no

Jueves, 24 de junio de 2010

LOS AUTENTICOS DECADENTES

“Hoy la bola de boliche es el censor”

Mientras le tiñen el pelo con colores de fantasía, Cucho Parisi habla con el NO sobre el Mundial de Sudáfrica, la malaria en Estados Unidos, la música argentina, el rock en Sudamérica y también de Grandmaster Flash, Groove Armada, Julian Casablancas y del nuevo disco de MGMT. Tomá.

 Por Luis Paz

Como si en las paredes se jugase a continuar la historia, de uno de los muros de la estación Grand Central de Nueva York ha desaparecido el dibujo de Diego Armando Maradona que lo decoró hasta hace poco tiempo y, en su lugar, una reproducción plástica de la Pulga Messi sonríe a las decenas de miles de personas que cada día circulan por la estación central de la Gran Manzana. Gustavo Parisi, “Cucho” de Los Auténticos Decadentes, fue uno de los sorprendidos por el cambio: “Pero Diego es Diego, las cámaras lo toman a él haciendo jueguitos y es irremplazable. Messi tiene una buena carrera, pero es la novedad, Diego es un clásico”, señala Cucho, acomodado en un sillón de la peluquería Roho, en Palermo, recién regresado de una nueva gira de Los Deca por Estados Unidos. Mientras le decoloran ese pelo todo terreno para salpicarlo con colores de fantasía, Cucho charla con el NO sobre el Mundial de Sudáfrica, la malaria en Estados Unidos, la música en la Argentina y el rock en Latinoamérica, en una charla sin GPS, pero con gel.

“No sabés lo que fue ver el gol de Heinze contra Nigeria allá. Todo en HD, perfecto, todo increíble”, valora la TV yanqui el cantante. Pero aun así no cambia aquel debut en alta definición contra los nigerianos visto en Estados Unidos por la goleada a los surcoreanos vivida desde acá, ni por el gol de Palermo que invita a la ilusión: “Los Decadentes estamos contentos con Diego, había que darle una oportunidad. Es cierto que en las Eliminatorias mucho no pasaba, pero por la Selección del ‘86 nadie apostaba nada y fuimos campeones”, recuerda la voz detrás de El murguero, La guitarra y otras gemas del festejo y el baile. “Los que están en el baile, ahora, son los yanquis. Se nota la recesión en el mercado inmobiliario, en los shoppings. Los vendedores salieron a la calle y te persiguen para venderte cosas... ¡como acá! Pero vos decís: ‘Viejo, si en Estados Unidos está toda la plata del mundo’. Por suerte está todo en oferta y nos trajimos bastantes cosas”, cuenta y muestra su remera con detalles fluorescentes, a lo MGMT, sin dejar de ser Cucho de Ramos Mejía.

Pero además de zapatillas, remeras y productos para el pelo (¡muchos!), Los Deca se trajeron de USA nuevas ideas para aplicar a su música. “En las discos de Nueva York los bajos suenan increíble”, cuenta quien en verdad, para la gráfica de Irrompibles, el disco que este sábado tocarán en el Luna Park (junto a su metralla de grandes éxitos de la joda), se travistió de forajido chicano. Los machos, el corte del disco, mantiene ese sonido narcocorrido, pero en Irrompibles van del raggamuffin’ de Tribus urbanas (con Fidel Nadal) a la bola de espejos de Cultura Disco (con Emmanuel Horvilleur), pasando por el synth pop de Siempre igual (con Babasónicos) o el cuartetazo Jopito (con la Mona Jiménez).

–La salida de Alamut, el cancionero solista de Jorge Serrano, el año pasado, ¿los liberó de la presión de la canción para jugar con el ritmo?

–Totalmente. A Jorge le costaba hacer temas para nuestro disco y es obvio, si ya hizo todo tan bien con Alamut. Y este disco seguro que es una vuelta al ritmo, a lo que siempre fue el grupo, porque Club Atlético Decadente fue una búsqueda más guitarrera. Igual, casi todo lo que está en Irrompibles ya lo habíamos mostrado un poco. El tema es que ahora eso pasó al frente.

Por supuesto, la emergencia de nuevas estéticas (la música disco, el corrido mexicano, el tono casi mirandesco de sintetizadores y teclados) encuentra en Los Deca dos polos: son doce tipos con ideas distintas y eso suma; pero son doce tipos con ideas distintas y eso, si no resta, vuelve más lento el proceso de ponerse de acuerdo. “Al ser tantos, los conceptos aparecen de a poco. Pero tenemos tiempo para hacer todo lo que no hicimos aún. Podemos hacer un disco de heavy o uno conceptual. Creo que, hoy por hoy, Los Auténticos Decadentes tenemos todo permitido”, se alegra Cucho.

Pero hubo un momento en que pareció que no, con la salida de Mi vida loca, ese disco fundamental de 1995 (el de El murguero, La guitarra o El pájaro vio el cielo y se voló). Los Decadentes venían laburando el under desde su cruce de ska-punk con rock y trópico (y, ya que estamos, también psicotrópicos) y habían comenzado a ascender a caballo de las canciones de Serrano y Diego Demarco, el arengue de Cucho y el don percusivo del Moska Lorenzo. “Estábamos perdiendo Buenos Aires, pero ganando el país. Recién cuando salió Mi vida loca la gente entendió que no nos habíamos vendido, pero los años anteriores fueron los de más cagazo sobre qué iba a pasar con la banda, porque habíamos perdido el circuito under de la Capital, aunque nos volvíamos más populares en la provincia y en el interior.”

Década y media después entregan en Irrompibles uno de sus discos más robustos, en la justa medida de clasicismo decadente y actualización auténtica. “Buscamos sonidos y texturas más bailables, más contemporáneos y discotequeros. En vez de que lo remixen, hicimos las canciones para que suenen así en la discoteca, que es donde hoy se aprueba la música.”

–A ustedes, primero, los aprobaron las hinchadas en las tribunas.

–Sí, pero hoy la bola de boliche es el censor. En las discos me siento como pez en el agua, pensá que vengo de Ramos. Esto pasó bastante en una época, a fines de los ‘70 y comienzos de los ‘80. Con The Hacienda en Manchester y los Happy Mondays, con Prince, con Grandmaster Flash. Armé la banda con ganas de tocar en los boliches donde había ido toda mi juventud.

La charla entra en impasse. A Cucho se lo llevan con su pilotín negro de peluquería palermitana para enjuagarle el cabello. En el camino se pone a jugar con un secador de pelo como pistola, flashea con las paredes del lugar. “Me encanta este lugar, antes de que llegaran estaban pasando el disco solista de Julian de los Strokes.” Sí, es Cucho, el de se viene el tutá tutá, hablando de Grandmaster Flash, Groove Armada, Julian Casablancas, del nuevo disco de MGMT. Y ahora le están secando el lope, pero sigue con la charla. “Las peluquerías son hoy un club para gente del palo. Algo muy de los grupos de los ‘80 que nunca terminó de ser aceptado, todo el tema del pelo, el maquillaje. Y el clima del rock está más en esa línea ahora, más amistoso. Los que colaboran en el disco son todos amigos y grandes músicos, Emma Horvilleur, Joaquín Levinton, los Babas, Fidel.”

En este semestre continental para ellos, Los Decadentes también tocaron en el festival mexicano Vive Latino, frente a 30 mil personas, junto a bandas apenas más nuevas, como Victoria Mil, y bastante más, como Banda de Turistas y El Mató a un Policía Motorizado. “Los Banda de Turistas se subieron a cantar Loco (Tu forma de ser) con nosotros y los chicos de El Mató y de Victoria nos pasaron los discos y estuvimos compartiendo ratos. Son bandas que respetamos y admiramos porque no van con la corriente”, celebra el líder carismático con las crenchas ya fucsias y violáceas.

–¿Son Los Decadentes una banda transgeneracional, además de transgénero?

–Creo que sí, que seguimos incluyendo géneros y generaciones sin perder y eso nos alegra. El que tiene 35 años ya tiene otras necesidades y ya nos vio, pero tal vez se compra el CD y se lo pone al hijo. Nunca nos dimos cuenta de que pasaron 24 años. Es como estar en una burbuja en la que sentís y te enterás de todo, menos del paso del tiempo. Si me pongo a revisar nuestra historia, me enorgullece mantener el lugar de clásico, algo mucho más difícil que llegar. Mantener una marca, un estilo y un paradigma durante 24 años es un logro.

Y así Cucho, que de más chico se pasaba noches a pura pizza y birra en la pizzería Uggi’s, a pasitos del Obelisco; el mismo que cantó en el cierre de los festejos bicentenarios para medio millón de personas, mete las manos en un pote con ungüento capilar, se arma los rulos, se clava los lentes y regala su conclusión: “No dejo de emocionarme con esto”.

* Los Auténticos Decadentes tocan el sábado 26 a las 21.30 en el Luna Park (Corrientes y Bouchard).

Compartir: 

Twitter

 
NO
 indice

Logo de Página/12

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados

Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.