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Lunes, 28 de abril de 2003

EL ULTIMO TRAMO DEL CLAUSURA PROMETE UNA PUJA REÑIDA ENTRE LOS DOS GRANDES RIVALES DEL FUTBOL ARGENTINO

Segunda vuelta que dura nueve fechas

A mitad de campeonato, River y Boca comparten la punta de la tabla y el país futbolístico espera, como el ballottage que decidirá quién ocupa la presidencia de la Nación, una confrontación de estilos. El paso en falso del equipo de la Ribera en la Libertadores enrarece el arranque de esta carrera, pero el superclásico, que se jugará luego del auténtico ballottage, puede incidir, sin duda, en el tramo final del torneo.

“EN BOCA, EL SUPERCLÁSICO NO DEFINE NADA”

Por P. V.

Acaso este clima de ballottage, ya que no el escenario, habría resultado muy distinto de no haber mediado el debut de Boca en los octavos de final de la Copa Libertadores. Porque los jugadores se fueron de licencia a votar en las elecciones nacionales de ayer con una consigna retumbándoles en la cabeza, que no pasaba por el campeonato local, sino por la Copa Libertadores: “Vamos a ir a jugar a Brasil y nos vamos a traer la victoria y la clasificación”, se comprometieron el jueves por la noche, en el vestuario, después de la derrota ante Paysandú, y se fueron sin querer hablar del Clausura.
“Tenemos todos los cañones apuntados a ambos torneos –le había dicho Matías Donnet a este diario–, pero todos queremos ganar la Copa.” El sentimiento generalizado en el plantel era apostar las mejores fichas en el tapete del torneo continental. Paradójicamente, un traspié en ese certamen podría obligar a Bianchi y sus boys a dedicarse de pleno al Clausura. Pero para la revancha en Belem faltan más de dos semanas, un período en el que Boca jugará tres partidos –ya que al haber ballottage presidencial se adelantará una fecha para compensar la que se pierde el 18 de mayo– cuyos resultados pueden consolidar la moral del asalto a Paysandú. El equipo brasileño siguió ayer su racha ganadora al vencer 5-2 al San Pablo en el torneo Nacional de ese país.
“Pese a la rotación que impuso Bianchi, con la disputa de ambos torneos se suman esfuerzos y desgaste”, juzga Donnet. Los tres partidos que Boca va a jugar en una semana –presumiblemente, el domingo 4, el miércoles 7 y el domingo 11– someterán al plantel a un reto que sin duda complicarán las reservas físicas para el superclásico.
“El campeonato no lo van a pelear solamente Boca y River –opinó el arquero Roberto Abbondanzieri–, porque algún otro equipo se va a meter. Vélez está cerca, Central también, Racing no se cayó. Además, la Libertadores nos saca esfuerzo y dedicación tanto a nosotros como a River, que tenemos como objetivo ese título.”
La mecánica con la que se jugarán las próximas tres fechas provocará que el superclásico se juegue en la semana posterior al ballottage. Abbondanzieri no cree que la suerte de ese partido tenga incidencia definitiva sobre el título. “El año pasado le ganamos a River y, sin embargo, quedamos segundos de ellos”, apunta el arquero.
Un detalle no menos importante es el hecho de que el superclásico es el primer partido que Boca jugará tras la revancha en Belem: el resultado en tierra brasileña tendrá incidencia directa en el ánimo con que los jugadores salgan a jugar contra River, sin duda. Tanto si se mantienen en la Copa, como si no.
“Ambos equipos sacaron una diferencia incuestionable sobre los demás –acepta Abbondanzieri–. Pero no se puede decir que el campeonato esté reservado a una disputa entre ambos.”
La gran incógnita está puesta en el rendimiento del equipo, que no ha conformado en los últimos encuentros, ni en el Clausura ni en la Copa. Habrá que ver si, después de este descanso obligado por las elecciones, el plantel recupera energía y virtud para afrontar el petit-maratón que lo aguarda y que desembocará en el partido frente a River en la Bombonera.


“RIVER ESTÁ MEJOR QUE EN EL ARRANQUE”

Por Adrian De Benedictis

El pequeño receso que provocó las elecciones presidenciales generó espacio para la reflexión. Y más allá del futuro que le espera al país, el fútbol también ocupa una porción importante en la actualidad cotidiana. Por ello, entre los puntos principales, el comienzo de la recta final del torneo Clausura, con River y Boca como animadores fundamentales, resalta entre muchas cosas. Precisamente, en el plantel del equipo de Núñez se destaca un joven que en la cancha exhibe la experiencia de un veterano. A los 22 años, Martín Gastón Demichelis ya se ganó un lugar entre los elegidos de la gente. Este marcador central cordobés, nacido en Justiniano Posse, pretende cerrar la temporada con toda la gloria, antes de desembarcar en el Bayern Munich de Alemania.
–Martín, ¿pensás que recién ahora encontraron el nivel de juego que pretendían?
–Los triunfos van sumando confianza y hacen que las individualidades crezcan. Pero, más allá de eso, creo que el aporte de cada uno hizo que ahora disfrutemos de este presente.
–River lleva ocho victorias seguidas en el Clausura. ¿Fueron la clave para que pudieran afirmarse?
–No sé, en realidad todavía no estamos afirmados porque no ganamos nada. Lo único concreto es que estamos mejor que al principio.
–Y justamente, ¿por qué al comienzo del año el equipo no podía consolidarse?
–Nosotros veníamos de una racha negativa durante los partidos de verano, y por ahí eso influyó en los partidos posteriores. Uno siempre trata de hacer lo mejor, pero no siempre querer es poder. Todos hubiésemos deseado un arranque mejor tanto en la Copa como en el torneo local, pero bueno, todo llegó un poco más tarde.
–Ahora se acerca la etapa de definiciones; ¿vos creés que el partido ante Boca puede llegar a ser decisivo para el torneo Clausura?
–Ese partido es, recién, en la decimocuarta fecha. Todos sabemos que la trascendencia que tiene es inigualable. Seguramente será clave, pero ninguno de los dos podrá dar la vuelta ese día. Además, en los últimos años, los torneos se están definiendo en la última fecha.
–¿River está en condiciones de ganar los dos campeonatos?
–Si bien River tiene un gran plantel, acá no se puede predecir nada, en absoluto. Habrá que ver cómo se sigue evolucionando, porque en dos partidos te podés quedar afuera de la Copa y también del campeonato.
–El público de River parece muy obsesionado con obtener la Copa; ¿vos elegirías un torneo en especial?
–No, no, acá estamos en una institución muy grande en la cual tenemos que afrontar con gran responsabilidad todo lo que nos toque jugar. La prioridad será para los dos torneos.
–Este fue un domingo distinto para ustedes. Particularmente, ¿te sentís identificado con la dirigencia política de la Argentina?
–Mirá, yo lo único que quiero es que el país pueda estar bien. Ojalá se pueda concretar.
–Antes de incorporarte al Bayern Munich, ¿qué sueños se te cruzan por la cabeza?
–En esta carrera uno siempre vive o va creando objetivos, y esos objetivos hacen que estén complementados por sueños. Obviamente, me gustaría poder irme con un título.

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