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Jueves, 23 de noviembre de 2006

PRIMICIA MUNDIAL: NEW ORDER HABRIA HECHO SU ULTIMO SHOW EN BUENOS AIRES

El NO va más

La banda de Manchester dio un fantástico espectáculo en el Personal Fest que podría quedar en los anaqueles de la historia de la música, si el tiempo confirma lo que le dijeron a este diario poco antes de subir a tocar: “Podría ser el último concierto de nuestra carrera”, confesó Peter Hook.

 Por Roque Casciero y Mariano Blejman

“Puede mostrar el suplemento que está leyendo”, le pidió el improvisado fotógrafo a Peter Hook, el bajista de New Order, en los camarines del Personal Fest, poco después de haber dicho lo que al cierre del NO ya recorría todo el ciberespacio: la presunta despedida de la banda liderada por el propio Hook y Bernard Sumner. La tapa que sostenía Hook tenía un curioso juego de espejos: era el NO de junio del 2005, cuyo contenido tenía la entrevista hecha por este suplemento en Barcelona, cuando salieron a presentar Waiting for Siren’s Call en el Primavera Sound. El disco tenía un inmenso “NO” (de New Order) en la tapa, y fue ese disco el que se usó como logo de aquella producción especial de tapa, que tenía de fondo las fotos de los inmensos “NO” (non, en francés), ya que el “No” había ganado en Francia por las elecciones para instaurar una Constitución Europea. Ese es el NO que Hook sostiene en la tapa, después de confirmar el “NO va más”.

La buena onda de Hooky —como lo conoce todo el mundo— no se detuvo ni cuando le anunció a Página/12 que el concierto que estaba a punto de dar New Order probablemente sería el último de la carrera de la banda. “Es tiempo de que paremos y pensemos qué queremos hacer”, dijo el bajista. Durante el show, en sus parlantes tenía pintada la frase “The End”, lo que generó que los fans más acérrimos siguieran especulando con los rumores de separación. Y la confirmación —primicia mundial— llegó durante la entrevista con este diario: “Es maravilloso parar cuando necesitás hacerlo. A veces, cuando tenés la suerte de tenerlo todo, no lo apreciás como es debido. Entonces necesitás un recordatorio de cómo son las cosas cuando no lo tenés todo. En este momento lo tenemos todo, así que quizá sea tiempo de que lo perdamos, quizá para empezar a abastecernos nuevamente. Así es como me siento”.

—¿Habrá que esperar otros ocho años, como entre Republica (1993) y Get Ready (2001)?

—Quizás otros 17 años, o 30...

—Justamente 30 años es lo que cumplen juntos el año próximo.

—Bueno, estuvimos 29 años juntos, no creo que un año más tenga importancia, la verdad...

—Pero, ¿están bien sus relaciones personales?

—Sí, sí, todavía nos odiamos el uno al otro (risas). Es una cuestión de amor-odio.

Pero quien había dado la primera pista de que éste podía ser el final de New Order fue el baterista Stephen Morris, que sentenció: “A veces simplemente tenés que parar lo que estás haciendo y estar dispuesto a aprender de nuevo en lugar de convertirte en una fotocopiadora”. Morris dijo que este tiempo era “muy raro para ser New Order”. “Estaba bueno hace algunos años, cuando todo el mundo decía que éramos ‘genios semidivinos’ y muchos fans reconocían a la banda. En cierto sentido, ahora hay muchos New Orders dando vueltas por ahí y quedamos como los viejos de la cuadra, así que deberíamos parar un rato y dejarlos a ellos ocupar el lugar.

—Lo que decís suena a que New Order no va más.

—Ehhhhh... Podría decir que no habrá New Order por algunos años, pero somos muy malos haciendo planes, así que asegurar algo... Veremos qué pasa.

BONUS TRACK *

—¿Cómo fue que comenzaste a coleccionar tanques de guerra?

Stephen Morris: —Todo comenzó porque quería comprarme un auto clásico de 1947 y llevé a Gillian (Guilbert, su esposa y ex tecladista de New Order) a verlo. Ella me dijo: “De ningún modo vas a tener eso cerca de mí. Es igual que el interior de la cartera de una vieja”. Dos semanas después de eso, iba manejando y vi que en un lugar vendían un tanque, así que bajamos a echarle una mirada. Y ella me dijo: “Oh, sí, sí, podés tener un tanque”. Así que algo completamente poco práctico le pareció bien (risas). Y desde ese momento empecé a coleccionarlos: ahora tengo cuatro. Es como un sueño infantil... Lo que siempre me fascinó sobre los tanques desde chico era que leía novelas sobre tanques y aviones, y siempre quise saber cómo eran por dentro, porque era lo que no te mostraban. Y debo decir que no es muy cómodo (risas). De hecho, un auto clásico es mucho más cómodo.

—El año pasado le dijiste al NO que extrañabas el caos, y ahora estás trabajando en la película Control. ¿Qué preferís más, el caos o el control?

Peter Hook: —Lo que solíamos tener en nuestros primeros tiempos era el control para nuestra idea. Hay dos modos diferentes: podés estar en una compañía discográfica que tenga el control, cosa que es bastante un cliché de cómo funcionan las compañías, pero cuando las bandas hacen su camino y tienen el control parecen estar viviendo de un modo caótico. Y eso lo extraño mucho, porque a las compañías discográficas no les gusta el caos: son muy aburridas. Por eso extraño los tiempos de Factory, donde nunca tuvimos un contrato.

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Imagen: César Cástico
 
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