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Sábado, 8 de septiembre de 2012

CON NOMBRE PROPIO

Sombras de jugar

Los juguetes de Oh! Pacha, de las diseñadoras industriales Marina Baiman y Luciana Díttamo, entretienen y educan con leyendas argentinas y sombras chinescas.

Por lujan cambariere

Entre tanto superhéroe de cartón pintado, las diseñadoras industriales detrás de Oh! Pacha, Marina Baiman y Luciana Díttamo, decidieron rescatar a los verdaderos, para que los más chicos aprendan jugando. Así crearon una línea de juguetes que cuentan los mitos y leyendas más propios de nuestro país. Comenzaron con el libro verde dedicado a la Pachamama, nuestra Madre Tierra, siguieron con el rojo de la leyenda de la Flor del Ceibo, el azul-celeste al Viento Zonda y el amarillo al Cerro Domuyo. Son juegos de proyección de sombras chinescas con las que se cuentan estos acervos inmateriales a través de siluetas proyectadas. Así, cada kit trae seis piezas que representan los elementos o personajes más importantes de la leyenda adaptada, y la invitación implícita de que los mayores, aunque más no sea en un principio, sean partícipes centrales con los chicos del juego y juntos rescatar los valores de los pueblos originarios que tanta falta nos hace.

–¿Cuándo y cómo empezaron?

–Oh! Pacha nace desde una convicción compartida y profunda: el diseño es nuestra herramienta para generar un impacto positivo en el mundo. Nos conocimos en Rosario estudiando diseño industrial y después de una primera experiencia en fábricas decidimos en 2010 abrir nuestro propio estudio, dedicado al diseño sostenible. Fue un desafío y aún continúa siéndolo, ofrecer este tipo de servicios, pero seguimos apostando al proyecto ya que vemos grandes cambios que están surgiendo en la industria local.

Conscientes del impacto social y medioambiental de nuestra profesión, sentíamos la necesidad de crear un producto con sustento, motivo y mensaje que nos identifique como personas y profesionales. La idea de hacer juguetes surgió a principios del 2012 junto a Corina, una diseñadora grafica que conocimos también estudiando en el instituto. Juntas aceptamos el de-safío de poner nuestra experiencia en diseño industrial y gráfico al servicio de los niños y sus padres, conscientes de la influencia del juego y la creatividad en el devenir de la sociedad. Nuestro principal objetivo fue plasmar en los productos los valores necesarios para que todos podamos vivir en el mejor de los mundos posibles.

–¿Y el nombre?

–Nos gusta usar juegos de palabras y onomatopeyas y tratamos de plasmarlas siempre en el nombre de nuestros productos, inclusive en el de nuestro estudio, Ohnos. Oh! Pacha es un grito de adoración, respeto y admiración a la Pachamama, a la naturaleza en sí en una visión más espiritual y global.

–¿Por qué decidieron trabajar con mitos argentinos?

–El concepto fundamental es transmitir y recuperar los valores que ayuden al niño a interactuar con el medio, fomentando y estimulando la interacción entre niños y adultos, reforzando los vínculos tanto afectivos como de enseñanza. Un recurso válido para la transmisión de valores, además del ejemplo, es el relato, siendo los mitos y leyendas portadores de la cultura popular con un alto grado de valoración y significación. Para enriquecernos culturalmente, debemos reinstalarlos y recrearlos en nuestros espacios actuales. Hay una infinidad de mitos y leyendas, adaptaciones y relatos a lo largo y ancho del país, donde se ponderan los temas más intensos y valiosos. La creación, leyendas de lugares, sobre dioses y demonios, animales, árboles y plantas y muchísimos seres mitológicos encarnando diferentes valores. Muestran además una particular relación con los animales, las plantas y otros elementos de la naturaleza. Hemos hecho un análisis pormenorizado de cada una de las leyendas y mitos en lo extenso de cada región y sus pobladores, haciendo hincapié en las versiones más difundidas y que dejen además de la recuperación cultural mediante relatos populares, la enseñanza implícita de valores sociales. En la actualidad contamos con infinidad de personajes fantásticos. como hadas madrinas, princesas, reyes, sirenas, unicornios, dragones, que sustituyen nuestros propios relatos originados a lo largo y ancho de nuestro país.

–¿Las sombras chinescas era algo que ustedes jugaban de chicas?

–La sombra proyectada nos producía una fascinación desde que éramos chicas. Desde que nuestros padres nos contaban historias a través de ellas, con simples figuras, las típicas palomas y conejos, y aún de grandes nos son atractivas por su valor óptico y su pluralidad didáctica manifestada mediante movimientos, acercamientos, cambios de tamaño. Por eso pensamos que es una herramienta para los padres, donde la imagen resultante estimula la imaginación, ya que no da una representación completa de lo que se quiere contar y requiere un trabajo de interpretación de la forma e imágenes simbólicas y la asignación de significaciones y valores por parte del niño. El juego de proyección de sombras potencia la didáctica de la lengua, sintetizando la información, fomentando la creatividad y posibilitando la simulación de situaciones a través de escenas, cuya representación no podrá repetirse. Siendo que cada proyección es única y consecuente de una determinada posición, un ángulo, una distancia y una luz específicas que ocurren en un momento determinado. Proponemos hacer mediante el juego un recorrido imaginario por nuestro país, representando las costumbres y cultura de los diferentes pueblos para alimentar la conexión con lo autóctono y crear puntos de identificación que ayuden a comprender el pasado y conectarlo con el presente para hacer un futuro mejor.

www.juguetesohpacha.com.ar

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