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Domingo, 17 de enero de 2010

Vivir en el pasaje

 Por Mercedes Halfon

Zaguanes no es el espacio de introducción a un mundo o casa de alguien, sino que es el mundo en sí mismo para una persona. Cuatro secciones bien constituidas y diferenciadas integran este libro de poemas, y en cada una de ellas, Alfredo Hugo Navigante manifiesta una faceta acabada de, precisamente, su visión de mundo: tristes reflexiones cínicas, experiencias agobiantes, apuntes de una sensibilidad que se detiene en elementos tan disímiles como pueden ser referencias mitológicas o bíblicas, recuerdos del conurbano bonaerense, voces que parecen venir desde la lejanía de lo telúrico.

En este segundo poemario, Navigante (1956), quien publicó en el 2005 La vergüenza (por Tantalia/crawl), plantea una poesía sustractiva: una palabra aparece en el lugar de un verso, buscando así una potencia y una ambigüedad que por momentos logra resultados misteriosos, como en el poema “Legislatura”; “La piedra/ la televisión/ los cabellos/ la ropa/ la sonrisa/ tu desprecio/ desde aquel lugar”; pero en otros pareciera perderse en cierta vaguedad, búsqueda tal vez de ese borde o zaguán del sentido que se esconde.

De todos modos Zaguanes construye su eco por acumulación. En sus secciones –“Profundidades”, “Liturgias”, “Poemas sin título”, “Rumores”– ensaya distintos tonos, o estados anímicos que crean un abanico de pocos colores pero intensos. En la primera parece primar el dolor que se muestra claramente en el poema inicial, Desamparo: “(...) Puntura/ silbido/ espasmo/ anestesia/ La mezcla/ lo negado/ el viento/ tal vez persista”.

En la segunda parte, los temas son esenciales: la tierra, los hijos, Dios, cuestiones metafísicas no tan usadas en la poesía contemporánea de Buenos Aires, y en las que Navigante alza la voz de un modo certero y decidido para tocar con sus palabras, por ejemplo, a pueblos arrasados por la historia, especialmente en los poemas “Dios me mira” y “Dios no me mira”. “Poemas sin título” propone un tono más relajado e impresionista: apuntes, recuerdos. “Rumores”, por último, anuda las cuestiones centrales del poemario: desilusión de una generación, referencias a poetas de ayer, tristeza del hoy.

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Zaguanes, Alfredo Hugo Navigante, Paradiso 62 páginas
 
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