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Jueves, 14 de octubre de 2010

TRACY LORD Y SORTIE CRECIERON DURANTE LA DECADA INFAME

“Los ’90 fueron una cagada que nos mandamos todos”

Las dos bandas comparten una mirada común sobre la década pasada: sus discos República y La fábrica de silencio ofrecen, respectivamente, conversaciones de una generación marcada por el 1 a 1.

 Por Luis Paz

“El rock es el rock. Venimos de un par de años más folk, más de canciones tranquilas, pero el rock estuvo ahí, incubó y ahora es un momento en el que esa fuerza resurge y aparece un rock muy alternativo y al palo.” La lectura de Andy González, cantante de Tracy Lord, ilustra un sentimiento compartido en músicos de cierta escena de rock cojudo sin ser demasiado pesado, de energía sin extremismos, en la que bien se podría inscribir a Aladelta o Circe, sus vecinos de la zona sur del Conurbano. O a Sortie, de La Plata, entre muchas otras bandas que se robarían las líneas que quedan de esta nota de nombrar a todas. Nahuel Raña, guitarrista de Sortie, se expresa frente al NO en el mismo sentido: “Nuestra idea era no caer en la música suave. Creo que la aparición de esta cosa de la canción suave es consecuencia de los cierres de lugares” del post-Cromañón y después, dice. “Nuestro objetivo fue rescatar el volumen porque se puede hacer rock aún”, agrega Claudio Alvarez Di Nicola, guitarrista de Tracy Lord. Overdubs, guitarras filosas, pedales y la benemérita estructura estrofa tranquila–puente in crescendo-estribillo al taco conviven en estas bandas rugidoras.

Así, Sortie y Tracy Lord comparten una mirada en común, pero son más de uno los puntos en contacto. El primero aparece al poner sus recientes CDs uno al lado del otro. En el arte de República, de Tracy Lord, un elefante eclipsa una estrella con una bandera negra y roja de fondo (si bien dicen no ser “ni de Colón, ni de Newell’s”). El concepto está clarísimo: puro constructivismo y futurismo más algo de propaganda soviética en el trabajo de la diseñadora María Marta Bilancioni, para denotar la fuerza colectiva y el llamado “a una elección, pero no de presidente sino de vida”, como marca Andy el trasfondo teórico de su disco debut. En el de Sortie, el animal es un gato, el símbolo es un megáfono y el trasfondo, una ciudad. El concepto de La fábrica de silencio también queda claro en el diseño de Lucio Santilli: la comunicación como quimera en una ciudad de anónimos.

Hay otra situación, ya generacional, que se replica en ambas bandas. Los Tracy oscilan entre los 26 y los 28, los Sortie entre los 23 y los 28. Si los ‘90 fueron una fiesta menemista, ellos estaban en el pijama party de ese festejo. Los ‘90, con todo lo que implican, los marcaron. En esos años ambivalentes conocieron a Pearl Jam, a Blur, a Fun People, a Nirvana, a Peligrosos Gorriones. En esa década, luego, forjaron sus intenciones musicales y diagramaron su sonido. Sin embargo, no están del todo contentos con esos años. “Está clarísimo que los ‘90 fueron una cagada que nos mandamos todos. Nosotros no votábamos, en el ‘99 teníamos 16 o 17 años, pero a Menem alguien lo votó porque claramente hubo una confusión muy grossa en la gente que habría que rastrear qué la provocó”, marca Andy. Entre todos, a la luz de lo que en esta década se fue haciendo manifiesto, interpretan que el rol de los medios pudo haber tenido bastante que ver. Augusto Giannoni, cantante de Sortie, resalta, en ese sentido, que “la comunicación es un acto entre personas y las empresas (de la comunicación) distorsionaron eso y han llevado a varias confusiones”.

Luego está lo que culturalmente sucedió aquí y en la región a partir de los procesos comenzados en esa década. Nahuel de Sortie menciona que “todo lo que se había generado en el rock y su cultura en los ‘80, con Sumo, Los Redondos, Soda, Los Abuelos, decayó en nivel. Los ‘90 normalizaron toda la cultura hacia abajo”, denuncia. Atina a mencionar que la escena conocida como Nuevo Rock Argentino fue lo más interesante de la década infame del menemismo, pero enseguida entiende que el nuevo rock fue, en realidad, el último estallido de los ‘80. Andy de Tracy Lord se pliega a su análisis: “Todo se plastificó en los ‘90. Toda la cultura de la exageración de Kiss, Michael Jackson, Madonna y los Stones mismos, que es muy del pop, estuvo cerca porque venían y uno podía pagar la entrada para verlos. El tema es que esa exageración creció acá como una cultura pop tercermundista que no está copada. Si el pop es Michael Jackson, bravo; pero acá fue otra cosa”.

–Todas éstas son cosas que entonces no podían ver, por su corta edad, y que ahora ven en perspectiva. Ahora, al revés: ¿qué cosas imaginaban entonces que hoy no se hayan hecho realidad? En la música, en el país...

Andy (Tracy Lord): –Me parece increíble que no haya estadios en donde puedan tocar bandas. No me entra en la cabeza que hace diez años venía cualquiera a River, nadie se quejaba y ahora sí. Soñaba con tener un Madison Square Garden acá a esta altura. Loco, ¡es Buenos Aires! Hicieron el Estadio Unico de La Plata, ¿cómo no vas a poner bandas a tocar ahí? Si en 20 minutos en tren desde Temperley estás.

Nahuel (Sortie): –Yo pensaba que cuando creciera y laburara me iba a poder comprar mi instrumento definitivo. Hace dos años que laburo y no estoy ni cerca. Pero ves a gente grande que hace quince años ya tocaban y tienen unos equipos que no pueden ser y lo pagaron monedas. Eso también fueron los ‘90. Pero, bueno, íbamos a terminar pagando esas facilidades.

–¿Y se animan a proyectar una lectura de acá a un par de años para este resurgimiento del rock voluminoso? ¿Habrá amplificadores que lleguen a 11?

Andy (Tracy Lord): –Hay una movida interesante, tanto de bandas como de gente interesada en esta música, que es rock crudo y con personalidad, tampoco hacemos heavy metal. Pero creo que en los próximos años va a ir creciendo. Y hay lugares como XLR en San Miguel, Peteco’s y el Auditorio Sur en Temperley, The Roxy Live en Capital, gente sana interesada en la música. Lo mejor es que son boliches grandes abiertos para bandas chicas.

Nahuel (Sortie): –Mirá, el otro día fui a un conocidísimo bar del microcentro...

–Se viene el chimento enigmático...

Nahuel (Sortie): –Ja ja ja. No, no. Pero, bueno, fui y había un grupo grande donde sabíamos que había miembros de dos o tres bandas distintas y una chica que hace fotos de bandas. Quizás entre medio había un diseñador. Juntos toda la noche y charlando mucho. Y ahí es donde yo pensaba...

–En que estaban tan juntos porque alguno tenía una merca buenísima...

Nahuel (Sortie): –¡Seguro! Pero no, pensaba en que ese tipo de cosas es lo que marca a una escena: cuando se generan cosas más allá de mi banda, tu banda. Eso también se corta con el cierre de lugares. Un lugar menos no es sólo una banda menos tocando: es una escena que no va a poder surgir.

* Sortie toca el sábado 16 de octubre en GIER, Alvarez Thomas 1078, a las 23. Y Tracy Lord, el mismo día en Peteco’s, Meeks y Garibaldi, Lomas de Zamora, a las 23.30.

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Imagen: Cecilia Salas
 
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