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Lunes, 25 de noviembre de 2002

DERIVACIONES DE UN DERBY ESPAÑOL POCO JUGADO Y MUY INSULTADO

Lucho Figo y el culo de Van Gaal

El sábado, la hostilidad de la hinchada barcelonista contra Luis Figo –un “traidor” que se fue al Madrid– se manifestó en gritos como “Este portugués / hijo de puta es” y en arrojarle todo tipo de cosas cuando tiraba un córner: una cabeza de chancho, una botella de whisky JB, una botella de Coca Cola... Después de eso, Joan Gaspart y Van Gaal –presidente y técnico del local– justificaron a la hinchada porque Figo los provocó... Ayer, el hábil portugués les contestó. Y también hablaron Riquelme y Bonano que, curados de espanto y de experiencia argentina, no consideraron tan grave lo que pasó. Lógico.

Ya pasó el llamado Derby de la liga española. Barcelona-Real Madrid empataron sin goles. Y el partido del sábado resultó decepcionante en todos los sentidos. En términos futbolísticos, fue muy feo: ningún gol, pocas llegadas, mucha precaución y ningún brillo. Pero lo que más resaltó fueron los aspectos ajenos al juego que dieron la nota discordante, durante –sobre todo– después del partido. Los medios españoles dieron abundante cobertura tanto a la inconducta de la parcialidad local, que hostigó larga y puntualmente al ahora madridista Luis Figo cada vez que tomaba la pelota y le arrojaron numerosos objetos cuando se disponía a tirar un córner –lo que motivó la suspensión temporal del partido por más de un cuarto de hora–, como a las repercusiones ulteriores. Las declaraciones de Joan Gaspart, presidente del Barcelona, referidas a la actitud “provocativa” del jugador portugués con respecto a la afición local fueron el principal disparador. Y las de Louis Van Gaal, entrenador del local, terminaron de calentar el ambiente. O de calentarlo a Figo, que fue el que ayer prendió el ventilador: “Me extraña lo de Van Gaal, porque varias veces le he salvado el culo”. Sic.
El delantero portugués se mostró sorprendido por los ataques del presidente del Barcelona, Joan Gaspart, y del entrenador, Louis van Gaal. “Me sorprende que Van Gaal se haya referido a mí en los medios de comunicación, cuando nunca lo hizo en los dos años y medio que coincidimos en el Barcelona. Y me sorprende más cuando en ese tiempo le salvé el culo en alguna ocasión”, declaró Figo. “Yo fui a Barcelona a jugar al fútbol”, añadió. “Parece que sólo hay un problema si sucede algo grave. Hay que acabar con este tipo de situaciones, porque la imagen del fútbol español ha quedado malparada. Lo que me pregunto es qué hubiera pasado si uno de esos objetos que lanzaron me hubiera alcanzado a mí, a cualquier otro jugador o a uno de los agentes de seguridad.”
Los medios de comunicación portugueses salieron en defensa de su paisano. El diario Récord, por ejemplo, tituló “Figo heroico resiste al infierno del Camp Nou”, y en el interior afirmó que “el tiro al portugués” sustituyó al buen fútbol. En los periódicos de información general también se criticó la actitud de los seguidores del Barcelona contra Figo, que motivó que el partido se interrumpiera durante dieciséis minutos.
Pero el partido dejó también otras consecuencias desagradables. Patrick Kluivert, delantero holandés del Barcelona, no acudió al entrenamiento de ayer pero la causa no era de índole física. Tuvo que pedir permiso para resolver el problema de la detención de su hermano, implicado en la agresión a un policía en las gradas del estadio.
Para Juan Román Riquelme, acostumbrado a nuestros clásicos y a nuestras costumbres, los incidentes del Camp Nou no fueron tan graves. “Para mí no fue nada nuevo”, manifestó Riquelme cuando se le preguntó sobre el lanzamiento de objetos al portugués Luis Figo. Los periodistas españoles comentaron así la actitud de Román: “Riquelme estaba tan habituado a reacciones como las que protagonizan en Argentina las temidas ‘barras bravas’, como se conocen a los radicales en su país, que ni siquiera pudo analizar las declaraciones de su presidente, Joan Gaspart, quien entendió que Figo provocó a la grada. El argentino asegura que “no se fijó” en lo que hacían los madridistas. “Solamente se paró el partido un poquito y además después Figo fue a tirar otro córner y tampoco pasó nada”, simplificó Román, para volver después sobre lo futbolístico: “El partido no fue lindo, no hubo muchas situaciones de gol y la gente esperaba más, pero se trabó mucho por ambos bandos”. Además, consideró “válido” el gol anulado al holandés Patrick Kluivert.
Tampoco el Tito Bonano encontró nada demasiado extraño en los incidentes. “Es normal un clima así en un clásico, porque la gente quiere exteriorizar su pasión”, manifestó el arquero, y añadió: “En Argentina no se cerraría la cancha”. Para los periodistas españoles, sobre todo los de la capital, semejante indiferencia resulta por lo menos sospechosa. Pero otros hablaron del partido que, como todo el mundo vio, fue horrible. En ese sentido, el seleccionador español Iñaki Sáez se atuvo al aspecto deportivo y sostuvo que a su juicio el partido entre el Barcelona y el Real Madrid fue un choque de “muchas precauciones porque ninguno de los dos quería perder”. Sobre los incidentes señaló que es un asunto que “entristece a todos” y calificó de “acertada” la decisión del árbitro de que los jugadores se retiraran durante algunos minutos al vestuario para “enfriar el ambiente”.
La delegación del Gobierno en Cataluña también intervino en la polémica. Un portavoz subrayó que los altercados fueron “probablemente premeditados por un grupo que no representa a la afición del Barcelona” y criticó la “sobredosis de barcelonismo o antibarcelonismo” con la que han reaccionado algunas personas vinculadas a estos clubes.

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