El partido entre el último campeón –Vélez– y uno de los equipos que habían sorprendido en el último Clausura –Colón– estuvo lejos de ser lo que prometía: no fue ni la sombra del aquel 4-2 a favor de los de Liniers en el último Clausura. En Vélez no estaban Moralez y Cubero, en Colón faltaba Fuertes, su goleador. Quizá por eso el partido fue aburrido, con pocas situaciones de gol; hasta el final, claro, cuando Cristaldo puso el 1-0 que les dio la victoria a los de Liniers.

El partido fue malo y sólo tuvo unos pocos pasajes de emoción. Ni siquiera el ex Huracán Federico Nieto, el mismo que afirmó que no se sentía cómodo con el fútbol del equipo de Cappa, porque “tocaba por abajo y no tiraba centros”, pudo cobrarse revancha frente a los mismos jugadores que le arrebataron el título del Clausura. Tampoco logró lucirse en su regreso Leandro Somoza, a quien le costó acoplarse y jugó condicionado por una amarilla.

Todo se redujo a las buenas intenciones de Colón en la primera parte, que con la iniciativa era más que el conjunto de Ricardo Gareca, aunque lo lograba concretar, ni siquiera en las jugadas de pelota parada.

Vélez mejoró en la segunda parte, a partir del ingreso de Cristaldo, primero, y de Zárate, después. Pero igual le costaba salir del fondo, como si el partido del jueves en la Bombonera frente a Boca por la Copa Sudamericana les hubiera comido las piernas a sus jugadores.

Si no fue un empate clavado fue sólo porque en la jugada más lúcida de Vélez, a los 84, Zárate metió un balazo, Monzón dio rebote, Papa la bajó de cabeza en el área y Cristaldo, de palomita, clavó el 1-0.