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Jueves, 1 de diciembre de 2005

FOFE, DE CIRCO

Otro salmón

No todo es reggaetón, ni música caribeña en Puerto Rico. También existe esta banda liderada por una especie de psicólogo que afirma que sus canciones nacieron para luchar contra la industria discográfica.

 Por Daniel Jimenez

José Luis Abreu habla sin parar. Y en cada respuesta uno puede tener un título tentativo para una nota. Porque este señor apodado Fofé, cantante de Circo –la banda actual más popular de Puerto Rico–, no se guarda nada y carece de frases seteadas. Esas que los músicos suelen utilizar para salir al paso de ciertas entrevistas. Nacido de las cenizas de El Manjar de los Dioses, mítico grupo de rock de culto en la isla, Circo es el nuevo proyecto de este amante de la psicología y de la música de los ‘80, aunque más orientado al pop y al funk fiestero, donde también coexisten las influencias caribeñas traídas desde la cuna. La ficha técnica de la banda –que ya se presentó en la Argentina en el Quilmes Rock del año pasado– dice que hasta el momento posee un disco debut más que promisorio llamado No todo lo que es pop es bueno, y una flamante segunda producción editada hace unas semanas que lleva por título En el cielo de tu boca.

Fofé, dueño de un carisma escénico explosivo, le dio vida a Circo en el 2002 junto a dos ex El Manjar (el tecladista Eduardo Santiago y el baterista David Pérez), y a los recién ingresados Nicolás Cordero, en bajo, y Orlando Méndez, en guitarra. “Formamos parte de un nuevo ímpetu creador en Puerto Rico, en el que participan jóvenes escritores, pintores, cineastas y artistas plásticos, sobre todo aquellos que trabajan en la vertiente experimental de la performance”, cuenta Fofé. Entre los exponentes de este movimiento salido de ese pequeño islote centroamericano se encuentran Mayra Santos-Febres, la escritora ganadora del premio Juan Rulfo, y la compañía de danza contemporánea Andanza. “Todos puertorriqueños con talento que intentan nadar contra la corriente como el salmón”, dice.

–¿Cuándo se les ocurrió la frase “No todo lo que es pop es bueno”?

–Fue en el 2001. En ese momento, Ricky Martin estaba en su punto culminante y había un montón de boys band, grupos que ya eran una fórmula y que salían uno detrás del otro sin credibilidad artística. Nosotros estábamos desarmando El Manjar y con toda esa rola de ser una banda de culto y tratar de decir algo. Y estábamos encojonados porque veíamos que cada mierda que salía al mercado lo hacía de manera exitosa. Entonces un amigo nuestro de Puerto Rico haciendo un chiste, nos dijo: “No todo lo que es pop es bueno”. Y así quedó. Además reaccionábamos pensando que la palabra pop, que significa popular, se había mierdizado. Y en América la palabra pop es una mierda, pero en la música europea hasta The Cure sigue siendo pop. Y pop no es una mala palabra, pero está desvirtuada en el mundo latino, sobre todo en los Estados Unidos.

–¿Se estigmatizó lo latino con artistas como Thalia o Chayanne?

–Sí, totalmente. Yo le tengo admiración a Shakira, porque sé que escribe sus canciones desde pequeñita y siempre estuvo en contra de la prostitución del artista. Pero de repente se hizo gringa y ahora menea el culo mejor que cualquier otra mujer, logrando éxito internacional. Ojo, que todos podemos hacerlo cuando tenemos una chunga de guita en la mano. Canales como Univisión y las novelas nos han hecho creer que el latino no representa ninguna parte inteligente. Se vanagloria la boca hecha y las tetas de plástico y la desesperación por lograr estándares de una belleza particular, atentando contra la verdadera identidad latinoamericana.

–¿En qué momentos pensás que el rock no es algo divertido?

–El rock es una expresión, un medio de expresión, donde se exponen los demonios, los ángeles y las pestes que uno tiene por dentro. Y el rock es completo, porque te da para fusionar los elementos del mundo musical: te permite ser mierda y gloria. Podés encontrar la simpleza de Tindersticks o la melancolía de la Velvet Underground, que te provoca ver sapos y culebras, y al mismo tiempo podés ver a la Bersuit moviendo el culo (risas). Hay una gran amplitud de cosas. Me frustro cuando veo lapercepción que se tiene del latino en los Estados Unidos. De repente te dicen: “Vamos a llevarte a una fiesta donde vamos a promocionar el concierto”, y cuando llegas está sonando Elvis Crespo, y entonces yo me digo: ¿qué corno hago aquí?

–¿Cuál es tu sensación acerca de que Ricky Martin sea la figura musical actual más trascendente salida de Puerto Rico?

–Pues fíjate que Ricky Martin es un exponente de la música pop y es un artista que ha trabajado desde niño, aunque nos da vergüenza que sea lo más conocido salido de Puerto Rico. Pero hay que respetarlo, porque cada cual expresa lo que quiere. Cuando la misma industria se empecina con un artista no es culpa del artista, porque es el diablo el que lo mercadea. Pero, como el salmón, siempre se puede nadar contra la corriente.

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