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Jueves, 27 de noviembre de 2008

SKA-P VUELVE CON MAS PALOS PARA LA IGLESIA

“No se puede violar niños y encima ocultarlo”

El grupo de ska punk español está de regreso tras su separación en 2005 y su nueva carta de presentación es Crimen sollicitationis, en la que ataca a la norma ideada por el actual Papa para guardar la pedofilia de los curas bajo las alfombras del Vaticano.

 Por Cristian Vitale

La figura del Crimen sollicitationis (crimen de solicitación, en latín) refiere, puntualmente, a una carta enviada por el cardenal Alfredo Ottaviani, en 1962, a toda la comunidad cristiana intramuros. Esa misiva conlleva una especie de manual de procedimientos, un qué hacer cuando un sacerdote u obispo incurre en pederastia, zoofilia o ultraje. El ideólogo de la norma, Joseph Ratzinger, establecía que quien haya sido víctima de violación por parte de un clérigo debía abstenerse de denunciarlo por estar bajo secreto de confesión. ¿Cómo se procedía, entonces? Se enviaba al sacerdote pederasta a otro lugar y se ponía todo bajo la alfombra. La norma fue parcialmente modificada en 2001: hoy, lo vigente es que el Vaticano es el que debe decidir qué hacer ante un caso así. ¿Qué hizo Joxemi cuando se enteró? Pues escribir un tema para denunciarlo, típico hábito de Ska-P. “Es el tema más duro que hemos hecho hasta hoy en letra y música”, asegura a través del teléfono desde Pamplona. “Parece que la televisión no dice nada sobre esto y sólo hay un documental de la BBC girando por YouTube... Entonces hemos decidido mojarnos y hablar de esto, que es un tema muy grave: no se puede violar niños y encima ocultarlo.”

Crimen sollicitationis también se llama la carta de presentación con la que la banda ska-punk española vuelve al ruedo luego de tres años de distancia: es el primer single de un disco (el sexto) cuyo nombre es Lágrimas y gozos. Título franco y fuerte, sin matices. “Alude a lo que ha sido la vida siempre: unos ríen y otros lloran. Hay gente que vive muy bien porque el mundo es de un diez por ciento de tipos que tiene todo mientras a los demás nos toca sufrir, vivir el día a día de una manera mejor o peor”, sigue Joxemi, quien todavía está sorprendido por el regreso de la banda. Rebobinar: Ska-P había dicho adiós hace tres años. “Yo pensé que nos habíamos separado definitivamente... No sé, cierta gente del grupo se cansó cuando yo me encontraba al máximo de fuerza”, recuerda.

–¿Quién se cansó?

–Pulpul. El se casó, tuvo una hija y plantó bandera: “No quiero tocar más”. Nos enojamos un poco, pero no hubo malas historias, más allá de las diferentes formas de pensar o sentir. Hubo un desgarramiento de fuerzas por parte de ellos. Pero pasó un tiempo y cuando nos volvimos a juntar para ver qué pasaba, pasó que fue todo bien. Fue sólo un “paramos porque no damos más”, sin un mal rollo extra.

Ska-P llega al país con un regalito que podría ser una bomba, dado el caso Grassi. “La verdad, desconozco este caso puntual, pero existen cosas así en todo el mundo; por eso, precisamente, el Vaticano sacó esa ley: en lugar de denunciarlos, la idea era ocultar los casos y cambiar al pederasta de iglesia, de zona o de país, para que se desconozca su pasado”, sostiene Joxemi. “No sé si es el caso del argentino, pero esto no lo han hecho una vez, ni dos, sino muchas. Yo creo que la culpa la tiene el Vaticano. Pero quiero salvar algo: pese a que nosotros cantamos contra la Iglesia, debo reconocer que cuando estuve en la Argentina he visitado comedores populares y he trabado contacto con los curas que los gestionan, buenos hombres. Yo hablaba de música con ellos y les decía que si bien Ska-P hablaba contra la Iglesia, personas como ellos eran como para quitarse el sombrero.”

La excursión de Joxemi a los comedores populares argentinos coincide, precisamente, con el momento en que la banda congeló su devenir. Fue, puntualmente, el 12 de octubre de 2005, en un Obras atiborrado de fans. “¿Cómo olvidar esa noche? Para mí, no sé para los demás, tuvo un sabor agridulce. Pensé que era el último concierto y que Ska-P se acababa. Tocamos con mucha rapidez y lo que pensé fue: ‘Hostia, pero acabamos en la Argentina, que es como acabar muy arriba’.” La diáspora llevó a Joxemi (en la cresta de la ola) a “montar” un grupo cuyo nombre expresa su necesidad de no parar: No Relax. “Vamos a hacer unos shows la primera semana de diciembre con Divididos y A77aque”, informa sobre el proyecto paralelo.

–Las estéticas de ambos grupos coinciden, más allá de nombres e integrantes. Protesta, humor, estilo directo, música visceral.

–Sí. Hay temas que se dan a la ironía o al humor, y otros que no. Intentamos divertir denunciando, aunque Crimen sollicitationis no tiene nada de diversión. Es angustiante y no se puede bromear sobre el tema.

–¿Y los demás?

–En el caso de Ska-P, Libertador habla de ese lindo cambio que está habiendo en América, con gobiernos de izquierda que tienen la intención de repartir la riqueza un poco más y dificultar el expolio por parte de países extranjeros, ya sea Estados Unidos o España: se la ponen más difícil a los ladrones de afuera. Libertador puede ser Bolivia, Ecuador, Venezuela o Chile, países que están despertando. Y esto está relacionado de alguna manera con Hijos bastardos de la globalización, cuya letra habla de que hay chicos trabajando en otras partes del mundo para que nosotros disfrutemos de zapatillas de último modelo a precios muy caros, cuando esos niños están siendo explotados por cuatro tipos.

–O de la locura, como expresa Fuego y miedo.

–Es que el superávit de armas que hay en Estados Unidos o Finlandia, donde la gente anda armada hasta los dientes, da que un niño coge una pistola, va a la escuela y acaba con todos. Una verdadera locura, y siempre con niños en el medio.

–¿Tenés hijos como el resto de tus compañeros?

–No. Y parece que jamás los tendré... La verdad es que no me veo capacitado para tenerlos: me parece que es una cosa muy seria, que implica una gran responsabilidad, y yo sólo pienso en el rock and roll. No me veo capacitado para criarlo y como no lo tenga pronto, tendré que encargarle a un amigo que me lo haga (se ríe).

–A los 39 seguís con tus hábitos punks: nada de vivir rápido y morir joven.

–Es que el espíritu punk está en la cabeza, no en los años; ya lo tengo comprobado. El punk se lleva adentro. Y no es drogarse y hacer el papel de imbécil, eso lo pensaba cuando era más joven. Vivir es bonito y hay que saber hacerlo.

ASESINOS CEREALES, PARA CALENTAR LA TARDE

Destruir fronteras

Primer fernet de la tarde del sábado en el Ciudad: a las 17.30, Asesinos Cereales. Esta banda punk-rock devenida ska-power nació con el siglo y ya se cargó dos discos: Rompecabezas y Sin fronteras. Se presenta Ariel, bajista: “Es una masa que Ska-P nos haya invitado. De nuestra parte nos estamos preparando para poder estar a la altura del show, y viendo que las 30 mil entradas están agotadas, sin dudas será el show más importante de nuestra historia”. Con influencias que van desde La Polla Records hasta The Clash y Die Toten Hosen, el ideario central del grupo sintoniza bien con el resto de las bandas con las que compartirá escenario. Segunda aproximación a cargo del bajista: “En cierto modo somos gordos, locos, enfermos, extranjeros, negros, vamos a ser viejos y seguramente vamos a ser discriminados por alguna de estas cosas. Por eso hablamos de destruir fronteras en uno de nuestros temas de batalla: es como soñar vivir en un lugar sin banderas, sin guerras, sin gente como Bush. Sería como el lugar ideal. A partir de ahí sería mucho más fácil eliminar la discriminación”. Asesinos nació del desgaje de otras del palo (Bajo Presión, Hating Hate y Alteración) y a la rabia inicial le incorporó un combo de instrumentos de viento que llamó la atención de los Ska-P. Con ellos tocaron ante 4 mil personas en Hangar y ahora van por la revancha. “Nunca dejamos de lado la base punk-rocker, pero de a poco empezamos a meter trompetas, saxo, trombón, arreglos de teclados. Estamos abiertos a esas experiencias”, cierra Ariel.

* Ska-P toca el sábado a las 20 en el Club Ciudad de Buenos Aires, junto a Asesinos Cereales (17.30), Todos Tus Muertos (18.10) y Karamelo Santo (18.50). Además de la entrada, hay que llevar un alimento, ropa, juguetes o útiles escolares para Semiyero.

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