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Sábado, 26 de abril de 2014

CON NOMBRE PROPIO

Endorfinas de diseño

RegiaCasa es un reducto para encontrar los más bellos
tesoros en clave design, con un efecto muy especial.

 Por Luján Cambariere

Muchos sostienen que el diseño tiene algo de terapéutico, relajante, lisérgico. Quizás, ese mismo placer liberador de endorfinas que se le adjudica al chocolate. Emprendimientos como RegiaCasa tienen ese efecto. Encriptado en una diagonal de doble mano donde Martínez se transforma en San Isidro o a la inversa, toma totalmente desprevenido al transeúnte y peor aún, conductor/ra que no espera encontrar ese estallido de color a pura guirnalda, despacho de flores y mesas y sillas en una calle adoquinada. Colisión asegurada por lo menos para deco-victims o sabuesos de ese buen gusto que pasa por combinar antiguo con novel, color con fina estampa, artesanía con diseño y materiales diversos.

¿El responsable? Luis Villafañe, un amante del interiorismo, las antigüedades y el diseño que dio rienda suelta a sus ganas de desandar esta propuesta de apostar a vender diseño, a pesar de todos los pronósticos (en nuestro país pareciera que nunca es el momento de emprender) y abrió el local para reunir, bajo su minuciosa curaduría, de lo nuestro, mucho de lo mejor.

¿Cómo arrancan?

–Yo trabajaba en marketing. Siempre quise dedicarme al diseño y la decoración, y después de numerosos viajes que hice junto a mi pareja y de recolectar piezas por todo el mundo, vi este local con mucho potencial y nos mandamos a alquilarlo. Volvía de un viaje por Praga y Amsterdam muy inspirador y cuando lo vi, me animé. Sentí que era el momento, a pesar de que desde la lógica, y desde que recuerdo, en nuestro país nunca es el momento.

¿El fuerte?

–La curaduría de objetos. Que sean útiles, novedosos, diferentes. También, aunque es difícil, que no estén en otros lugares así la gente se sorprende. Y con una estética que permita que comulguen y se potencien entre sí. Cuido mucho la puesta porque de algún modo siento que eso también hay que ofrecerlo casi como parte del asesoramiento. Mostrar a la gente el cómo, algo que agradecen.

¿Cómo empezaste la selección?

–Algunas cosas las compramos en los viajes porque sabía que en algún momento iba a tener el espacio. A los cuarenta o a los setenta, no importaba. Y como en nuestro país nunca es el momento, siempre lo es. Después tratamos de combinar una selección variada. Antigüedades que consigo en pueblos de la provincia de Buenos Aires que frecuento, como Bolívar o Norberto La Riestra, que es el lugar donde crecí y donde saben que busco cosas y me avisan. Siempre hay algo divertido para sacarlo de contexto y ponerlo en un lugar como éste. Otra cosa curiosa es que si voy a ser sincero, no apostaba a la gente del barrio. En realidad no imaginé la oferta que podía tener en el propio lugar. Y aprendí que no se puede subestimar. Porque apareció gente increíble con una polenta tremenda y objetos súper creativos y de factura increíble. Diseñadores y artesanos fabulosos.

¿Ejemplos?

–Las mantas de lana de Alfonza, un emprendimiento con tejedoras y lana ciento por ciento merino o mohair. Mucha calidad, que es lo que buscamos acá. Después tenemos las macetas en cemento Muelitas, de un chico que estudió ingeniería industrial llamado Benjamín Travaglini. Una cruza entre la maceta de la abuela y la muela, muy divertidas. Portaespirales como los de antaño. Pequeñas obras de arte de Strauss, un artista de la zona que trabaja con objetos reciclados del río. Un abanico de piezas en cerámica de artesanas de la zona a las que les pedimos una paleta propia, como Mariel Evangelista. Juguetes como los caballitos de madera customizados por Pilu Núñez. Todo tipo de guirnaldas con luces, una de nuestras pasiones, de corazones, esferas de hilo, minifarolitos chinos y hasta de hojas de árbol de corcho, muy originales. También otros productos industria nacional, como las nuevas Velas Bohemia, hechas a base de aceites vegetales, palma, soja y coco en aromas increíbles, como higos y rosas, canela, jazmín y bambú, hierbas cítricas y mango.

¿Y despacho de flores?

–Nos encantan las flores y son el complemento ideal. Me voy muy temprano al mercado una o dos veces por semana para poder armar arreglos especiales. Además de las macetas, que vendemos siempre con cactáceas. Y por supuesto, además, siempre en constante búsqueda de nuevos diseñadores para darles salida comercial a sus productos, que es lo que entendemos más cuesta.

¿El nombre?

–Obviamente en honor a las señoras de la zona.

* Diagonal Salta 1163, Martínez. Tel: 4733-4863. www.facebook.com/Regiacasa

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