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Sábado, 22 de marzo de 2008

NOTA DE TAPA

Los cincuenta

La primera escuela de diseño del país, hoy Facultad de Artes y Diseño de la Universidad Nacional de Cuyo, está de festejo. Contrariamente a lo que muchos pueden pensar, nació en Mendoza y este mes cumple medio siglo. Curiosamente o no, hay mayoría de jóvenes, detrás de esta celebración y reconocimiento. Uno de ellos, Gustavo Quiroga, diseñador industrial que trabaja junto a Mariana Mattar y Sebastián González en proyectos de gestión cultural. Inquieto mendocino, preocupado y ocupado, en cuestiones de rescate a través de ED Contemporáneo, espacio de arte y diseño, y de Guón, colección de diseño mendocino. El primer archivo de documentos y piezas materiales desde los comienzos del diseño en la provincia hasta la actualidad, que en octubre pasado fue objeto de una muestra que de algún modo sirvió de antesala a este festejo. Cincuentenario que se orquestó esta semana con charlas y debates (Jornadas Latinoamericanas en Investigación de Artes y Diseño), la inauguración a la exposición 50 Años de Diseño y por supuesto una fiesta. Eventos que sirven de alto en el camino para repensar la disciplina. Valorar lo transitado con vistas al futuro.

HACIENDO HISTORIA

“El mérito de la fundación de la carrera de diseño en Mendoza podría adjudicarse, y con justicia, al profesor de Historia del Arte Abdulio Giúdice, que percibió la necesidad de la enseñanza del diseño en la Escuela Superior de Artes Plásticas de la Universidad Nacional de Cuyo. Ideó y logró, en marzo de 1958, la implementación del Departamento de Diseño y Decoración, comienza a desandar Eduardo Gómez, diseñador porteño afincado hace desde años en Mendoza, profesor titular de la cátedra Gráfica para Productos en 4º año, autor de la marca de los 50 años de diseño y de un texto que exhibe la revista Huellas de la universidad editado para la ocasión.” Sin embargo, explica enseguida, el contexto cultural que posibilita el surgimiento de la carrera hay que buscarlo en la llegada en 1947 del arquitecto César Jannello y su esposa, la arquitecta Colette Boccara. La llegada de Jannello inicia una larga lista de personalidades que desembarcaron en la provincia y que ejercieron distintos grados de influencia en el desarrollo de la carrera. “Jannello llega a Mendoza contratado para dictar clases en la carrera de Artes Plásticas, y desde la carrera de Cerámica auspicia la producción industrial de objetos de uso, es decir que introduce el pensamiento de diseño. Formaba parte de la vanguardia pictórica arte concreto-invención, creada por Tomás Maldonado, a quien se considera el verdadero fundador del diseño en la Argentina. En el diseño gráfico ese extremo racionalismo fue expresado en las ideas de Emil Ruder y Armin Hofmann. La escuela suiza sentaría –según Müller Brockman– “los principios espirituales y artísticos de la gráfica contemporánea”. Esta concepción del diseño se convirtió en la única y verdadera; cualquier alternativa que no obedeciera a esa dogmática era descartada como debilidad mercantilista. Será desarrollada en Mendoza por el arquitecto Sánchez de Bustamante a partir de 1962 y continuada por el profesor Amado Muñoz entre 1967 y 1971. Y alcanza a los ’70 “con la incorporación de otros profesores porteños como Julio Colmenero”, sigue detallando Gómez en su texto. Para seguir documentando la llegada de Norberto Cóppola, el arquitecto Ricardo Blanco y el emblemático Gui Bonsiepe. Además de los aportes de Rubén Fontana en su fetiche, la cuestión tipográfica. Para enseguida resaltar un presente más cercano: “En los últimos tiempos se han dado acciones esperanzadoras en nuestra facultad como el Congreso de Arte Latinoamericano o la Maestría de Música Latinoamericana y en nuestra carrera se puede destacar la acción del grupoGrapo de gráfica popular. Esto es auspicioso, después de varios años de reducir el diseño al marketing o dedicarse a la producción suntuaria de objetos, desde sacacorchos para champagne hasta exprimidores en forma de araña. La voluntad de retomar lo popular para la comunicación de ideas y de valores para deconstruir, descolocar y descoleccionar las imágenes con la que construimos lo político puede ser también un camino de futuras construcciones. Como también, el obsesivo relevamiento y recreación, llevado a cabo por el profesor Eduardo Pepe, del diseño aborigen y su proyección como elemento de identidad”, remata.

Mientras tanto, desde Mendoza, aunque extremadamente joven, Quiroga se anima a dar cuenta también de los inicios:

–¿Por qué Giúdice funda la carrera? ¿Qué conocimientos tenía de la disciplina?

–Estaban muy informados por Jannello, la revista Nueva Visión, Maldonado y su grupo. Y varios libros de origen europeo como Vantogerloo y del Concretismo. Estaba vinculado a un grupo mayor de artistas concretos y arquitectos modernos –Carrieri, Boccara–. Se dio también en la transición del gobierno peronista cuando se tenía muy en cuenta el proteccionismo industrial y fue muy cercano a una gran feria industrial donde se promocionaban los productos de países americanos, la Feria de América.

–¿Fue la coincidencia del encuentro de estos personajes que logra que en Mendoza se funde la primera carrera de diseño del país o tenía que ver también con otras circunstancias del entorno?

–Lo primero. Giúdice es de Buenos Aires y estaba dando clases en San Rafael cuando lo convocan desde la Escuela Superior de Artes para dar clases en historia. Y ahí se comienzan a suceder una serie de encuentros.

–¿Cuál es el perfil de diseñador que sale de la universidad?

–En octubre del año pasado, la semana del diseño tuvo mucha relación con autoevaluarse. Ahondar en el perfil y los valores: pensamiento endógeno, pensamiento estratégico, perfil del egresado. Estos temas se originaron para tratar falencias en la formación y fue propiciado por el Centro de Estudiantes. Y por otro lado, nosotros como institución independiente, hicimos un Guón! muy retro. De alguna manera nuestra tarea era fundamentar por qué existía el diseño en Mendoza y dar respuestas a todos estos interrogantes que nadie había vinculado con tanta precisión. Se vieron por primera vez piezas originales, documentos, planos, fotos, que nunca se habían juntado y mostrado con una relación de sentido.

–Curioso que en una disciplina hasta ahora mayoritariamente masculina, la primer egresada sea una mujer.

–El hecho de que sea una mujer tiene que ver, tal vez, con que al nacer la institución se denominó Departamento de Diseño y Decoración y vinculaba, por ejemplo, cátedras de Visión con tareas de “composición de flores naturales”, con lo que en principio tuvo una tendencia más aceptada por las mujeres. Con el tiempo se incorporó el concepto de diseño empresarial y eso atrajo al público masculino.

–¿Qué acciones se destacan como las más significativas en todos estos años de la facultad?

–Las publicaciones específicas que se hicieron de diseño. El intercambio pedagógico con profesores externos de Buenos Aires, Chile y Alemania con los alumnos y profesores oriundos de acá que en distintas épocas sirvió para vincular distintos modos de operar en diseño. La reciente toma de conciencia del efecto patrimonial y el rol de formadores culturales y empresarios que tenemos. La formación de distintos grupos de estudiantes que fueron históricamente actualizando con eventos los conocimientos dentro de la facultad: grupo independiente, grupo NN, grupo UVD. Actualmente, dentro de la institución, hay grupos de profesores que apuntan a un cambio post menemista, más consciente en lo político social, como es el grupoGrapo de gráfica popular. El plan de estudio tiene muchos intentos de reforma y recién ahora está lentamente aplicándose.

–¿El contexto mendocino hace a que la carrera sea diferente?

–Sobre lo regional siempre se perfiló a la industria vitivinícola. Pero actualmente están logrando dotar a los egresados con interés en las pymes y en la autoproducción.

La gráfica tiene un acercamiento más simple a los rubros porque brindan el servicio de comunicación, pero los de productos tienen un problema mayor de inserción.

Lo social se está recuperando, la visión posmodernista y visual de los ’80 y del perfil extravagante, extra argentino de los ’90, salvando excepciones. Ahora empiezan los nuevos alumnos a reclamar autenticidad con lo local, cosas concretas, más tangibles con lo que viven y eso se nota en estos últimos cinco años. Es importante rescatar dentro del perfil del egresado que esta institución ha dado a luz a diseñadores muy importantes como Gemma Sánchez, Tite Barbuzza, Ramón Villaroel, Claudio Ríos, Luis Sarale, Jorge Specogna y varios otros. Muchos de los egresados se han ido de Mendoza y sus desarrollos en otros lugares –Buenos Aires, Barcelona, Chile, Francia– han sido muy buenos.

Línea de tiempo

El propio Quiroga se puso a ordenarla como parte del festejo. Rescatando fotos viejas con mucho peinado batido, barba candado, minifalda y cinturas altas. ¿Algunos hitos? “La Feria de América que se realizó entre diciembre de 1953 y marzo de 1954, novedosa por su concepción de diseño integral. La proyección arquitectónica, el mobiliario y el planteo de la torre alegórica como emblema de la feria estuvieron a cargo de César Jannello y Gerardo Clusellas. El diseño gráfico fue obra de Tomás Maldonado y la composición rítmica-musical del sistema sincronizado de luz y sonido de la Torre, perteneció a Mauricio Kagel”, detallan.

Algunos registros de la escuela de cerámica que fue sumamente importante ya que a la tarde funcionaba como fábrica donde, por ejemplo, se produjeron en forma seriada aceiteras para oliva realizadas a pedido de una empresa local por José Carrieri, artista plástico, escultor y docente del taller. O las piezas de Boccara, quien las compuso firmadas como Colbo. “Años después, bajo el mismo nombre, fundó en su casa-taller de la calle Clarck, la fábrica de cerámica para diseños en gres. Actualmente Nueva Colbo va a reeditar las piezas clásicas y a proyectar nuevas piezas con un equipo de diseñadores egresados de la universidad”, suman.

También hay registros de la muestra de diseño realizada por el profesor Amado Muñoz en el Museo de Arte Moderno de Mendoza. Diseñador proveniente de la fábrica SIAM fue quien, primero como docente y luego como director de la carrera (1969-1971), introdujo el concepto de diseño productivo en relación con las necesidades industriales.

En 1973 se hicieron muestras de alumnos en las aulas de los “Galpones de Maestranza” ubicados en el predio universitario. Para esa fecha era reciente el cambio de establecimiento a un nuevo edificio donde se cursaba el total de las materias teóricas y prácticas. En 1974 el Dpto. de Diseño de la Escuela de Artes Plásticas se independizó conformando la Escuela Superior de Diseño.

En 1978 se funda la ADIOA, Asociación de Diseñadores Industriales del Oeste Argentino. Entre los objetivos que se propusieron estuvo posicionar y difundir el diseño de esta región, realizar muestras, boletines informativos, colaborar activamente con la Escuela Superior de Diseño y propiciar la institucionalización nacional del Día del Diseñador, que hasta hoy se festeja con mucha efervescencia.

En 1970, la muestra del “Confort Humano”, como en 1979 el ICSID en México, fueron la excusa para los viajes que constituyeron la enseñanza fuera de aula y propiciaron la relación entre compañeros. Y hoy deja como legado uno de los retratos más lindos de aquellos tiempos con el ómnibus detrás de los alumnos a punto de partir.

Varios afiches como el realizado en 1981 por el grupo Cuatro para gráfica conformado por Carlos Gómez, Drago Brajak, Ricardo Gutiérrez y Luis Scafati, para la Semana de las Artes. Y muchos libros como el de Blanca Quiroga, Semiología del Diseño o en 1994 Diseño Industrial, experiencia pedagógica de Ricardo Blanco una recopilación de trabajos de alumnos realizada por Guillermo Eirín.

También hay registros del festejo del 25° aniversario de la carrera con fotos de almuerzos y fiestas. De la inauguración del Laboratorio de Ergonomía, fundado en 1990 por Marcel Vernhes con la intención de vincular la ergonomía con el diseño. Y en el ’94, del taller de Color.

Acercándonos a nuestros días, más precisamente en el ’02, la inauguración del Edificio de Aulas donde se aloja un amplio porcentaje de la Escuela de Diseño bajo la dirección de Norma Cívico. Tiempo después, en mayo del 2004, fue la sede para el Eladdi, Encuentro Latinoamericano de Docentes de Diseño Industrial. Una nueva agrupación de estudiantes de ambas disciplinas, que se formó para continuar con los festejos de las semanas del diseño. Bajo el nombre de UVD! Una vida en diseño, el grupo realizó actividades continuas desde el 2003 hasta el 2006.

www.uncu.edu.ar, www.edcontemporaneo.com.ar, www.edcontemporaneo.blogspot.com

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