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Jueves, 12 de junio de 2008

GRAN MARTELL ACABA DE EDITAR “DOS HUECOS”

“Las bandas nuevas ya van a ser viejas”

Tito Fargo, Gustavo Jamardo y Jorge Araujo apuestan a la explosión creativa, la composición cooperativa y la búsqueda de una estética propia.

 Por Lucas Kuperman

Mediando 2008 y con dos discos en su haber, Gran Martell ya no es vista hoy como “la banda de los ex” (ya sea ex Divididos, Redonditos de Ricota o Porco). Tienen una identidad propia, con un sonido definido, el cual fueron trabajando durante estos cuatro años de vida. A fines del año pasado se metieron en estudios para registrar su segundo álbum titulado Dos huecos, predecesor de su homónimo Gran Martell.

En un encuentro en su sala de ensayo, explican al NO que son una banda con mucha actividad interna, con temas compuestos para un tercer disco sin, todavía, haber sacado el segundo. Esto les nace de la necesidad de seguir creando, siendo esto lo que los moviliza como banda, en una especie de modelo más cooperativo de composición, a partir de un concepto rítmico y sonoro, más allá de una progresión de acordes.

Dos huecos se diferencia del disco anterior porque aporta “más canciones y no un sonido tan zarpado”, como lo define el bajista Gustavo Jamardo. Dedicaron más tiempo a la producción, a diferencia de la placa anterior que había sido grabada en una sola toma.

–¿A qué “Dos huecos” hace alusión el nombre del disco?

Tito Fargo: –Eso no te lo vamos a decir (risas).

Jorge Araujo: –Hay muchas lecturas de Dos huecos. Dale la que quieras. La verdad que la historia de los textos no es que no tengan ningún sentido, todo lo contrario, lo tienen, pero podés agarrar varios caminos.

Gustavo Jamardo: –Está para la interpretación de cada uno. El enchufe tiene dos huecos por ejemplo... y pueden ser muy peligrosos.

Fargo: –Dos huecos es más divertido que uno (risas).

En sus recitales, Gran Martell suele usar proyecciones sobre el escenario, que le dan un apoyo visual al espectáculo auditivo; pero para la presentación del disco no quieren usar más que la música y algunas luces, como explica Jamardo: “Las proyecciones sirven para cuando un grupo está en formación, porque arropan. Es como las rueditas de la bici: no sabés hasta cuándo te ayudan o si tenés equilibrio”.

–¿Cómo se siente Gran Martell dentro de la escena del rock actual? ¿Creen que hay más bandas como ustedes, que se están animando a hacer “algo distinto”, o que todos están repitiendo un mismo patrón?

Fargo: –Hay bandas que lo hacen. El cambio es un patrón natural de vida, no podés quedarte estancado durante muchos años. En algún momento se abre. Hay gente nueva que quiere cosas nuevas...

Jamardo: –El cambio en la música se ve más en el underground. Igualmente no es lo que era en los ‘80, que se salía y veías lo que querías. La calle era creativa, cuando ibas a buscar cosas, encontrabas un montón de variedad. Está bueno que haya bandas como Los Natas o como Pez que tiren para un mismo lado, al igual que nosotros. Gran Martell solo no hace nada, es parte de un engranaje, de un movimiento.

Fargo: –Es parte de un cambio, la punta de un cambio, después de mucha cosa direccionada para un mismo lado en los ‘90. Se ve un cambio, pero uno lo tiene que generar también, no tienen que dejar que pase mirándolo solamente.

A principios de este año se presentaron en el Parque Lezama junto a Los Natas y Dei Fragmenta ante más de 3 mil personas, con lo que se sintieron felices de tocar ante tantos espectadores, pero sin sponsors, ni siendo banda soporte, a diferencia de lo que había ocurrido en el Pepsi Music 2006, en el que tocaron en el turno anterior a Divididos. “Si no tenés un sponsor, estás más tranquilo. Pero si tenés un recital, y te meten un festival con los sponsors que quieras, te comés un garrón y es difícil de levantar”, cuenta Araujo.

No se los nota muy fanáticos de los megafestivales, ni de tocar bajo determinada marca, porque, como explica Araujo: “El tratamiento de estos festivales no conducen a nada nuevo. La grilla de artistas tiende más a seguir sosteniendo lo que uno viene escuchando siempre, que de fomentar cosas que estén sucediendo y que puedan abrir el juego”. Tito Fargo agrega: “En otras partes del mundo hay más diversidad”. “Hay que ver a quién le interesa hacer un festival con bandas como Pez, Los Natas y Gran Martell, quién tiene ganas de hacer una fecha así, con ese nivel de riesgo artístico”, cierra Araujo.

No sienten que las bandas a las que pertenecieron anteriormente tengan una influencia directa en Gran Martell sino que es, más bien, un “reinventarse” todo el tiempo, lo que se hace con ese arrastre de la reinventada. “La exposición que te da una cosa nueva tiene que ver con lo que pasa con las personalidades que la conforman en ese momento”, cuenta Fargo.

–¿Cómo se llevan con el uso de Internet?

Araujo: –Hay que amigarse con el tema de las nuevas tecnologías. Por ejemplo, el disco va a tener como un puente con la información con nuestra página. El tipo que agarra el disco va a poder entrar a la página después y bajarse una cantidad de datos de Internet. A mí particularmente el tema de Internet no me preocupa mucho, pero preocupa cómo hace una banda chica para promocionarse desde ese lugar sin tener el desarrollo que tenía otra banda cuando tenía el apoyo de una compañía.

Fargo: –Está como fuera de foco, porque te promocionás gratis por ese formato, pero hay tanta información que nadie te da bola.

Araujo: –Estaría buenísimo que alguien empiece a mirar las cosas nuevas y empiece a apostar, porque dentro de unos años las bandas nuevas ya van a ser viejas, y estaría bueno que eso empiece a funcionar ya porque, si no, ¿qué nos van a dejar?

Jamardo: –Es como apostar a un equipo de fútbol siempre a los referentes y no sacar a ninguno de la cantera.

–¿Sienten que en la Argentina se le está dando más importancia a la fabricación de instrumentos musicales? (N. de R.: Araujo usa baterías y palillos nacionales.)

Araujo: –Está bueno que se hagan instrumentos acá, y estar en contacto con “el dueño del circo”. Siempre hubo gente muy capaz en el país que no lo pudo explotar o que está a merced de los movimientos que suceden en cadena. Que no haya continuidad ni credibilidad en un país como éste, y no se monten fábricas ni nada, y sea todo de afuera como en la época del menemismo...

Jamardo: –Estaría bueno terminar con la mentalidad patriarcal de que lo de afuera es mejor, si viene de allá es bueno. Y no es así.

* Gran Martell se va a estar presentando hoy en el teatro ND Ateneo, Paraguay 918, a las 21.30.

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Imagen: Cecilia Salas
 
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