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Jueves, 22 de marzo de 2007

BLIND GUARDIAN, EPICA A PURO METAL

De fábula

Alguien podría decir que su música retrotrae a las fábulas medievales de Tolkien o al terror de Stephen King. Pero cuando todo eso se tamiza con el sentimiento futbolero del fan argentino, la cosa se dispara hacia otro lado.

 Por Juan Manuel Strassburger

“Por supuesto que recordamos nuestra anterior visita a la Argentina. En especial el show que dimos en... ¿cómo se llamaba? Ah, sí. ¡Cemento! Si aquél no fue el mejor recital de la gira mundial, definitivamente entró en el top 5. Además del cariño y la constante amabilidad de los fans apenas llegamos, nos llamó la atención los modos futboleros que la gente usaba en los shows para celebrarse a sí misma. ¡Impresionante!” La voz de Hansi Kürsch –cantante de los Blind Guardian, banda líder de la movida épica metal que pisa fuerte en Europa del Este, España y alrededores– llega grave y serena de este lado del teléfono. Exactamente lo contrario de cuando sube a escena y hechiza con esos agudos hiperveloces que retrotraen a las fábulas medievales de Tolkien (en 1998 dedicaron Night Fall of the Middle-Earth al autor de El Señor de los Anillos) o, más para acá, al terror inaprensible de Stephen King, ese narrador perfecto. “Adoro a King, mi favorito de él es El misterio de Salem’s Lot”, declaró Kürsch.

Blind Guardian se presenta este sábado en el estadio Obras. A las 19.

Pero ahora, en un alto en la gira que los lleva por Brasil (nada menos que seis shows en ocho días), la preocupación del cantante es algo más luminosa y pedestre: aprovechar la tarde de sol en las maravillosas playas de Río de Janeiro. “Apenas termine contigo salgo para allá, es un día hermoso”, cuenta. “Realmente la estamos pasando muy bien por acá, lo cual es una buena señal: la anterior vez también sentimos que habíamos alcanzado el mejor momento de la gira. Pero después llegamos a Buenos Aires y vimos que no era tan así. ¡Que los shows eran igual de fuertes o incluso más que los anteriores! Vamos a ver si esta vez también pasa lo mismo, je.” Kürsch desafía, cómplice, al NO. Y tira: “Ojo que esta vez la tienen muy difícil, eh. Los recitales en Brasil vienen siendo muy buenos”.

Hay que decirlo: el entusiasmo de Kürsch (y, se presume, del resto de la banda alemana que completan André Olbrich en guitarras, Marcus Siepen en segunda guitarra y el recientemente ingresado Frederik Ehmke en batería) es genuino. Después de una temporada con algunos contratiempos (tenso cambio de compañía, partida de uno de los miembros originales y cierto replanteo del rumbo estilístico) es probable que para los Blind Guardian esta gira mundial tenga –además del pretexto básico de presentar A Twist in the Myth, su último álbum cosecha 2006– bastante de autoafirmación: esto es Blind Guardian y aquí estamos.

“Con Virgin tuvimos la libertad de hacer siempre lo que quisimos, pero terminamos con algunos problemas. Y eso afecta.” También tuvo su complicación la ida del anterior baterista. “La de Thomas (Stauch) fue la primera separación que sufrimos. Aunque, por suerte, como no tenía demasiada influencia en la composición, su partida no terminó gravitando en el nuevo álbum.”

–¿Coincidís con que en A Twist... bajaron un cambio respecto del in crescendo épico de los anteriores discos?

–Sí, estoy de acuerdo con que no es tan complejo y ambicioso como los trabajos previos. Pero aún así lo considero un álbum ambicioso que incluye elementos modernos e inusuales para nuestra carrera. Eso sí, seguro que suena más directo y simple que Night Fall... o A Night at The Opera (2002), por ejemplo.

Cuando los Blind Guardian decidieron titular uno de sus discos con el mismo nombre de aquel mítico álbum de Queen –considerado uno de los más impactantes en la historia del rock– sin duda estaban sincerando una realidad: en sus mejores momentos –y más allá de cierto pulido en su última propuesta–, esta banda alemana suena como si al Queen protometálico de los ‘70 (los geniales y salta tapones de Sheer Heart Attack y Queen II) hubieran pasado por un acelerador de partículas (¡speed metaaaal!) sin perder nada la pompa, la orquestación barroca y los coros triplicados al infinito que lo caracterizaba.

“Ciertamente somos grandes fans de Queen. Y A Night... fue el álbum que marcó su entrada a algo grande, distinto a todo lo que habían hecho antes. Salvando las distancias, grabar un disco que se llamara igual también fue una bisagra para nosotros”. Kürsch enumera como segundas razones la cita a la epónima película de los hermanos Marx (“muchos se olvidan de que es anterior al disco de Queen”, señala) y la siempre sana costumbre de divertirse con la ocurrencia. “Nuestros fans lo tomaron bien. Y de hecho, cuando antes habíamos grabado un álbum de covers (versiones de los citados Queen y los Beach Boys, entre otros), nuestros seguidores más duros, los back-to-the-roots fans, también lo aceptaron de buena gana.”

–¿Qué pensás de la escena metal actual y de sus diversas tendencias? ¿Cómo la ves respecto de los ‘90?

–Bueno, sigo al heavy desde que era muy pequeño. A fines de los ‘70 no podría imaginarme haciendo ningún otro tipo de música. Pienso que, al revés de lo que en algún momento se llegó a especular, el género no va a desaparecer nunca. Es más: hoy hay un montón de gente honesta que privilegia la idea de concentrarse en la música y en la búsqueda de calidad. De ahora nos gustan Angra, Trivium, Nevermore y Children of Bodom. Puede que venga otro pico artístico como el que vivimos a fines de los ‘80. Quién sabe. Ojalá.

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