m2

Sábado, 28 de noviembre de 2015

Cosas de papel

Johanna Wilhelm es diseñadora gráfica y artista, y ahora
presenta su primera muestra individual, Sombras alrededor.

 Por Luján Cambariere

El papel ya es un fetiche de muchos diseñadores y de un universo de artistas jóvenes que lo eligen sin prejuicios para dar vida a sus obras. En nuestro país la joven diseñadora, artista plástica e ilustradora Johanna Wilhelm viene calándolo con un virtuosismo extremo para instalaciones, campañas de moda, su propio producto como originales separadores de ambientes, bellas ilustraciones para libros (Amarillo limón el Sol para Periplo Ediciones y Alfaguara) y hasta tapas de discos.

La técnica del paper cut, noble y legendario recurso, es parte de su trabajo más personal ya expuesto en varias muestras colectivas y ahora en su primera personal, Sombras alrededor, en la que presenta ocho obras inéditas en papel calado en un degradé de tonos de blanco a negro que puede verse hasta hoy en la Galería Mar Dulce.

“En la obra de Wilhelm el calado abre paso a una mirada. El pleno deja de ser pleno a través de los espacios que guían y construyen un recorrido rico y diverso. Forma y transforma un universo infinito, compuesto por luces y sombras. La obra es el recorte que dejó el vacío, es la forma que se llenó de luz para poder proyectarse. Eso mismo que somos, construidos a través de la oscuridad. Cuando se vuelve oscuro, cuando no podemos ver, desprovistos de imágenes, con la mirada entrecerrada, casi en penumbras, comenzamos a abrirnos. Aquello que se perdió, se regenera con un sentido enceguecedor. Como ríos, las líneas se transforman en plenos, se vuelven hojas, pájaros, flores, cortezas, ramas, eco y sonido”, adelanta en el catálogo de la muestra Marianela Márquez.

¿Cómo te definís hoy? ¿Diseñadora, artista...?

–Yo no me defino. Me gusta que mis trabajos estén desde en una galería de arte y también tener obras accesibles en tiendas de diseño. Y lo mismo con mi manera de hacer cada una de mi piezas. Hay mucho planeamiento y proyección que pueden ser herramientas de diseño o confiar en cómo va evolucionando el desarrollo de una obra intuitivamente, como si la obra lo fuese pidiendo. Integro las dos cosas sin importar la disciplina.

¿Cómo surge la invitación para esta muestra y qué decidiste preparar?

–Cuando Linda y Raúl me invitaron a compartir mi trabajo en una expo individual, yo ya estaba en un proceso con estas piezas. Por ahí eran búsquedas de cada pieza individualmente. Pero cuando alguien te llama para algo así te ponés necesariamente retrospectiva y pensé que era lo que estaba haciendo, qué sentido tenía todo eso. Traté de hacer fuertes las piezas, para que se sostengan entre todas, y ahí aparecen decisiones plásticas y conceptuales, sucediendo todo a la vez. Y vengo teorizando bastante con mi propio trabajo, dando talleres o reflexionando sobre eso. Y sabía que tenía que definir esta expo no por algo tan descriptivo de las piezas, sino de lo que producen, de la contraforma, de lo que sobra, de lo que proyectan. No era la forma del calado, ni el hueco, ni la luz entrando entre las formas, sino su proyección, su sombra.

¿Cómo vivís en lo personal este boom del papel como soporte de expresión para el arte y el diseño?

–Me resulta fascinante todo lo que fue surgiendo en el último tiempo. Las posibilidades con una sola hoja de papel son infinitas y eso me generó muchas ganas de seguir investigando y progresando desde lo técnico siempre hay nuevos papeles con los cuales trabajar. Pero siempre lo más interesante va a hacer lo que se hace con ellos y lo que se puede aportar conceptual y visualmente.

¿Cómo definirías vos tu relación con el material, cómo llegas a él?

–Me encanta trabajar con papel. Es un material económico y a la vez cuando empiezo cada trabajo, se va transformando en una pieza única ya que empiezo y termino en ese pliego y esa transformación me genera mucha fascinación. Empecé a trabajar de manera muy autodidacta. Una amiga viajó y me trajo de regalo un cutter especial, que era un poco más cómodo que los que se conseguían acá y ahí comenzó todo. Un día lo agarré y empecé a probar como si fuera un lápiz. El hecho de ir calando y sacando cada pedacito de papel e ir encontrando la síntesis de las formas y contraformas para generar nuevas sombras.

Compartir: 

Twitter

 
M2
 indice
  • Nota de tapa
    El pabellón que resistió
    la última pieza del Centenario
    agoniza tirada en Palermo
    Por Sergio Kiernan
  • Italianos
    Por Jorge Tartarini
  • Cosas de papel
    Por Luján Cambariere

Logo de Página/12

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados

Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.