunfo de esa manera. Creo que estuvimos incubando durante dos años ese partido-revancha, incluso silenciosamente porque nadie lo declaraba. Por fortuna el tiro de Emanuel (Ginóbili) cayó adentro y nos dio esa victoria importante”.
Está claro que en el recuerdo de la gran conquista no podía faltar la referencia al triunfo sobre el Dream Team estadounidense, que significó repetir el éxito del Mundial de Indianápolis y el pasaje para la final en Atenas. “Nosotros sabíamos que los equipos estadounidenses son integrados por jugadores que quieren pronto la pelota, por eso nos planteamos no darles rápido el balón en ataque. En el aspecto defensivo, fuimos alternando diferentes tipos de defensa de acuerdo a los jugadores que ellos tenían en la cancha. La idea en la charla técnica fue salir a atacarlos en la defensa y en ataque. La autoestima del equipo estaba para ganarle a quien sea”, aseguró el entrenador.
Otro aspecto que resaltó Magnano es la gran admiración y respeto que se ganó el básquetbol argentino a partir del Mundial 2002, primero, y de los Juegos Olímpicos, después. Sin embargo, indicó que la germinación de ese equipo fue el Premundial de Neuquén. “Toda la óptica que hubo del mundo al básquet argentino fue un signo de pregunta en el Premundial de Neuquén del 2001, porque el equipo salió campeón, pero no se sabía qué podía pasar en una competencia de mayor jerarquía. Creo que quedó demostrado en Indianápolis que el equipo venía en un vital crecimiento y después se plasmó todo esto en los Juegos Olímpicos. Somos muy respetados en el mundo. Acá en Italia se lo aprecia mucho al jugador argentino por su sacrificio y su lucha. Creo que es muy valorado”, analizó.
Sobre el futuro del equipo, Magnano también se mostró muy optimista. “Veo muy bien a la Argentina con vistas al año que viene, con muy buena política de trabajo, haciendo esta temporada contactos con jugadores que pueden viajar al Mundial de Japón 2006. Este año les ha venido muy bien al entrenador y a los jugadores para seguir amalgamando experiencia internacional. Si se mantiene el compromiso de nuestros jugadores, creo que podemos hacer un muy buen torneo”, indicó el entrenador campeón olímpico.

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