libros

Domingo, 8 de junio de 2003

LAS SIETE DIFERENCIAS

Kamchatka

Qué quedó y qué cambió de la novela de Marcelo Figueras (Buenos Aires, 1962) en la versión filmada por Marcelo Piñeyro e interpretada por Cecilia Roth y Ricardo Darín (foto).

1 En la novela, el narrador (Harry) es alguien que fue chico, que recuerda aquellos momentos de la infancia pero puede hablar con igual solvencia del comienzo de la vida, de historia, de la astronomía y de la física, siempre de modo eficaz para el desarrollo de la narración. En la película, el narrador es un chico de diez años, de modo que los (pocos) momentos en que su discurso se aparta de lo que puede ser “la visión de un chico” resultan inevitablemente forzados e inverosímiles.

2 En el libro, la madre de Harry es una física que trabaja en un laboratorio, da clases en la universidad, se la define como “menuda y vivaz” y en la intimidad la familia la llama La Roca, por su rigor. Cecilia Roth no acierta plenamente en ese rol, sobre todo porque el guión del film apenas insiste en su formación científica. Por ejemplo, cuando ante un comentario post-asado sobre la combustión del carbón, Darín le dice “la ciencia en la comida en mala educación” (?). Eso sí, en ambas versiones de Kamchatka el personaje fuma que da calambre.

3 Los padres de Harry, y de su hermano El Enano, se ven perseguidos por los militares luego del golpe de marzo del ‘76. Si bien el motivo de la persecución no está en primer plano (uno de los logros del libro), a la actividad de la madre se suma que el padre es abogado de presos políticos, y en su huida da cobijo a Lucas, un personaje de 18 años que no se sabe si también está escapando o qué. En la película, Lucas se diluye en la encarnadura de un inofensivo Tomás Fonzi. Por otra parte, el resumen que hace AVH para su edición en video dice que son perseguidos “simplemente, como en la mayoría de los casos, por oponerse al régimen”, como si la oposición pudiera ejercerse así, en abstracto.

4 En su primer escape, la familia se va con lo puesto. Junto con el TEG, uno de los juguetes olvidados es un Goofy (Tribilín). Tal vez por la tiranía del mercado (sea porque el público no conoce al personaje de Disney, sea porque es difícil encontrar Goofys de plástico), en la película aparece transformado en un león bastante parecido al Rey León.

5 A medida que la novela se hace más larga, se excede en repasar momentos de la infancia y pierde efectividad. Por el contrario, la película va ganando en credibilidad según corren los minutos, y hasta llega a emparejar los méritos del libro.

6 Mientras que la novela recuerda aquellos momentos de la infancia como una edad dorada, antes de la caída del paraíso (de la desaparición de los padres), en la película parece un interminable momento de angustias, destierros y berrinches, que nunca acaba (o que acaba de la peor manera).

7 En la novela, la abuela materna, con rasgos de notable egoísmo y por momentos bien desagradable, luego se convertiría en Madre de Plaza de Mayo, y sería “parida por su hija”. En la película no hubo tiempo para eso.

Martín De Ambrosio

Compartir: 

Twitter

 
RADAR LIBROS
 indice

Logo de Página/12

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados

Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.