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Jueves, 26 de agosto de 2010

DESDE SUDAFRICA, THE PARLOTONES

El rock animal print

Khan Morbee, el cantante de la banda que amenizó la apertura del Mundial, cree que el gran problema de su país es la corrupción. “Lo mismo que en el suyo”, dice. Hermanado con la Argentina, promete tocar aquí a fin de año.

 Por Luis Paz

Al revivir el aún cercano y dañino recuerdo sobre la Copa del Mundo de Sudáfrica, no hay que ser un sibarita para aceptar que la música tuvo durante su ceremonia inaugural una de las más aburridas apariciones mundialistas recientes, entre la intrascendente presentación de Juanes y el poco ímpetu puesto por Shakira o los Black Eyed Peas, que parecían siempre fiesteros y fueron de los más soporíferos en aquella ocasión. En ese deslucido aporte de la música al deporte mundial, lo más interesante fue lo de The Parlotones, la banda más mainstream de Sudáfrica. “Fue un orgullo para nuestro país haber organizado un Mundial, y más cuando la mayoría no creía que pudiéramos. Fue espectacular tocar allí, más que cualquier sueño”, dicta al teléfono Khan Morbee, el cantante de la banda, sin sorprender.

The Parlotones acaba de editar en la Argentina su reciente Stardust Galaxies, un disco de claras influencias brit con casi ningún elemento sonoro que lo ancle en el sur africano. Un disco que si bien en lo musical parece corresponderse con las épocas del dominio británico sobre ese país, desde lo político es bastante más autóctono: “Es un disco que habla sobre los ideales en un mundo corrupto y signado por el mercado y el negocio”, se pone más interesante Morbee, cara visible de un cuarteto completado por el bajista y pianista Glenn Hodgson, el guitarrista y tecladista Paul Hodgson y el baterista Neil Pauw.

De hecho, en su canción Should we Fight Back admiten que son idealistas, pero que están asustados. “Sin Mandela, la libertad no hubiera ocurrido. Pero por suerte sus ideales han sido aprendidos por nuevas generaciones, lo que hace que la gente no tenga miedo de perder la democracia si él se muere. Creo que hemos aprendido de la historia sobre la dominación ajena y los fundamentos de la democracia, y la mayoría de los líderes sudafricanos de segunda línea están haciendo un buen trabajo”, evalúa el músico. Por supuesto que, cuando se le consulta por lo social por fuera de la política, su mirada es más cruda: “Hay mucha pobreza y problemas sociales de base. Muchas cosas que necesitan una solución, que no se logra sólo con el hecho de vivir en democracia sino con planes de acción concretos. El mayor problema, tengo entendido que al igual que en la Argentina, es la corrupción”, se nos hermana Morbee, que por estos días gira por el Reino Unido en compañía del grupo y que anuncia que “es muy probable” que a fines de noviembre o comienzos de diciembre vengan a tocar a Buenos Aires. “He visto muchos documentales sobre la comida y los paisajes argentinos, y conozco a varios deportistas de allá que son realmente increíbles”, va suavizando por las dudas al público argento.

–En todo Stardust Galaxies se refieren a la bondad, a la tolerancia y a otras virtudes. ¿Creen que la música puede pacificar el mundo?

–La música, de un modo muy restringido, puede pacificar a las personas y lograr que se acerquen, que se relacionen y piensen sobre las cosas de las que hay que ocuparse. Como mucho puede afectar el modo en el que pensás, pero ninguno de los grandes problemas del mundo se resuelve con canciones. Me encantaría que así fuera, pero es muy inocente creerlo así.

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