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Jueves, 8 de abril de 2004

KURT COBAIN, 1994-2004

Diez años después

El lunes pasado se cumplió el aniversario de su muerte. Se dijo y publicó bastante, pero algo queda. Cobain, el punk-rocker opositor a ultranza de cualquier tipo de discriminación, catalizador de una furia y angustia nunca perdidas, eterno adolescente.

POR JON SAVAGE*

Las olas de poder de Nirvana surgen de la habilidad del grupo para canalizar la rabia volcánica de Cobain. En un borrador de carta para un adversario no identificado, él se convierte en Carrie (una de las películas preferidas de Kurt): “Voy a asesinar. Voy a destruir tus opiniones machistas, sádicas, derechistas, religiosamente abusivas sobre cómo debemos operar como conjunto de acuerdo TUS condiciones. Antes de morirme, muchos otros morirán conmigo y se lo merecerán. Te veo en el infierno”. En otro lado escribe: “Es tiempo para que los ‘afortunados’, las porristas y los jugadores de football se queden en pelotas frente a toda la escuela durante una asamblea y rueguen con cada onza de sus almas por piedad y perdón”.
Aquí está la raíz social de la rabia de Cobain: no es accidental que uno de los tracks más brutales de Bleach sea “School” (Escuela), que casi no tiene letra. Es ahí donde la particular psicología de Cobain (en la cual realmente no quiero meterme) se encuentra con lo universal: la escuela es altamente estresante para una larga proporción de los adolescentes. En particular, si son diferentes. La construcción social de la masculinidad es tal que si no sos un deportista o un tipo piola, a menos que tengas mucha suerte, vas a tener muchos problemas durante tus años escolares. Esto no debe significar que seas gay –pero si lo sos, ¡buena suerte!–, simplemente podés ser un muchacho sensible. Hay muchos por ahí.
“Una vez, durante mis años en la escuela –me dijo Cobain en 1993–, tuve un amigo gay. Y ésa fue la única vez que realmente experimenté una confrontación real de la gente. Porque durante muchos años me tenían miedo, básicamente. Cuando empecé a pasar tiempo con esta persona que era conocida como gay, me empezaron a tratar como la mierda. Intentaban cagarme a palos y demás. Entonces mi madre no me dejó que continuara siendo amigo de este chico. Porque ella es homofóbica. No podía pasar más tiempo con él. Fue realmente devastador porque finalmente había encontrado a un amigo varón al que abrazaba, con quien podía ser afectuoso y hablar de un montón de cosas.”
Las experiencias adolescentes como ésta terminaron en una sincera y adulta simpatía por los desvalidos: negros, gays, mujeres, hijos de familias disfuncionales. Sí, Kurt era lo que hoy se llama burlonamente “políticamente correcto”: esa categorización hipócrita acuñada por la derecha, que ha sido usada en demasía como un instantáneo bloqueador de cualquier expresión del sentimiento de que otra gente podría ser más débil que vos, de que el balance de poder existe en este mundo, de que la consideración por los menos afortunados que vos podría ser necesaria para la civilización. Cobain era Políticamente Correcto y en eso reside su grandeza, la chispa que todavía hace que Nirvana sea tema de discusión.
Cobain sale de la historia para reafirmar para siempre el hecho de que si el rock no incluye simpatía por los desvalidos, entonces sólo reproduce el statu quo. Por lo tanto, es lo mismo que el resto. Por lo tanto, no tiene sentido. El poder histórico del rock ha residido en el hecho de que, en palabras de Dave Marsh, le ha dado una voz y un rostro a los desposeídos. Cobain personificó este hecho, que músicos y fans continúan ignorando bajo su propio riesgo: si no incluye al outsider, no hay una buena razón para que el rock exista.

* Crítico de rock y escritor inglés, habitual colaborador de Mojo, The Face y Village Voice, entre otras publicaciones.

Textuales

“Cuando era joven, siempre era una persona más femenina, sólo que no lo sabía. Después, cuando mis hormonas comenzaron a dar vueltas y empecé a tener pelo en la cara, tuve que dejar salir mi vigor masculino por algún lado, así que empecé a fumar porro, y a escuchar a Black Sabbath y Black Flag. Pero los Pixies me pusieron de nuevo en la buena senda y me sacaron del trip machista del punk rock.”

“Feminismo significa mujeres controlando sus propias vidas y yo no metiéndome en medio por ser varón. No es tanto un ideal como un sentido. No parece haber algo parecido a un movimiento feminista reconocible como lo había durante los ‘70, se trata más de una conciencia colectiva. Es el modo en que vivís tu vida.”

“Hay que estar atentos para no ofender a las mujeres y no apoyar actos sexistas, pero no tanto como para convertirse en un paranoico que no puede sentirse cómodo ante una presencia femenina. Las bromas sexistas no causan daño mientras seas consciente de que son sexistas, pero también conozco mucha gente que monta un show de supuesto conservador machista durante 24 horas por día –usan el lenguaje machista y citan frases sexistas–, y después aseguran que lo hacen simplemente para recordarte que así son los conservadores. Y he notado que si alguien lo hace durante demasiado tiempo, al final se convierte en un conservador.”

“La violación es uno de los crímenes más graves. Ocurre cada unos pocos minutos. El problema de los grupos que se ocupan de los casos de violación es que intentan enseñar a las mujeres a defenderse, cuando lo que realmente se necesita es educar a los hombres para que no violen. Hay que ir al centro de la cuestión y empezar por ahí.”

“Tengo una proposición para hacerles a nuestros fans. Si alguno de ustedes odia a los homosexuales, a la gente de diferente color o a las mujeres, por favor hágannos este favor: déjennos en paz. No vengan a nuestros conciertos, no compren nuestros discos.”

 

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