libros

Domingo, 16 de enero de 2011

Iceberg de familia

En los cuentos de Sebastián Basualdo, los lazos familiares y el pasado van armando una trama que cobra sentido detrás de la entrelínea.

 Por Martin Kasañetz

En Fiel, Sebastián Basualdo muestra a través de sus relatos un entramado complejo de relaciones –en su mayoría, entre miembros de una familia– narrado desde la omisión de ciertos datos, produciendo en el lector un efecto magnético. Utilizando el clásico pero efectivo método del iceberg de Hemingway, Basualdo va iluminando –como una linterna pequeña dentro de una gran habitación a oscuras– algunos fragmentos para hacer la historia comprensible, pero siempre dejando la mayor parte en la oscuridad. Esta parte oscura –lo no dicho– es la que acarrea el motor vital de cada historia dando, a su vez, el sentido a lo narrado. Cada uno de los relatos parece sumar situaciones en donde se exponen detalles parciales de sus personajes. Y es a través de estas situaciones que el lector va construyendo las conexiones que los vinculan, creando poco a poco el sentido de un único relato superior estratégicamente incompleto.

Fiel. Sebastián Basualdo Bajo la Luna 80 páginas

Desde el comienzo, como si partiéramos desde la estructura de un árbol genealógico, los personajes de los padres son presentados en los primeros relatos. En el texto “Tiro al Segno” con que se abre el libro, Basualdo reproduce de manera admirable la mirada crítica de un hijo que cuestiona momentos del pasado a su padre, momentos que no puede cicatrizar: “Si supieras cómo te veía años atrás, Francisco. Ahora ya no le impresiona el modo en que fumás el cigarrillo, ni tu mano pesada sobre su hombro, ni mucho menos el tono de tu voz imponiéndose con elegancia...”. En “Conversación”, la presencia de la madre se subraya a través de un marcado fastidio: “Me besa en la mejilla y sonríe. Siempre sonríe cuando comienza a sentirse incómoda. Y sonríe de ese modo que yo tanto detestaba cuando era chico. La época en que venían mis amigos a casa después del colegio (...). No quiero entrar en su juego. Me levanto; abandono un mate irreconciliable”.

Esta disfuncionalidad familiar que cada relato va presentando y acumulando, se extiende hacia los extremos del árbol familiar, llegando a varios de sus integrantes, sumando amistades y recuerdos del pasado. El lector puede participar en cada uno de estos relatos desde lo que intuye, integrándose al conjunto de personajes que parecen observar todo desde su visión caprichosa, ignorando el entorno que los rodea. Curiosamente –o quizá como parte de su disfuncionalidad–, ninguno de ellos parece querer escapar de la red sino que a través del conflicto terminan por reforzar sus vínculos.

Sebastián Basualdo es profesor de Literatura y publicó el libro de cuentos breves La mujer que me llora por dentro (2001) y la novela Cuando te vi caer (2008), así como también ensayos y textos críticos en distintos medios gráficos. Los doce relatos que componen Fiel parecen funcionar como la mente lo hace con los recuerdos: algunos de ellos describen de manera arbitraria situaciones que a simple vista serían evocaciones casuales. Otros, por el contrario, parecen estar más presentes en la conciencia de los personajes, forjando como resultado una realidad adversa.

En este excelente libro todos los textos podrían tener que ver con algo más amplio que los relaciona, porque detrás de los lazos familiares asoma la sombra omnipresente del pasado, eso que todos, con esfuerzo, llevan a cuestas.

Compartir: 

Twitter

 
RADAR LIBROS
 indice

Logo de Página/12

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados

Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.