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”Si toda la gente que dice que le gusta Cienfuegos hubiese comprado los discos o ido a los shows, a esta altura seríamos Oasis”, se ríe Sergio Rotman, cantante del grupo pospunk que este viernes volverá a tocar en Buenos Aires (en El Dorado), luego de dos años de silencio. “Durante el tiempo que estuvimos sin tocar, se generó toda una mística en torno al grupo. Y el show que hicimos hace poco en La Falda fue gasolina para el mito, porque parecía que habíamos tocado una semana antes.” Rotman asegura que la vuelta de la banda es “sólo por capricho”, porque no pensaba rearmarla este año, ocupado con el presente de Mimi Maura, el otro grupo del que forma parte. “Cienfuegos tiene vida propia, así que nunca se sabe qué va a pasar. Todo depende del humor en que estemos los integrantes. Tenemos medio álbum grabado y estoy muy entusiasmado, pero este año ya edité muchos discos... Tampoco es que vamos a salir a tocar todos los fines de semana. Pero esta banda es así, muchas preguntas y ninguna respuesta”, dice como toda explicación.
Otros dos miembros de Cienfuegos forman parte de Mimi Maura: el baterista Fernando Ricciardi y el bajista Martín Aloé. Pero toda la armonía que tiene esa banda “se va al carajo” con Cienfuegos, según Rotman. “Por más que suene ridículo porque varios de los integrantes somos los mismos, la energía es diferente. Como Mimi Maura es una banda de género, las canciones están por sobre los integrantes; en Cienfuegos, las canciones somos los integrantes.”