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Domingo, 26 de febrero de 2006

ONETTI

Galaxia Onetti

Tras un cuidadoso trabajo con los originales, se publicarán en España, en tres tomos, las obras completas de Juan Carlos Onetti. Radar conversó con su esposa Dorothea Muhr, que por estos días se encuentra en Buenos Aires.

 Por Juan Pablo Bertazza

En una charla en su casa de Olivos, donde pasa los meses que no está en Madrid, Dorothea “Dolly” Muhr, hablando de su marido, dice que “era de Cáncer, muy apegado a su familia, no me dejaba irme nunca salvo para trabajar”. Como si hicieran falta oportunidades para recordarlo, la flamante aparición de las obras completas de Juan Carlos Onetti en España (a cargo del sello Galaxia Gutenberg-Círculo de Lectores) es otra excusa para que Dolly pueda explayarse sobre el mítico escritor. “Como yo soy violinista y en ese entonces trabajaba en una orquesta, al mismo tiempo que mecanografiaba sus escritos, aprovechaba para revisar la musicalidad de las palabras. Y le propuse varios títulos clave de la música clásica: La vida breve (obra de Manuel de Falla), Los adioses (Beethoven), La muerte y la niña (Schubert), El Caballero de la Rosa (Strauss) y Para una tumba sin nombre (Claude Debussy) son algunos ejemplos.” Sin embargo, enseguida saltan a la vista la admiración y el respeto casi religioso que esta argentina de 80 años y acento español siente por su marido, “pero él era de por sí muy cuidadoso con el tema del sonido, y sí, yo le propuse algunos de esos nombres, aunque son sólo títulos que iban bien”. Lo que va muy bien, como complemento de la figura gigante de Onetti, es su humildad: cuando se le pregunta codiciosamente sobre los textos que quedan por publicar de Onetti, dice: “Quedan algunas cosas. Novelas, no, por supuesto. Pero yo tengo total respeto por sus decisiones y, como no quiso publicarlas, voy a destruirlas”.

Las obras completas de Onetti, que ahora van a publicarse, constan de tres tomos. El primero reúne las novelas tempranas: El pozo (de la cual Dolly guarda las ediciones piratas de un uruguayo que no pagaba los derechos), Tierra de nadie, Para esta noche, La vida breve (novela preferida de Dolly), Los adioses (novela preferida de Onetti) y Tiempo de abrazar. El segundo tomo incluirá el resto de sus novelas hasta Cuando ya no importe, mientras que el tercero contará con los cuentos y sus múltiples artículos periodísticos.

El primer tomo, que lleva un preámbulo de Dolly titulado hermosa y nerudeanamente Las ventanas me duelen, va a aparecer en junio en España, y contará con la presentación de la viuda y de Hortencia Campanella (una de las primeras entrevistadoras y luego incondicional amiga del autor, que está a cargo de la edición), y viene a llenar un espacio vacío: la gran dificultad de los fanáticos de Onetti para encontrar novelas como El pozo o Tiempo de abrazar. El segundo tomo, por su parte, contará con un prólogo de la escritora Liliana Díaz Mindurry, quien tiene en su haber una anécdota fascinante: “Pocos días después de ganar el premio Rulfo (del que Onetti era jurado) con mi cuento Onetti a las 6 (en el cual le aseguraban a una mala y rosa escritora que Onetti iría a visitarla a esa hora), sonó el teléfono de mi casa y alguien me decía que era Onetti. Por supuesto, no le creí, y hasta tenía ganas de gritarle ‘¿Por qué no te vas a joder a tu madrina?’, como en Matías, el telegrafista. Pero me contuve, y menos mal, porque después supe que sí se trataba del mismísimo Onetti”.

Dolly también recuerda una anécdota durante una entrevista en su casa de Madrid con Godard, quien planeaba filmar Jacob y el otro. Al final del fallido encuentro (Onetti leía pero no hablaba francés), el rey de la nouvelle vague se despachó con un “vous êtes le personnage”. Así, desmitificando su fama de huraño y depresivo, Dolly reivindica la alegría y actitud lúdica del escritor, que no muchos supieron descubrir. Y esa alegría se refleja ahora en los ojos de Dorothea cuando habla de su marido: “Escribía muy despacio, le dedicaba muchísimo tiempo a cada letra, porque decía que mientras tanto podía ir pensando los argumentos. ¿Sabes qué? Recién ahora que compongo música al piano, puedo entenderlo, puedo entender de qué va eso de crear. Antes creía que lo entendía, pero estaba equivocada”.

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