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En un planeta cada vez más convulsionado, al diseño le toca ocuparse de la emergencia. Así lo entendió la asociación civil Creatividad Etica cuando decidió lanzar el concurso “Diseñando para Emergencias”, que tuvo como finalidad principal concientizar a la sociedad en general sobre el valor del diseño como herramienta para la atención de necesidades humanas sensiblemente acentuadas en situaciones trágicas.

El foco estuvo puesto en la emergencia social y la emergencia en la catástrofe, para poder identificar necesidades comunes a ambas. Se premiaron propuestas originales de diseños cuyas características materiales y funcionales ayuden a prevenir, disminuir o erradicar las consecuencias negativas de las situaciones de emergencia sobre las personas damnificadas, o bien mejorar sus condiciones de atención y asistencia.

El concurso fue abierto, gratuito e internacional y el jurado especializado, con miembros como Beatriz Galán (jefa de Cátedra de Diseño Industrial e investigadora Centro CAO. FADU-UBA), Ive Gabriel Adrián (director nacional de Emergencias Sanitarias) y Julián Ugarte (director del Centro de Innovación Un Techo para Chile y Un Techo para mi País), entre otros.

Ayuda móvil

El primer premio fue para la Unidad de Socorro Móvil de los diseñadores industriales argentinos Federico de la Fuente y Juan Angel Herrera. Es un vehículo destinado a brindar servicios de asistencia médica extrahospitalaria en calidad de primera respuesta a múltiples víctimas de accidentes, mediante la clasificación y estabilización clínica, para que puedan ser trasladados a un centro de salud. Es un trabajo que iniciaran hace unos años siendo estudiantes en la Universidad Nacional de Córdoba bajo la tutoría del arquitecto Guillermo Schelotto.

“En situaciones de emergencia y desastres con multiplicidad de víctimas, se hace necesaria la clasificación y estabilización simultánea e inmediata de grandes cantidades de personas en sitios acondicionados o adaptados para eso. En nuestro país la asistencia es realizada con ambulancias que son Unidades de Terapia Intensiva o de traslado, carros de bomberos o vehículos especiales de rescate que cuentan con equipos y/o prestaciones inadecuadas o insuficientes para satisfacer esta demanda. Es durante estos eventos que muchos pacientes por sus condiciones físicas requieren una asistencia inmediata en el lugar y ser estabilizados antes del traslado. Al no poder realizarse apropiadamente el proceso de triage en el terreno, muchas personas son derivadas a hospitales sin necesidad, saturando la capacidad de respuesta del Sistema de Salud con el consiguiente aumento del número de víctimas fatales”, explican los autores sobre la problemática.

Su proyecto nace de la necesidad de articular estas variables de forma que las víctimas con diferente gravedad tengan una atención rápida y adecuada para llegar a ser trasladadas al Centro de Salud de forma clínicamente estable y en el menor tiempo posible. Para eso crearon un vehículo remolcable, que traslada al sitio de la catástrofe equipos de energía, packs de alimentación esencial, higiene y equipamiento médico. Todo es estandarizado para agilizar la intercambiabilidad de componentes con otras unidades del sistema médico intra y extrahospitalario, como tablas de caquis, férulas, cobijas, sillas de ruedas.

“El traslado del móvil hasta la zona afectada es realizado por vehículos de logística. Desde su llegada al escenario, con sólo una dotación de cuatro personas, el móvil puede quedar completamente operable en seis minutos. Ubicada en un cinturón contiguo al accidente, la U. S. M. facilita la recepción de víctimas agilizando el arribo y salida de ambulancias. Reduce el tiempo de respuesta del servicio, procurando una asistencia precoz, sin importar el orden de recepción y garantizando la atención de todos los damnificados”, señalan.

Además cuentan que para su fabricación se contemplaron proveedores de equipos médicos y productores (taller de trailers, carroceras o fábricas de casas rodantes) con tecnologías apropiadas y disponibles en la región de Córdoba, Santa Fe y Buenos Aires, buscando el permanente de-sarrollo de las pymes, la comercialización con costos competitivos en mercados locales y regionales y una gran flexibilidad productiva y de servicios.

El segundo premio fue para otros tres argentinos, Francisco Tablado, Fernando Carretón y Paula Amanda Puebla, por Newen. Un sistema que provee energía y servicios a los asentamientos temporales. Desde iluminación ambiente, señal wi-fi, radio VHF, conexión para equipos de bajo voltaje, entre otras.

El tercer premio fue para el estudiante Ismael Cepeda, por Avita. Es una estructura-refugio articulada, modular y componible, que se resuelve en respuesta a la problemática de contingencia y evacuación de personas en situaciones de catástrofes naturales, conformando viviendas temporales según la necesidad de la familia o grupo que habitará en él. Respetando cuatro premisas importantes como son la protección, la seguridad, la privacidad y la dignidad.

¿Menciones de honor? Para el Heartcontroller de Emma Garatea, de la República de Malta. Un producto cuyo fin es dar al usuario indicaciones fáciles de seguir para que el masaje cardíaco sea efectuado con la presión correcta y dar instrucciones de cuándo es esencial efectuar la respiración boca a boca asistiendo así al socorrista no profesional durante los momentos de intenso estrés emotivo. También para Seguro 72, de la colombiana Luisa Charria Mejía, que propone un sistema de elementos de protección personal y supervivencia básica para los potenciales afectados durante las primeras 72 horas posteriores a un desastre. Y la Yaranga, una vivienda provisoria con sistema de armado prefabricado, planteada como un sistema de módulos con espacios multifuncionales de los brasileños Iván León Trujillo y Alejandra Díaz, y el Puri, de los también brasileños Mayara Wal y Johny Dallasuanna, que es una mochila para proporcionar, de una manera fácil, rápida y eficaz, agua pura.